La rectora morenista Tania Rodríguez, viene aplicando una serie de medidas patronales, las cuales van desde el ataque al Contrato Colectivo de las y los trabajadores, hasta el reciente intento de privatizar los comedores, luego del abandono de ese sector denunciado reiteradamente por el personal uacemita.
Jueves 30 de noviembre de 2023
Desde hace tiempo, l@s estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) visibilizamos y denunciamos las condiciones de precarización estudiantil, las que se reflejan en el recorte de becas, la eliminación de materias en contra del proyecto educativo original de la institución y por consiguiente el cierre de cursos, la necesidad de copias ante la dificultad de comprar libros por no contar con los recursos, e incluso, la falta de agua potable, vital para el desarrollo de la vida universitaria. Pero, uno de los más importantes reclamos ha sido la mejora de los comedores, que vimos cómo se han ido abandonando y deteriorando con el correr del tiempo.
Todas estas demandas apuntan a la exigencia de mejorar las condiciones de estudio y trabajo en los planteles, las que implican el aumento del presupuesto y la aplicación del mismo a las necesidades de su comunidad. Por lo que, también, hemos demandado a la rectoría que rinda cuentas del uso del presupuesto, y en particular, del que no fue utilizado durante la pandemia, cuestión que también aplica sobre los insumos de mantenimiento y limpieza.
Ante los múltiples reclamo, la respuesta de la rectoría y de las autoridades universitarias, lejos de estar en consonancia con los intereses de la comunidad uacmita, ha sido introducir paulatinamente un esquema de estudio y trabajo del estilo neoliberal; como vemos en estos días con el intento de privatizar nuestros comedores, proponiendo que sea una empresa privada la encargada de esta tarea, y en particular la procesadora y distribuidora de alimento Los Chaneques S.A. de C.V., cuyo representante legal es Jesús Isaías Solorio Pérez.
Desde el pasado 13 de octubre, las autoridades universitarias conformaron una comisión para tratar este tema, formada por consejeros universitarios; una representación de la Administración (Secretaría General, Coordinación de Servicios Administrativos y Responsable de Comedores); representantes de las Coordinaciones y Consejos de plantel; y una representación estudiantil. Es decir, en ningún momento se tomó en cuenta la voz de las y los trabajadores, en particular del área de comedores.
El 22 de noviembre de este año, en un documento emitido por la Secretaria General de la UACM, Mariana Elkisch Martínez, las autoridades señalan que el presupuesto de los comedores es de 45 millones de pesos: 19 mdp relativos a la nómina; 25 mdp de insumos alimenticios; y aproximadamente 1 mdp para servicios, en donde señalan que:
“Realizar un ejercicio de proyección presupuestal de los costos significa ampliar el presupuesto en insumos y fundamentalmente la ampliación del presupuesto de nómina, es decir, la programación de nuevas plazas. Recabar y sistematizar la información relativa a todas las normativas e instancias que habrían de modificarse y/o tenerse en cuenta bajo un nuevo esquema de trabajo –concesionado– el cual necesariamente tendría que implicar el cuidado del personal de la UACM adscrito al área de comedores, respetando sus derechos laborales”.
El discurso de la autoridad suena muy progresista, sin embargo, más allá de las palabras, estas políticas acarrearían varias cuestiones, una de ellas es que es una medida neoliberal acorde con la privatización de servicios públicos, pues en la Minuta de la segunda reunión del grupo de trabajo para la atención de la problemática de los comedores universitarios, la misma Secretaria General Elkisch Martínez menciona que identifica distintos esquemas de contratación externa (tercerizados) o concesión.
Mientras tanto, en los últimos años han dejado que se degraden los comedores, invirtiendo lo menos posible, incluso recortando remesas, para que hoy, puedan usar el deterioro como pretexto para dárselo a los privados como ocurrió en el pasado, e incluso, en consonancia con diversas contrataciones de este tipo y con este mismo empresario por parte del Gobierno de la Cdmx.
Esta política de privatización cruza los distintos niveles educativos, como la educación básica, en donde existen las cooperativas escolares que en muchos casos sirven como ’caja chica’ de los directivos y que transfieren parte de sus ganancias a la SEP, por lo que se antepone el interés económico de unos cuantos funcionarios, empresas y concesionarios, a la salud y el bienestar de millones de estudiantes. Ejemplo de lo anterior es el contrato que realizó dicha empresa con la SEP en 2020, con cifras que van de los 2 a los casi 5 millones de pesos que surgen del erario público.
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En este sentido, ¿Qué pasaría con l@s trabajadores si se concesionan los comedores? Implicaría la contratación de trabajadores de parte de la empresa, pero ¿no que el outsourcing estaba prohibido? Como sabemos, una de las supuestas reivindicaciones de la 4T era terminar con ese tipo de esquemas laborales, pero eso se está quedando en el discurso. Lo que, en el caso de la UACM, muestra la alineación de la Universidad con organismos como la ANUIES, que impulsan medidas neoliberales en las instituciones de educación superior bajo el discurso de “la eficiencia y la gobernabilidad educativa”.
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La lucha por mejores condiciones laborales
De la misma forma que las y los estudiantes, las y los trabajadores también han venido denunciando las condiciones en los comedores y la degradación en el servicio. No obstante, la rectoría ha aprovechado esta situación de descontento en su favor, pues, entre los acuerdos en los que hacía hincapié la rectora se encuentra que los estudiantes exigieron que las y los trabajadores cumplieran con sus obligaciones (cuando la administración de la institución corresponde a la propia rectoría).
Es decir, utiliza el reclamo estudiantil para alentar la división entre trabajadores y estudiantes, cargando la responsabilidad del servicio deficiente a l@s trabajador@s que no tienen ninguna incidencia en el presupuesto. Y esto, al mismo tiempo que las y los trabajadores vienen denunciando esta situación, como hemos visto en sus centros de trabajo los carteles en los que plantean que “Concesionar es pagar más por menos comida” y “la solución no es concesionar, la solución es que nos brinden recursos y personal para poder trabajar”.
Hasta ahora, de las asambleas convocadas, -que han sido solo estudiantiles-, derivaron mesas de supuestas negociaciones, en las que no se ha incluido al conjunto de la comunidad, por ejemplo, a l@s trabajador@ a quienes en ningún momento se les consulta sobre las condiciones en las que desarrollan sus actividades; el tema de la precariedad laboral de las y los docentes jamás está en la agenda, y las verdaderas problemáticas del estudiantado no se discuten o nos dan largas.
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La unidad entre estudiantes y trabajadores
Como estudiante de la UACM y al mismo tiempo trabajadora de la educación precarizada, considero que es hora de que nos unamos todos los sectores que conformamos la comunidad uacemita, para poner un freno a los atropellos de la rectoría y sus funcionarios, pero también para recuperar todas las conquistas que hemos perdido e ir en busca de todas las mejoras que necesitamos para que nuestra universidad se mantenga con los principios para los que fue creada.
Pienso, al igual que much@s estudiantes y trabajador@s, que debemos convocarnos en asambleas por plantel, que sean realmente democráticas e incluyentes, desde un método tripartito con el cual estemos representad@s estudiantes, trabajador@s y docentes, tanto en el turno matutino como vespertino, funcionando con representantes rotativos para que tod@s podamos participar en esta experiencia, elegidos por curso y áreas de trabajo, que lleven la voluntad de la base estudiantil y trabajadora, y se garantice la voz de la mayoría de la comunidad, y entre tod@s, definir las medidas de lucha que tomaremos para que se garanticen todas nuestras demandas, en función de nuestros verdaderos intereses y del mejor funcionamiento y desarrollo académico de la UACM.