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Red Internacional
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Polémica. UBA: el último que pague la luz

En la UBA y otras universidades del país, este dicho popular se convirtió en slogan de decanos y rectores alineados al kirchnerismo, frente al recorte presupuestario que intenta aplicar el macrismo.

Cecilia Mancuso Pan y Rosas - Neuquén | @CeciMancuso

Miércoles 27 de abril de 2016

Hace días los medios nacionales dan cuenta de la crisis presupuestaria que ya afecta a la Universidad de Buenos Aires y otras universidades nacionales del país. Es que llegó la hora de votar la distribución de los presupuestos definidos en 2015 que con inflación, devaluación y aumentos de las tarifas se convirtieron en presupuestos deficitarios. La primera en resolver si acepta o rechaza este recorte del presupuesto, será la UBA que tendrá su sesión del Consejo Superior en el día de hoy. Aunque no son públicos los detalles de la resolución - ni tendrá éxito el lector que intente rastrear algún acta de dicho órgano de gobierno universitario-, se calcula que el ajuste oscila el 30 %.

Las mismas autoridades de la Universidad de Buenos Aires informaron que “ no está previsto un aumento en los gastos de funcionamiento, pese a los aumentos de luz (327%), agua (249%) y gas (143%). Solo en electricidad, las autoridades estiman que los gastos pasarán de 19 millones de pesos en 2015 a 84 millones este año.” (Clarin 22/04). La situación es más crítica aún cuando se suma la realidad de los docentes universitarios a quienes les ofrecieron un mísero 15 % de aumento, motivo por el cual llevan adelante jornadas de paro y clases públicas que van escalando su duración y cuentan con el apoyo de la mayoría de los estudiantes.

El Rector Alberto Barbieri, eterno oficialista (ayer de Cristina y hoy de Mauricio), involucrado en los negociados con el Hospital de Clínicas junto a otros funcionarios de la universidad como el actual Secretario de Hacienda y presidente de la UCR Capital, Emiliano Yacobitti, será el primer responsable en aceptar las condiciones que le impone el gobierno nacional a la UBA.

Resistencia (de bajo consumo)

Las declaraciones de los decanos de las facultades de la UBA de Sociales, Exactas y Filosofía, alineados al kirchnerismo, se hicieron desear pero finalmente llegaron. O al menos intentaron llegar. En declaraciones a Página 12, el actual decano de la Facultad de Sociales, Glenn Postolski, alertó sobre el riesgo de mantener abierta la facultad si las facturas de servicios siguen aumentando. Pero, como solución apeló a la “conciencia del uso de lo público” y acto seguido contó que en las aulas hay carteles que “exhortan a apagar ventiladores y luces cuando no se están usando” (Página12, 26/4).

Una campaña similar impulsan las autoridades de la Universidad Nacional de La Matanza, donde las facturas de luz superaron el 600 % de aumento. En la Universidad Nacional de La Rioja el aumento ya superó el 300 % con respecto a las facturas de luz del año pasado.

Durante los años en que gobernó el kirchnerismo, Postolski, Juan Carlos Reboreda (Exactas) y Graciela Morgade (Filosofía y Letras) se mantuvieron fieles a Barbieri y votaron disciplinadamente la mayoría de las resoluciones más importantes que tenía que definir el Consejo Superior. De hecho, el espacio “opositor” a la gestión del actual rector, en los hechos apoyó el último presupuesto votado. Postolski lo votó a favor, Morgade se abstuvo, y Reboreda votó en contra.

El cinismo de estos funcionarios mientras persisten los miles de docentes que trabajan de forma gratuita (ad honorem), no se abren concursos para profesores y muchísimos trabajadores no docentes están tercerizados. Incluso, la facultad de Exactas en agosto ya no tenía presupuesto. En Sociales todavía no han finalizado las obras del edificio único y las autoridades de la facultad expresan “incertidumbre” ya que el Rectorado adjudicó a la empresa (extranjera) Green S.A los tramos de la tercer y cuarta etapa de la obra.

En la última sesión del Consejo Directivo de Filosofía, la decana Morgade recriminó al Rectorado por dos transferencias adeudadas a la facultad que ella dirige, una partida presupuestaria de 2015 y otra de 2016. Por años de acompañamiento a la política privatista de Barbieri, a estas gestiones ahora solo les quedan reuniones de última hora para ver qué migajas pueden conseguir. Por eso en el día de ayer, antes de que finalicen las sesiones de los consejos directivos en Sociales y Filosofía, los decanos se retiraron horas antes para asistir a una reunión por el debate del presupuesto, según informaron fuentes oficiales de ambas facultades.

Aunque lleguen a rechazar el presupuesto que presente Barbieri, su resistencia más que aguante es de “bajo consumo”.

El camino para enfrentar el ajuste comenzó esta semana

El lunes comenzó el paro de los docentes universitarios a través de las clases públicas en distintas facultades de la UBA, las universidades del Comahue, Litoral y en colegios preuniversitarios. Entre estudiantes y docentes, trasladaron los cursos a los pasillos, halls, las calles y avenidas aledañas a los distintos establecimientos. A su vez, la lucha docente da impulso a la demanda por un boleto educativo gratuito que se expresó en dos movilizaciones de miles de jóvenes las últimas semanas en la Capital Federal. En La Plata la pelea por la aplicación de este derecho, que la gobernadora Vidal niega, también convocó a miles de estudiantes en las calles.

En el Conurbano, además de una fuerte campaña gráfica como en zona sur, hubo cortes de calles por el reclamo del boleto, como el de decenas de estudiantes de un terciario en zona oeste que protagonizaron un corte histórico de la ruta 3. Si a esto le sumamos los reclamos de los trabajadores no docentes, que el viernes irán al paro de actividades, estamos viendo el comienzo de la unidad entre los tres sectores que forman y sostienen la educación pública en general, y la superior en particular. ¿Cómo continuar? Para enfrentar el plan de ajuste del presidente Macri, es tarea de primer orden ir a un paro general de todos los trabajadores de los distintos sectores y gremios, junto a la juventud, por todas estas demandas. Este es uno de los planteos que hace la izquierda clasista y combativa de cara a la movilización que preparan para el próximo viernes, las cinco centrales sindicales.