La senadora de ultraderecha se vio abordar su lujoso auto con placas del Estado de Morelos, una táctica vieja para evadir impuestos.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Viernes 8 de octubre de 2021
En 1968, el Estado mexicano introdujo el impuesto a la tenencia vehicular, un cobro extra que originalmente iba a ser temporal a todos quienes tuvieran automóvil en la capital del país. Dicho impuesto era para solventar el gasto de inversión para la creación de las instalaciones deportivas para los XIX Juegos Olímpicos; con ese dinero se construyeron la Alberca Olímpica Francisco Márquez, el Gimnasio Olímpico Juan de la Barrera, el Velódromo Olímpico Agustín Melgar, el Palacio de los Deportes, la Villa Olímpica en Cuicuilco y demás sedes.
Sin embargo, el impuesto a la tenencia nunca se retiró y hasta la fecha se le sigue cobrando a los capitalinos. Pero una conocida forma de evadirlos es si el automóvil fue registrado con placas del circundante estado de México o del sureño estado de Morelos.
Si bien a partir del año pasado se introdujo un sistema que expande la tenencia a quienes tengan autos registrados en las dos entidades pero radiquen en la Ciudad de México, solamente aplica (por el momento) a quienes posean autos de la estadounidense Ford o la japonesa Nissan.
Debido a todo esto es que en redes sociales tundieron a la legisladora ultraderechista Lilly Téllez, quien abandonó el senado abordo de su lujosa camioneta Porsche modelo Caponne negra. Los usuarios en redes rápidamente notaron que las placas de la misma estaban registradas en Morelos.
La respuesta de la legisladora panista fue: “El automóvil Porsche del video de hoy es del padre de mi hijo, me lo prestó. Él nunca ha necesitado vivir del erario, ni del gobierno, ni de la política… ¡ni que fuera Noroña! Su trabajo le da capacidad, libertad y derecho propio”.
A pesar de ello, los internautas señalaron que el vehículo tiene siete infracciones de tránsito. Lilly Téllez, como miembro de un partido de la élite mexicana, tiene, por supuesto, acceso a privilegios por encima de las miles de mujeres mexicanas, como el tener autos de lujo, altos salarios (como todos los legisladores del régimen, que gobiernan al servicio de los empresarios) y vestimentas de marca; en ese marco es que ella defiende dichos intereses de la clase empresarial a la que sirve.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana