Este miércoles 28 se reunió el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Quilmes. Allí se declaró la emergencia económica, en el marco del ajuste de Milei, pero los consejeros del peronismo se negaron a retroceder en los recortes a estudiantes y trabajadores. ¿Qué planteamos desde la Juventud del PTS?
Viernes 1ro de marzo 16:49
Con decenas de estudiantes y trabajadorxs reunidos fuera del rectorado en rechazo a las medidas tomadas por el Rectorado de la Universidad Nacional de Quilmes, el Consejo Superior sesionó este miércoles 28. El eje del debate estuvo en la crítica situación que atraviesan las universidades públicas, producto del congelamiento del presupuesto decretado por el presidente Javier Milei. Manteniendo el mismo que el pasado año pero con una inflamación brutal que ahoga a las universidades.
Frente a esta situación, Julieta Moreno, la consejera estudiantil de En Clave Roja-PTS presentó un proyecto para declarar el estado de alerta y movilización para enfrentar los ataques, apostando a la más amplia organización de toda la comunidad universitaria. El inmediato retroceso en las medidas que perjudican a los estudiantes, como el recorte de la oferta académica y las medidas que afectan a los trabajadores docentes y del personal administrativo y de servicios, cómo la quita de horas extras, la quita del plus vacacional al salario. Junto a la exigencia de presupuesto al gobierno nacional.
Tanto el Rector Alfredo Alfonso como los consejeros que responden a las distintas alas del peronismo y la Franja Morada votaron en contra. Ese mismo día, llegó a la comunidad educativa mediante un reportaje en un diario al rector de la universidad -sin ninguna comunicación oficial- que una serie de cursos que hasta ahora son gratuitos van a pasar a ser arancelados. No hay hasta el momento más información al respecto, que implicaría el avance de la privatización en áreas de la UNQ.
Sobre este tema, Julieta Moreno declaró: “Es increíble que la solución que da el rectorado a esta situación sea hacer auto-recortes en la universidad, recortar oferta académica y avanzar en arancelar cursos. No podemos naturalizar que ante los ataques de Milei la respuesta sea adaptarse al ajuste. A diferencia de los dirigentes de los Centros de Estudiantes y sindicatos peronistas, les estudiantes y trabajadores nos convocamos en las puertas del rectorado porque el congelamiento de presupuesto del Gobierno Nacional ya se viene sintiendo desde principios del mes de febrero cuando las autoridades anunciaron que se reducen las cursadas. Estos ajustes no los podemos permitir. Tenemos que tomar el ejemplo de las asambleas autoconvocadas para pensar una verdadera respuesta a los problemas actuales mediante una organización democrática. "Los estudiantes autoconvocadxs en contra del DNU" fuimos los primeros en llamar a un cacerolazo en la localidad de Quilmes en el mes de enero, y junto con la asamblea de vecinos, en coordinación con las asambleas de toda Zona Sur y la izquierda, estuvimos en la primera línea de tirar atrás la nefasta Ley Ómnibus, con la organización democrática y la movilización callejera. Esas jornadas hubiesen sido muchísimo más numerosas si se hubieran convocado los centros de estudiantes y sindicatos. Y si se hubiese acompañado con un paro general.”
“En todo el país nos vemos muy afectados por la suba en el transporte público. Tarifas de tren y colectivo impagables, a lo que el gobierno de Kicillof responde que sólo se les otorgará el boleto estudiantil a quienes tengan un mínimo de tres materias aprobadas en el último año. ¿Cuántos quedan afuera?. Les trabajadores no docentes de la Universidad Nacional de Quilmes también vienen siendo afectados por decisiones unilaterales del rector, tales como la reducción de las horas extras y el recorte del plus vacacional, del cual se enteraron vía mail, sin ningún tipo de explicación. En un contexto dónde no hay salario que alcance. ¿Cómo es posible adecuarse a un gobierno que amenaza con eliminar la educación pública? La única forma de defender este derecho es con un plan de lucha, exigiendo a las centrales sindicales un paro general, para enfrentar los enormes ataques de este gobierno, y exigiendo a los centros de estudiantes que se pongan a la cabeza de organizar la resistencia estudiantil. No sé puede esperar un minuto más. Para evitar que Milei le pase la motosierra a nuestra universidad, hay que evitar todo tipo de recorte” agregó.
¿Y la emergencia económica?
La gestión de la universidad, con sus consejeros y la consejera de la Franja Morada, decidieron votar un proyecto que pasó por la Comisión de planificación y presupuesto en una sesión extraordinaria tan sólo unas horas antes de la sesión de Consejo Superior. En ese proyecto se declaró la emergencia económica y presupuestaria hasta el 31 de diciembre de 2024.
Pero ¿qué implica la “emergencia”? Este concepto se utiliza, cómo ha pasado en otras universidades, para otorgar ciertas facultades (las conocidas “extraordinarias”) a las autoridades, facultades que en un estado normal tienen que atravesar organismos democráticos como las Comisiones y las sesiones del Consejo Superior, para tomar decisiones sin consultar ni escuchar a los y las afectadxs. El proyecto votado no deja en claro si declarar esta emergencia económica conlleva que se le otorguen facultades extraordinarias al rector.
La consejera estudiantil de En Clave Roja junto con la de UNQATE reclamaron que se clarifique esta situación, sin embargo se negaron a dar garantías de que no se otorgarán facultades extraordinarias al mismo rector que decidió de manera unilateral recortar las horas extras y el plus vacacional de sus trabajadores, y recortar la oferta académica cómo ya había denunciando Brenda, consejera de En Clave Roja-JPTS, en el consejo departamental de Sociales del 15 de febrero. Presentando un proyecto para rechazar esta medida, pero que los consejeros se negaron a tratar.
¿No hay plata?
El principal argumento de este gobierno enemigo de la educación pública para congelar el presupuesto es que “no hay plata”. Sin embargo, con la devaluación y la liberación de precios, $1.128.278.000.000 de pesos (más de 1.1 billones) pasaron de lxs trabajadorxs a las empresas. Se la llevaron en pala las alimenticias, supermercados y las empresas energéticas. Ni hablar del FMI que saquea todos nuestros recursos. Si lxs empresarios se vuelven más millonarios ¿por qué lxs estudiantes tenemos que postergar nuestros estudios? ¿Porque tenemos que aceptar que vayan recortando cada vez más nuestra universidad?
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¿Cómo defendemos la universidad pública?
Tenemos que tomar el ejemplo de las asambleas barriales que se coordinan y votar acciones de forma democrática para pelear por retroceder en la reducción de materias, retroceder en el recorte a los trabajadores docentes y del personal administrativo y de servicios de la Universidad en perspectiva de una lucha por defender nuestro derecho a la educación pública. No podemos permitir ningún tipo de arancelamiento. No sólo pelear que se actualice el presupuesto sino que haya más plata para las becas de les estudiantes, porque en esta situación económica los pibes no pueden estudiar. Que haya un boleto educativo gratuito para todos. La salida es con instancias democráticas dónde todos tengan voz y voto, con medidas de lucha, movilizados, con asambleas para poner de pie, en unidad, a toda la comunidad universitaria. Estudiantes, docentes, trabajadores. Ahí es donde deberían estar los centros de estudiantes, no apoyando los recortes del rectorado.
Este viernes 1 de marzo se reabre el congreso y se realizará una manifestación y “molinetazo” contra el tarifazo. En Constitución, y otras estaciones como Once y Retiro. Para luego movilizar al congreso. Es una oportunidad para confluir con todos los sectores afectados por este ajuste. Desde nuestro espacio seguimos exigiendo la participación de nuestros Centros de Estudiantes.