"El primer gran test para Furlán", titulaban los diarios y las páginas gremiales, pero la "nueva" conducción de la UOM de Furlan y Brunelli, finalmente demostró que juega en el mismo equipo que Caló. El acuerdo alcanzado hace algunas horas consta del adelantamiento del 12% de octubre para agosto y otro 20% en dos cuotas en octubre y en noviembre.
Martes 26 de julio de 2022 16:36

"El primer gran test para Furlán", titulaban los diarios y las páginas gremiales, pero la "nueva" conducción de la UOM de Furlan y Brunelli, finalmente demostró que juega en el mismo equipo que Caló. El acuerdo alcanzado hace algunas horas consta del adelantamiento del 12% de octubre para agosto y otro 20% en dos cuotas en octubre y en noviembre.
Este acuerdo sigue ubicando al convenio metalúrgico cómo el más bajo de la industria. Dejando cientos de miles de trabajadores por debajo de la línea de pobreza, mientras que empresarios como Paolo Rocca, se quedaron con la millonaria licitación del gasoducto Néstor Kirchner. Así es la ecuación en el gremio industrial más numeroso del país, empresarios ricos, trabajadores pobres. Hace décadas que la UOM no realiza un paro contundente, mucho menos un plan de lucha acorde a las necesidades. Éstos son los resultados.
Lejos está de ser responsabilidad de las bases, que demostraron que hay disposición a la lucha y a participar. Ya lo hicieron en marzo, cuando se firmo el acuerdo que le costó la cabeza a Antonio Caló, donde nadie tuvo oportunidad de discutir en asambleas ni mucho menos, que porcentaje reclamar. El malestar contra el heredero de Lorenzo Miguel era creciente y con buen olfato de preservación, un sector de la conducción nacional mas cercano al "Kirchnerismo" que al "Albertismo" cómo lo era Caló, tomó las riendas del secretariado nacional y en varias seccionales.
Te puede interesar: El fracaso de las paritarias
Te puede interesar: El fracaso de las paritarias
El cambio de conducción, no despertó grandes expectativas, pero sí logró aplacar el creciente malestar. Con la actual crisis inflacionaria, cambio de ministros, y la incertidumbre reinante, ese malestar, se reflotó en varias empresas de distintas seccionales del país. Viendo esto, la conducción de la UOM, llamó a movilizar los cuerpos de delegados, pero sin mayor participación de las bases. Ahora también llaman, junto a la CGT, a la marcha del 17 de agosto a favor del gobierno.
La amenaza de paro sobrevoló la última semana por todas las fábricas, pero la desconfianza e incredulidad que da la experiencia, ganaban terreno. Hace años que la UOM no realiza un paro real y contundente. Es por eso, que nuestros salarios tocaron pisos históricos. Luego de varios cuartos intermedios, la burocracia de Furlán, firma nuevamente por debajo de los pronósticos de inflación para el año. Con porcentajes bajos, en cómodas cuotas y referenciados en el salario congelado de marzo 2022.
Es así que se alcanza el adelantamiento de la cuota de octubre para agosto, un 12%. Otro 10 para octubre y otro en Noviembre. Dejando para febrero una cláusula de revisión. Los anuncios hablan de un 65% de aumento anual, pero si lo anualizamos verdaderamente, ese porcentaje es mucho menor, ya que no se recibió un 65% desde marzo, sino que fue por goteo y detrás de la inflación real.
Largas jornadas de 12 o 14 hs son necesarias para poder conformar un salario que no alcanza, mientras que miles de trabajadores se encuentran desocupados, teniendo que subsistir con un subsidio que alcanza menos. Por eso invierten millones de pesos y miles de horas en querer dividirnos y enfrentarnos.
Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas venimos impulsando en cada lugar de trabajo, la necesidad de organizarnos democráticamente, exigiendo asambleas y mandatos de base a los delegados, comisiones internas y comisiones directivas para que lleven la voz de los metalúrgicos. Para que de esas asambleas salgan resoluciones a nuestros problemas. Sabemos que la crisis produce un efecto aleccionador en la base obrera y que el miedo a perder lo poco que se tiene influye mucho. Pero también sabemos que hoy son miles los que están saliendo a luchar por sus derechos. Es necesario que los trabajadores ocupados, luchemos por un salario acorde a la canasta familiar, cómo así también, que luchemos por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el sueldo, para que se generen miles de puestos genuinos y lograr la tan temida unidad de los que luchan.