Se anunció la creación de un estatuto para el Centro de Estudiantes por parte de estas agrupaciones, que deja por fuera la participación estudiantil. Una primera respuesta de la izquierda.
Martes 30 de agosto de 2016
Avanza - La UES, la agrupación del PJ en la facultad de Ciencias Sociales (UBA) que actualmente conduce el Centro de Estudiantes (CECSo), comunicó por las redes sociales que su plataforma electoral consistirá en avanzar hacia la creación de un estatuto de funcionamiento y regulación del Centro.
Las propuestas son publicadas previamente a las elecciones y no contemplan ningún proceso de discusión estudiantil.
Los ‘usos y costumbres’ que viene a barrer este intento de la UES
Cualquier estudiante que haya ingresado a Sociales en los últimos dos o tres años puede desconocer tranquilamente la trayectoria de la UES, que durante años se dedicó a boicotear el Centro de Estudiantes. Por ejemplo, a lo largo del proceso estudiantil de 2010 para conseguir el edificio único, en el que finalmente hoy cursamos las cinco carreras de Sociales.
Ese proceso, fue sólo uno de los tantos que vivió nuestra Facultad en los últimos diez años, esos a los que hace mención La UES en el comunicado que circularon por Facebook. El Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires ha sido una enorme referencia en la pelea por defender la educación pública; en la unidad junto a nuestros docentes y no docentes; en llevar solidaridad a trabajadores y trabajadoras que se organizaban ante algún ataque.
Son esos los “usos y costumbres” de los que reniegan aquéllos que dieron la espalda a esos acontecimientos porque sus intereses estaban -y están- ligados a la corriente del peronismo MUNAP, que representan funcionarios políticos como Daniel Filmus.
Aquel conflicto que mencionamos de 2010, donde conquistamos el reclamo histórico por un edificio único para Sociales, fue el punto de partida para conocer en primera persona las orientaciones políticas de las tantas agrupaciones que existen en la facultad; allí donde la mayoría de los estudiantes que participábamos, superábamos en cantidad a los militantes organizados, donde supimos identificar en algunos aliados y en otros claros enemigos. No hace falta hurgar demasiado para descubar que lo que para nosotros fue un gran triunfo, para la UES se trataba de una despreciable derrota.
Quien es quien en el juego de la “transparencia”
El mismo diario La Nación (13/09/2015) )decía el año pasado que “La lista, compuesta por La Cámpora, la UES (MUNAP), Nuevo Encuentro, CUPP, Movimiento Universitario Evita y Peronismo Militante, fue uno de los frentes que apoyaron a Alberto Barbieri cuando fue elegido rector de la UBA”.
En su prontuario, Barbieri tiene muchas manchas, pero hay dos que son ineludibles: fue el rector que designó y protegió al ex Side Darío Richarte como vicerrector de la UBA, al que denunciamos desde los Centros de Estudiantes combativos en 2014 y conseguimos su renuncia. Y, por otra parte, es uno de los hombres cercanos de Scioli, candidato a ministro de Educación si el FPV ganaba las elecciones, y de estrechas relaciones con el ex Ministro de Planificación, Julio de Vido.
Alberto Barbieri, además, fue hasta hace muy poco la excusa por la cual La Cámpora se negaba a armar una alianza con la UES, denunciando -cínicamente- el apoyo que esta agrupación le brindaba al ahora rector. Poco tiempo después, esas diferencias “tan profundas”, resultaron mínimas. En 2015, tanto La Cámpora como la UES buscaron alinearon conjuntamente al CECSo con las autoridades de la Facultad y el Rectorado.
¿Un estatuto por decreto? ¿O uno donde todos los estudiantes tengamos voz?
Apurado por los tiempos electorales, el PJ sale a las apuradas a querer imponer un estatuto hecho a su imagen y semejanza, con el objetivo de cerrar el debate que necesitamos en cada curso.
Sabiendo que los Centros de Estudiantes no se limitan exclusivamente a su conducción, la Juventud del PTS en el Frente de Izquierda siempre planteó la necesidad de un proceso estatuyente para fortalecer nuestra herramienta política. Además, siempre hicimos hincapié en la necesidad de que sea sobre la base de un proceso democrático, de participación y discusión del conjunto de los estudiantes.
El estatuto que pensamos tiene que contemplar a las minorías políticas, así como también se tienen que sortear el 100% de los puestos de trabajo de la Secretaría de Publicaciones en el camino de conquistar que las autoridades se hagan cargo de los apuntes. Ésta es la única manera de dejar atrás los Centros de Estudiantes tal como los ideó la Franja Morada y que transformaron a nuestro espacio de organización en secretarias institucionales, que brindan servicios y ponen algunos parches sobre lo que no hacen el Estado y las autoridades.
En las próximas semanas, este debate tiene que recorrer cada aula, preparando comisiones y debates democráticos sobre el funcionamiento del Centro de Estudiantes.
Sólo organizándonos democráticamente, independientemente de las autoridades y del gobierno, podremos enfrentar al gobierno de Macri junto a los trabajadores.