En concordancia con las políticas de refuerzo del aparato represivo impulsadas por Scioli, el gobierno de la Universidad Nacional de Quilmes, presidido por el kirchnerista Mario Lozano, firmó un convenio con la ex SIDE con el objetivo de reclutar personal para la Agencia Federal de Inteligencia.
Martes 1ro de septiembre de 2015
A través de la página web de la UNQui, los estudiantes fueron informados del convenio celebrado entre esta institución y Agencia Federal de Inteligencia (AFI ex SIDE) que tiene el fin de reclutar oficiales de seguridad y de inteligencia, entre otros. La universidad sería utilizada como medio para este reclutamiento.
Los métodos utilizados por la gestión de la Universidad para decidir el uso de los recursos e instalaciones de la institución a espaldas de la comunidad estudiantil no son novedad. Hace menos de un año la Asamblea Universitaria, presidida por el rector Mario Lozano, acordó un convenio para ser parte de la formación de la policía comunal, firmado en una reunión de la que se excluyo a los estudiantes tras el repudio que generó el acuerdo. La creación de la Escuela de Artes (cuyas consecuencias aún no son claras) se sucedió con métodos similares.
En esta ocasión, la Universidad es puesta al servicio del organismo máximo de espionaje estatal en nuestro país: solo las fuerzas armadas y de seguridad cuentan con más de 5000 agentes de inteligencia, mientras la AFI cuenta con 2500 agentes, informantes, colaboradores inorgánicos y buchones.
En la UNQ se están reclutando, entre otros cargos, a cincuenta oficiales de inteligencia entre cuyas tareas de encuentra asistir en la organización y realización integral de las diversas tareas de obtención y reunión de información. Los aspirantes a ocupar tareas de inteligencia, como custodios o como apoyo (administrativos, docentes o investigadores) recibirán un “beca-estímulo” que ronda los 7000 pesos.
Este acuerdo demuestra que esos números no van a hacer más que subir. En el presupuesto 2015 la ex SIDE tiene asignados 800 millones de pesos, un 16.22% más que en 2014 y el Ministerio de Defensa tiene una asignación en 2015 de 836 millones. En total el Presupuesto Nacional 2015 destina 2.410 millones para el financiamiento de tareas de inteligencia. Por otra parte, el presupuesto de Seguridad aumento un 66% respecto al 2014, mientras que en el caso del presupuesto destinado a educación el aumento rondó el 16%. Las prioridades del oficialismo y sus aliados son claras.
Los primeros avances de este reforzamiento del aparato represivo ya están a la vista: la policía comunal (que cuenta con 9000 efectivos que se duplicarán hacia fin de año) está involucrada en la nefasta tradición del gatillo fácil: el pasado viernes un estudiante de psicología de La Plata fue baleado por un agente de civil. También participan de la persecución a jóvenes, como se vio en Campana.
Hace una semana se iniciaban acciones legales en Bahía Blanca hacia un oficial subinspector de la Bonaerense que se infiltro en agrupaciones políticas de la Universidad del Sur con el fin de localizar a los autores de un afiche que retrataba al juez y docente de la UNS Néstor Monzantti (sometido a juicio académico por su rol en la dictadura) con una gorra militar. El proyecto X, denunciado en 2011 por el CeProDH (Centro de Profesionales Por los Derechos Humanos), recabó información sobre delegados clasistas y organizaciones políticas con el fin de involucrarlos en causas armadas.
La disolución de la SIDE no modificará las prácticas de espionaje. Como denunció el candidato a presidente por el FIT, Nicolás del Caño, “la AFI se creó sobre la base de casi la totalidad del siniestro personal de la ex SIDE y los archivos tanto de la dictadura como del atentado a la AMIA continúan en secreto”.
Ni el oficialismo ni la oposición patronal pretenden desarmar estas organizaciones mafiosas. Scioli llenó la provincia de Buenos Aires de policía, Massa invadió el conurbano con cámaras y Macri es el artífice de una de las fuerzas de seguridad más cuestionadas, la Metropolitana. La represión y la persecución son política común de los candidatos que gobiernan en pos de los intereses de los empresarios.
Carolina Pogonza de la Secretaría de Género y Diversidad del CECSEA, finalizó: "Se debe luchar por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. No les hace falta espiarnos para saber que los vamos a combatir".