La lista de la Franja Morada (Cambiemos) se quedó con la mayoría. Las minorías se repartieron entre las listas de la UES-MLI (PJ) y PO-CC. La lista de la Cámpora y la Mella no sacaron Consejeros.
Martes 7 de noviembre de 2017
A las 14 hs comenzó el acto electoral en la sede de Rectorado de la UBA. Con una ausencia, votaron 51 Consejeros/as Directivos/as de las 13 facultades a quienes serán Consejeros Superiores de la universidad por el claustro estudiantil para el período 2018-2020.
La lista 4 “Espacio Reformista” que impulsó la Franja Morada, agrupación estudiantil del gobierno nacional de Cambiemos y vinculada al actual Rector Alberto Barbieri, obtuvo 21 votos quedándose con la mayoría estudiantil (3 consejeros/as).
Las minorías (1 consejero/a cada una) se repartieron por igual cantidad de votos entre la lista 1 “UBA para todos” impulsada por las agrupaciones UES y MLI ligadas al PJ porteño, y la lista 2 “Democratización de la UBA”, alianza entre el Partido Obrero y la Corriente (CC) de FADU, ambas con 11 votos.
La lista 3 “Que la universidad se pinte de pueblo” que conformaron La Cámpora y La Mella (Patria Grande) obtuvo 8 votos, impidiendo obtener consejeros/as, y perdiendo la minoría en el Consejo que tenía esta última agrupación.
En presencia del Rector Barbieri (quien proviene del PJ y mantiene alianzas con sectores del radicalismo apoyando al gobierno de Macri), el secretario Mas Vélez (UCR) y otros miembros de la gestión universitaria como Yacobitti (UCR capital, recientemente elegido Vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y denunciado por malversación de fondos), se desarrolló una elección en menos de 45 minutos, un “trámite”, vaciada de contenido y discusiones políticas. Tanto el lunes en las elecciones de claustro de profesores y graduados, como en la de estudiantes del martes, no se discutieron los verdaderos problemas que atraviesan a las grandes mayorías que mueven la universidad día a día, donde 3 de cada 4 estudiantes no se reciben y un 60% de los/as docentes no reciben renta alguna (mal llamados ad honorem). Una muestra más del modelo de universidad para pocos, guiado por una lógica meritocrática y sostenido por un régimen profundamente anti democrático.
Cuando Macri pide un “esfuerzo” a las universidades públicas para que paguen el ajuste y está planeando una reforma educativa feroz,el antidemocrático régimen universitario gobernado por radicales y peronistas al servicio del gobierno nacional de turno se puso en funcionamiento para mantener los privilegios de una casta y su propia reproducción: rentas y concursos para un puñado de docentes, elecciones indirectas y votos ponderados, sobrerrepresentación del claustro docente y de los decanos.
Por el contrario, las agrupaciones En Clave ROJA y la Juventud del PTS, vienen denunciando los planes de la reforma educativa, que fortalecería un modelo de universidad ya de por sí excluyente para la enorme mayoría de los jóvenes, que no garantiza las condiciones de ingreso ni permanencia (como becas u oferta horaria), y precariza a miles de trabajadores docentes y no docentes. Por esto proponen no solo democratizar el co-gobierno universitario, sino pelear por una universidad donde puedan acceder las familias trabajadoras y el conocimiento se puesto a su servicio y al de todos los sectores oprimidos.
En este sentido han expresado críticamente su voto a la lista conformada por el PO para que la Franja Morada no obtuviera el cuarto consejero, pero remarcando que este tipo de alianzas por cargos políticos no tiene ninguna base real para impulsar grandes transformaciones y tampoco comparte el principio de independencia política de las autoridades, que caracteriza al FIT. En el mismo sentido, las agrupaciones referenciadas en Nicolás del Caño y Myriam Bregman vienen planteando en todas las instancias de elección universitaria la necesidad de fortalecer el Frente de Izquierda en la universidad.
