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Red Internacional
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Universidad. UNQ: a medida del plan de Milei, el rectorado anuncia recorte en la oferta académica

El congelamiento de los presupuestos educativos que impuso Milei empezó a tener importantes consecuencias aún sin iniciarse las clases. En la UNQ las autoridades anunciaron que se van a reducir las cursadas ofrecidas en el primer cuatrimestre. Primeras respuestas y el debate sobre cómo enfrentarlo.

Lunes 12 de febrero 15:15

El viernes al mediodía comenzó a circular un comunicado firmado por el rectorado de la UNQ donde anunciaron que en las próximas inscripciones, previstas para fin de este mes, los estudiantes de la universidad sólo podrán anotarse en dos materias. Esto implica de hecho que la oferta académica va a ser más reducida que los años anteriores. Con un agregado particular: el comunicado aclara que quienes estudien a distancia (en la Universidad Virtual de Quilmes, que es arancelada) podrán cursar 3 materias.

Anuncian que el recorte es producto del congelamiento de los presupuestos universitarios que determinó el gobierno de Javier Milei. Durante su campaña, el actual presidente planteó un programa de privatización de la educación superior. Si bien aún no se presentó ningún proyecto en ese sentido, en 2024 todas las universidades nacionales van a recibir el mismo presupuesto que en 2023, con una inflación del 211% mediante. En enero, el recorte a las universidades fue de $30 mil millones. Empiezan a sentirse las consecuencias.

El rectorado frente al ataque de Milei

El anuncio del rectorado, que encabezan Alfredo Alfonso y Alejandra Zinni, denuncia el recorte y notifica que además “Ya no será posible costear cursos adicionales y contratos de docentes extra” y finaliza “lamentando” tener que adoptar esas medidas y exhortando a las autoridades nacionales a revertir la decisión.

En la misma línea fueron las declaraciones de los Centros de Estudiantes, en manos del kirchnerismo y el peronismo que gobierna el distrito y está a la cabeza de la universidad. Es decir, denuncias correctas y ninguna propuesta para enfrentar un gobierno abiertamente enemigo de la universidad pública.

Lo que están proponiendo quienes deberían estar a la cabeza de defender la educación pública es resignarnos y esperar a que el gobierno anuncie nuevas medidas, cómo si eso fuese posible con comunicados. Su denuncia no va acompañada de ningún llamado a la acción. Mientras cientos de estudiantes se van a quedar afuera de la universidad, el rectorado termina siendo quien gestiona el terrible ajuste de Milei. Del otro lado el Centro de Estudiantes lo deja correr.

¿Y los Centros de Estudiantes?

En línea con sus dirigentes nacionales, tanto La Cámpora como el PJ que conducen los espacios de representación estudiantil, desisten de toda lucha seria antes de empezarla, dejando para muy lejano 2027 la solución a la profunda crisis en la que están sumidos los trabajadores y la educación. En el camino, la vía queda libre para seguir arrebatandonos derechos.

Las conclusiones de los primeros dos meses del gobierno de Milei, sin embargo, nos muestran un escenario muy distinto a la espera pasiva de las próximas elecciones ejecutivas. La caída de la Ley Ómnibus, muestra la profunda debilidad del gobierno -que no cuenta con mayoría parlamentaria (a pesar del generoso aporte de la UCR - Franja Morada) ni con gobernadores aliados- y la fuerza de las calles para enfrentar sus medidas. Las asambleas de vecinos y estudiantes autoconvocados estuvieron dando una enorme batalla en Congreso junto a los partidos y organizaciones de izquierda.

A partir del 20 de diciembre se están desarrollando en todo el país asambleas barriales y cacerolazos, que se organizan de manera democrática, desde abajo y coordinan entre sí para enfrentar el plan de Milei. En el conurbano hay decenas que fueron protagonistas de las jornadas contra la Ley Ómnibus. En Quilmes, los cacerolazos y la asamblea barrial surgieron a partir de la iniciativa de estudiantes auroconvocados de la universidad. Este miércoles hay una nueva convocatoria.

Los “Estudiantes autoconvocados contra el DNU y la Ley Ómnibus” se reunieron en asamblea durante en verano, preparando su participación con el polo independiente en el paro del 24 de enero y siendo quienes llamaron al primer cacerolazo de vecinos, que luego se desarrollo en la Asamblea de la Plaza de Quilmes y va por su tercer encuentro. Estuvieron presentes en todas las jornadas de Congreso contra la ley Omnibus. El Centro de Estudiantes, por su parte, no participó en ninguna de sus convocatorias.

El viernes pasado los autoconvocados respondieron horas después del anuncio del rectorado para repudiar esta medida. Con campañas de fotos, discutiendo con sus compañeros de cursadas, sumando cada vez más fuerzas al espacio para defender la educación pública y exigiendo a los Centros de Estudiantes que se pongan a la cabeza. Se gesta una fuerza para enfrentar al gobierno. El desarrollo de estos espacios en las últimas semanas nos muestra que son clave para frenar las medidas. En unidad, coordinados y en forma democrática, como se escuchó en plaza Congreso: las asambleas le enseñan cómo luchar a la CGT. En las universidades tienen el desafío de imponer a las conducciones peronistas que terminen con la resignación cómplice y se sumen a enfrentar a quienes nos quieren arrebatar nuestro derecho a estudiar.