Pandemia. UNAM avanza en pruebas rápidas para covid, pero le hacen falta recursos

En este diario hemos abordado continuamente un tema que hoy se vuelve de vida o muerte, el de la necesidad del aumento al presupuesto a las universidades, a la investigación científica, a terminar con la precarización laboral y mejorar las condiciones de estudio de todos los alumnos de las instituciones de educación superior del sistema público. Pero ¿por qué afirmamos que el tema universitario se ha vuelto de vida o muerte en este momento?

Pues además de todo lo que hemos denunciado antes, de que los trabajadores precarizados o despedidos injustamente de las universidades requieren acceso al seguro social, resulta que es en estas instituciones, donde se hace investigación médica, que podría brindar los elementos para controlar la actual pandemia.

El nudo problemático

En estos momentos, la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), está realizando experimentos para elaborar una prueba rápida de detección del Covid-19 para ser fabricada de forma masiva, lo cual brindaría una herramienta más para enfrentar a la enfermedad, el gran problema que ha tenido este proyecto es la falta de financiamiento. Catalina Stern, directora de la facultad antes mencionada, declaró que “la intención es que esa prueba sea accesible para la población, pero aun teniendo la tecnología no hay apoyo suficiente”.

Y es que la infraestructura no alcanza y tampoco hay suficiente equipo, ni insumos, además de que los estudiantes (de licenciatura y posgrado) que trabajan en el proyecto, lo hacen sin paga y sin garantía de conseguir un empleo estable, porque no se han generado nuevas plazas para contratarlos y que sigan investigando algo tan importante.

Esta información fue dada a conocer ante diputados federales, en el Foro de Innovación Biotecnológica en México, convocado por la Comisión de Ciencia. En donde investigadores aprovecharon para señalar la necesidad de inversión, ya que sin ella México quedará rezagado en el acceso a las tecnologías que permitan desarrollar curas, vacunas y pruebas para terminar con el Covid-19.

La académica destacó que estas pruebas rápidas han sido desarrolladas gracias a científicos como Tatiana Fiordesio y Mathieu Hautefeuille que forman parte de un equipo de 30 personas, quienes desde 2014 vienen trabajando en este proyecto que hoy está rindiendo los primeros frutos y por esa razón fueron premiados, lo cual muestra que no empezaron ayer ni hace una semana. Es decir, esto se tuvo que haber apoyado desde hace mucho tiempo, sin embargo, los apoyos llegaron apenas hace sólo un mes, lo cual habla mal de anteriores gobiernos y de este, que da continuidad a la política de abandono, eso nos hace preguntarnos ¿Cuáles fueron las prioridades de los anteriores gobiernos y cuáles son las de este? ¿Por qué no les han garantizado una plaza y mayor presupuesto a investigaciones tan importantes?

En el mismo foro, Brenda Valderrama Blanco, de la Red Pro Ciencia MX y presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias de Morelos, denunció que este año casi la mitad de la planta de investigación biotecnológica se quedó sin presupuesto, lo que pone en riesgo los recursos para el próximo año. Además, se destacó que en este país hay tres mil biotecnólogos, pero sólo uno de cada seis recibirá los recursos necesarios y ni siquiera completos, los que sí lo reciban será sólo la mitad de lo de antes (por la austeridad republicana).

Por una ciencia y un trabajo dignos

Lo que hizo la pandemia no fue crear la crisis que vivimos actualmente, más bien la agudizó, pero sobre todo develo las condiciones sociales de desigualdad, explotación y abandono de proyectos tan importantes como la educación pública superior y la investigación científica, por ejemplo, estudiantes de la UNAM de varios niveles denunciaron eso en un primer momento. Además, al respecto, Docentes de la Asamblea de Profesores de Asignatura en Lucha de la UACM han denunciado públicamente de las condiciones de precarización laboral en las universidades, sin que hasta la fecha las autoridades los hayan querido escuchar.

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También existen otros ejemplos, como la pasada huelga de la UAM, la actual huelga del STUACH, la denuncia de la quiebra técnica de 11 universidades públicas del país, entre otros muchos casos, donde la realidad es que el gobierno de la 4T se ha negado sistemáticamente a reforzar la educación superior. Incluso a pesar de la creación de 100 universidades (que no están ni cerca de ser las 100) del bienestar que tanto presume el gobierno, en ellas tampoco existen condiciones dignas ni de estudio ni de trabajo, como lo ha revelado el actual paro de la Escuela de Derecho Ponciano Arriaga (EDPA), donde las autoridades no han resuelto nada.

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Está claro que se requiere un mayor presupuesto para la educación pública para desarrollar proyectos que beneficien a las mayorías junto con condiciones dignas de trabajo, sin embargo, los trabajadores no podemos esperar que esto sea un amable regalo de ningún gobierno, aunque se pinte de progresista, como es el caso del Morena. Es necesario plantearle exigencias para que las demandas populares queden satisfechas, pero eso sólo será fruto de la organización independiente, por esa razón nos sumamos al llamado que los profesores de asignatura de la UACM hacen para conformar un Frente Nacional Contra la Precarización Laboral.

Es necesario que construyamos un espacio de organización que defienda los intereses de los trabajadores, las mujeres y la juventud, que pugne por mayores recursos a las universidades y se los quite a la Guardia Nacional (GN), ya que el desarrollo de biotecnología para tratar el Covid-19 es mucho más importante que tener soldados en las calles. Además, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su campaña prometió lo contrario de lo que está haciendo, más universidades y que el Ejército regresaría a los cuarteles.