El líder de Syriza defendió este miércoles en el debate televisivo entre todos los candidatos, la "dura batalla" que habría dado su Gobierno en las negociaciones con los acreedores y justificó así el tercer memorándum de austeridad en Grecia.
Jueves 10 de septiembre de 2015
El debate de candidatos es el primero que se hace en seis años, retransmitido por varios canales de TV. Pero lo llamativo de este, es que tanto el gobierno de Syriza como la oposición conservadora defendieron el tercer memorándum y las medidas de austeridad impuestas por la Troika. Algo que hubiera parecido impensable hace unos años, y que expresa el grado de adaptación al que llegó Syriza en el gobierno, en tan pocos meses.
El primer ministro, Alexis Tsipras, aseguró que, aunque “se cometieron errores”, el resultado le permitió garantizar la financiación de Grecia hasta 2019. Esta fue la forma de justificar el haber firmado un pacto de coloniaje, con la entrega de valiosos recursos a empresas multinacionales a precio de remate, continuar con los rectores y el pago de la deuda.
"Todos saben que dimos una dura batalla", dijo Tsipras.
El líder de Syriza dijo que su gobierno logró "arrancar" a los acreedores la promesa de que se abrirá la discusión sobre la renegociación de la deuda. Algo, que, sin embargo, no parece estar en el horizonte cercano.
En el debate participaron siete líderes de los ocho partidos con representación parlamentaria, con excepción de los neonazis de Amanecer Dorado, que no fueron invitados.
El dirigente de la conservadora Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, por su parte, aseguró que cuando su partido estaba en el Gobierno prometió muchas cosas que no pudo cumplir “por no tener la mayoría absoluta”, ya que compartía el poder con los socialdemócratas del Pasok.
Todos los dirigentes, salvo el del KKE y el del nuevo partido de izquierda reformista Unidad Popular, escindido de Syriza, defendieron la firma del rescate.
El líder del partido de centro-liberal To Potami, Stavros Theodorakis, señaló que el tercer rescate, a pesar de contemplar subidas de impuestos, es "un mal menor".
En el debate, Theodorakis volvió a pedir la formación de un Gobierno de "mentes sensatas" que constituyan una amplia coalición, una reivindicación que también ha formulado repetidamente la líder socialdemócrata, Fofi Yenimatá.
Los críticos de Syriza, por la salida del Euro
El líder de Unidad Popular, Panayotis Lafazanis, insistió en que el regreso a la moneda nacional es algo que “no debería de aterrorizar a nadie” y argumentó que “hay diez países en la Unión Europea que han mantenido su divisa sin que haya ocurrido ningún desastre”.
Sin embargo, esos países no se encuentran en la situación de crisis económica aguda que atraviesa Grecia, donde una devaluación de la moneda conduciría a una rápida caída del salario de los trabajadores, ya mermado por la crisis.
La propuesta de Lafazanis es una “reconstrucción de la economía” en clave nacionalista y reformista.
"El terror es el memorando (programa de rescate). No hay buenos y malos memorandos, todos llevan el país hacia el desastre...La moneda nacional estimulará la economía y el empleo", recalcó.
El dirigente del partido comunista, Dimitris Kutsumbas, quiso distanciarse de la Unidad Popular al recalcar que esa formación se limita a defender la salida del euro y no a “expropiar las riqueza a favor de la clase obrera, que es la única salida”, dijo. El KKE mantiene una posición muy crítica de Syriza y de Unidad Popular, pero desde una posición completamente sectaria y contraria a desarrollar la movilización obrera de forma masiva y unitaria.
Finalmente, el líder de los nacionalistas Griegos Independientes, Panos Kammenos, socio de Gobierno de Tsipras y a cuyo partido las encuestas colocan fuera del arco parlamentario, volvió a ofrecerle cooperación y aseguró que, en caso de volver a gobernar, serán "una garantía para el sector privado".