Simpatizantes del fujimorismo impidieron que un grupo de adultos mayores puedan ser vacunados en el Campo de Marte de la ciudad de Lima. Mientras tanto, su lideresa Keiko Fujimori anunciaba en conferencia de prensa que seguirá obstruyendo el conteo final de votos, dejando entrever que no estaría dispuesta a reconocer su tercera derrota presidencial.
Domingo 13 de junio de 2021
Tras la campaña macartista contra el supuesto “comunismo” de Pedro Castillo y después de promover el odio y el racismo contra los votantes de Perú Libre, Keiko Fujimori, una vez que se hicieron públicos los resultados del balotaje al 100%, los cuales por tercera vez la dan por perdedora, se niega a aceptar dichos resultados aduciendo fraude. Keiko también ha empezado a incitar a sus seguidores a realizar movilizaciones y actos violentos contra ese supuesto fraude del cual no tienen prueba alguna. Cabe mencionar que dentro de sus seguidores destacan jóvenes de clase media residentes en los distritos más exclusivos de Lima y cercanos a ideas ultra conservadoras.
El sábado 12 de junio, los seguidores de Keiko se concentraron para realizar un plantón denunciando la supuesta realización de fraude en el conteo de votos de la segunda vuelta. Esta actividad se realizó en el campo de marte en la ciudad Lima y allí la turba fujimorista, con su accionar violentista y provocador, motivó el cierre del vacunatorio instalado en esta zona, el cual había sido acondicionado para la fase de vacunación de los adultos mayores. Los fujimoristas demostraron así su total desprecio por la vida de los adultos mayores y su eminente carácter autoritario.
La Municipalidad de Lima señaló que no iba a modificar los horarios de vacunación de la vacuna contra el Covid-19 en el campo de Marte, pese a la amenaza de la turba fujimorista. Sin embargo, la afluencia de gente y la presencia de la policía hizo que se cerrara el vacunatorio antes de tiempo dejando a muchos ancianos sin poderse vacunar.
Este tipo de provocaciones son motivadas por el partido fujimorista, con la clara intención de deslegitimar el proceso electoral de segunda vuelta y crear las condiciones para una salida autoritaria. Recordemos que Keiko Fujimori viene siendo investigada por haber recibido dinero de manera irregular de empresas como Odebrecht y otras, para financiar sus campañas presidenciales anteriores (2011 y 2016) y ahora, que volvió a perder, se empieza a cernir sobre su cabeza la posibilidad de volver a prisión como ya ocurrió anteriormente. Además de ello, sobre el fujimorismo pesan también serias denuncias por narcotráfico y lavado de activos (caso Joaquín Ramírez ex secretario general de Fuerza Popular), denuncias que al parecer han empezado a preocupar seriamente a los seguidores de Keiko y del ex dictador Alberto Fujimori.
