Habiendo pasado más de dos meses de la ruptura del bloque de Unión por la Patria por parte de tres diputados del peronismo tucumano, Osvaldo Jaldo actúa a la rastra de las directivas del presidente libertario. Un análisis de la licuadora en la provincia del peronismo alineado.
Sábado 13 de abril de 2024 19:20
El peronismo tucumano ha dado a lo largo de sus décadas en el poder una larguita lista de derechadas. Como parte de ese crisol que expresa el peronismo ha sido fiel representante de los intereses más conservadores y reaccionarios. El alineamiento de Osvaldo Jaldo con Javier Milei no es pues un rayo en cielo sereno, aunque sí expresa un salto y un cambio grande en lo que a reformulaciones de partidos y ubicaciones políticas podemos pensar.
El PJ se dobla, pero no se rompe
Lo primero que hay que señalar es que roto en el Congreso el bloque de Unión por la Patria y a pesar de las toneladas de videos, denuncias de traidores y posteos, el jaldismo construyó en Tucumán una transversalidad grande que incluyó a los “fieles peronistas” Pablo Yedlin y Javier Noguera, incorporando al referente de Libres del Sur, Federico Masso (actual Ministro de Desarrollo Social), representantes de Juntos y del bussismo. O sea, mientras nacionalmente lo tildaban de traidor, en la provincia el peronismo fiel le hizo de cobertura, así como el apoyo de la oposición que desde ese momento hasta aquí actúa casi como un mismo partido con el peronismo.
Manzur hizo una borrada olímpica, no nombra a Jaldo e igual que una buena parte del peronismo, crítica ciertas cosas del DNU para que pasen otras. Alperovich sigue en la justicia acusado por una denuncia de abuso sexual. El peronismo tucumano está atravesando un tsunami, del cual Jaldo cree que zafó, uniéndose con Milei y administrando con mano firme el gigantesco aparato provincial. Pero la cosa no cierra, muchos señalan que a la larga, el tranqueño se puso un “salvavidas de plomo”.
Las tibias críticas twitteras de Javier Noguera o de Pablo Yedlin, no cierran ni tapan la unidad de acción e intervención en la provincia del peronismo alineado. En el plan licuadora hay un acuerdo general: tarifazos sin fisuras, recortes en áreas claves como salud y educación y despidos en el Estado provincial. El lema que guía a Jaldo: “transversalidad para el ajuste”.
El interés, detrás del interés, detrás del interés
Agitando el fantasma del cierre de los ingenios bajo Onganía, el gobernador anunció que su alianza con Milei era en beneficio de las industrias tucumanas. A cambio de sacar a los ingenios y al citrus de la original Ley Ómnibus el gobernador rompió el bloque. La lealtad de Jaldo no está con el pueblo tucumano sino con las familias propietarias del azúcar y el limón.
En su gira por el Vaticano, Milei estuvo acompañado por directores de más de 30 empresas, entre ellos estaba el actual director de Citrícola San Miguel, Gonzalo Tanoira, parte del mega grupo Miguens-Bemberg-Otero-Monsegur. Rastrear a esta gente es hacer un viajecito por el tiempo. El tiempo lineal del interés. Esta familia se hizo propietaria de la firma a comienzos de los ´90, bajo el menemismo, y es hoy la principal productora a nivel mundial de pulpa y jugo de limón.
Beneficiados por todos los gobiernos, han crecido tanto, que hoy ya no solo explotan mano de obra nacional, sino extranjera con campos de cultivo en Sudáfrica. Milei diría que son familias que han crecido en buena ley, han competido, han sabido abrirse paso en el mundo de los negocios y de la libre empresa. Nada que ver: explotación brutal en los campos del mundo, y protección del peronismo feudal. En el mundo de la libre empresa, se pisan el libertariano y el peronista de la vieja escuela, para defender los intereses de la familia Miguens-Bemberg-Otero-Monsegur. Todos a los pies de la casta familiar de los nobles apellidos.
Osvaldo Jaldo camina por el Ingenio Concepción, nuevo acto y misa de inicio de la zafra, en un 2023 sacudido por el reclamo salarial de los obreros azucareros. El PJ tiene una relación diaria con los Luque, familia dueña del segundo Ingenio más importante del país. Tucumán produce el 70% del azúcar que se consume en el país, el fantasma del cierre de los ingenios es utilizado por buena parte de las patronales para negociar mejores condiciones de negocios.
Luego de una escalada impresionante en los precios del azúcar y en las ganancias de los ingenios en los últimos dos años, ahora le tocó el turno al bioetanol de caña que acumula un aumento 332% en apenas un año, muy por encima de la inflación anual. En el caso del citrus, en los primeros dos meses del año se registra un fuerte repunte en las exportaciones del complejo que más que triplica en dólares los despachos del primer bimestre del año pasado.
La situación de las y los trabajadores de esas industrias desentona fuerte. El acuerdo paritario que firmó la UATRE estipula un jornal de 20.000 pesos (425.000 pesos mensuales) y que ni siquiera está garantizado porque el sueldo se paga a destajo, con lo cual los cosecheros suelen ganar por debajo del salario mínimo legal. En el caso de la FOTIA, con su secretario adjunto nombrado ministro de Trabajo de Jaldo, ni siquiera pidió una actualización paritaria. Palina apenas solicitó una suma fija de 100.000 pesos en marzo a cuenta de la paritaria. Hoy un obrero de ingenio cobra en promedio 430.000 pesos, cerca de la mitad de la canasta básica que establece una línea de pobreza.
El régimen de las familias del azúcar y el limón, estos son los intereses detrás del régimen tucumano. Ahí no hay proyecto alternativo, defender a rajatabla las ganancias de estas 10 ricas familias. Eso es lo que nadie quiere cuestionar, por eso con tibieza se denuncia a Jaldo de traidor en las redes, pero no se discute para qué intereses gobernaron todos.
En busca del progresismo perdido
“Jaldo traidor”, “rompió el contrato electoral”, “no lo votamos para esto”, frases como estas se escuchan en montones en situaciones, sin ir muy lejos, fue una de las denuncias que se escuchó en las movilizaciones del 8 de marzo y 24 de marzo en la Plaza Independencia. Sectores del peronismo tucumano no salen de su estupor y reniegan del traidor gobernador. Verdaderamente quienes votaron por el peronismo para que no gane Milei, o quienes se inclinaron por un “mal menor” frente al mal mayor de La Libertad Avanza, se toparon en un mes con que sus representantes se ponían a los pies de Javier.
La verdad es que el kirchnerismo tucumano la ha tenido difícil, desde hace años, en todos los terrenos ha tendido a dejar pasar más de una brutalidad en nombre de la gobernabilidad y la unidad. En el terreno del movimiento feminista, en la pelea ecológica, en la educativa, en lo sindical. En Tucumán todo reclamo termina en las puertas de la Casa de Gobierno, y la verdad es que la supuesta disputa dentro del peronismo no trasciende del mundo de Twitter.
Lo que ya viene estando en cuestionamiento hace rato es el régimen del peronismo, que ahora en la transversalidad jaldista, se ha vuelto un poco el problema de todos los partidos que lo acompañan. Como una fruta envenenada, Jaldo abrió a la oposición el gobierno y los ministerios, buscando fortalecerse provincialmente luego del tsunami de perder las elecciones nacionales. Cuánto durará este experimento dependerá también de los vaivenes del gobierno nacional de Milei. Lo que sí está claro es que en la transversalidad, y el todos adentro, queda cada vez más a las claras para que intereses gobiernan.
El interés, detrás del interés. Cuando te pregunten por qué no explota, pregúntales a qué sector del peronismo responden. Momentos de experiencias más aceleradas son los que estamos atravesando. En ella la izquierda es la única que puede plantear en Tucumán y en todo el país, que está en el bando de cada lucha, marcando un camino independiente de los gobernadores, el peronismo entregador y contra la licuadora libertaria. Ni Milei, Ni Jaldo.