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Red Internacional
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Mundo Obrero Y política. UOM: funcionarios y burócratas millonarios, trabajadores precarizados

El bolso más famoso del país, el de los más 8.000.000 de dólares de López, equivale a 992 años de trabajo de un trabajador metalúrgico.

Martes 28 de junio de 2016

Fotografía: Enfoque Rojo // Vierja Ph

En las últimas semanas en las fábricas metalúrgicas la Copa América y la renuncia de Messi a la Selección fue tema ineludible de conversación en cuanto a lo deportivo. Pero también, en el plano político lo que se discutió en cada almuerzo y pasillo fueron los casos de corrupción que azotan a varios exfuncionarios del gobierno Kirchnerista, tema que pone en tela de juicio la corrupción cotidiana, la del día a día y de la que “todos somos parte” dicen los defensores del sentido común.

Lo cierto es que la corrupción es inherente al capitalismo y además de existir en funcionarios o ex funcionarios, también está presente en el movimiento obrero y encuentra a sus protagonistas en la burocracia sindical de los distintos gremios.

El caso que resonó en todos los medios, y por ende en las fábricas, fue el indignante caso de José López, quien fue encontrado tirando bolsas a un convento con más de 8.000.000 de dólares, una cifra exorbitante de por sí y que equivale a 992 años de salario de un obrero metalúrgico. Pero también por más que la “corpo” desde hace días que sólo muestra los casos de corrupción de quienes fueron parte del gobierno kirchnerista, si miramos hacia “la vereda de enfrente”, basta con refrescar la memoria para recordar los Panama Papers, caso en el que el actual presidente está implicado, o los $ 110.000.000 que declaró Mauricio Macri, solo es una parte de su fortuna, que equivalen a 900 años de trabajo asalariado de un metalúrgico. Nada tienen que ver sus vidas con la de los trabajadores.

Pero el tema de la corrupción y las condiciones de vida opuestas a las de las grandes mayorías no es sólo para los funcionarios del Estado, la burocracia sindical no sólo que negocia con ellos para frenar la fuerza que tienen los trabajadores organizados, sino que también se enriquecen a costa de permanecer por años y años en la cúpula de los sindicatos. La UOM es uno de estos casos, los aportes que descuentan a los asalariados metalúrgicos y que van directamente a las arcas del sindicato implican por ejemplo, que Antonio Caló, tenga un sueldo de $ 118.000, lo que equivale a lo que gana un obrero en un año.

El jefe de la UOM tampoco se queda afuera de la lista de líderes sindicales complicados con la justicia, con lo que solo basta ver sus modos de vida para entender que algo raro hay. Antonio Caló está procesado junto a toda la cúpula del sindicato de los metalúrgicos por evasión. El abogado de la central, Segundo Pantaleón Córdoba, fue encontrado en 2011 con 800.000 dólares en una valija entrando a Uruguay, según el mismo abogado, el dinero vendría del que se repartían entre los dirigentes nacionales, provenientes de la recaudación que los afiliados metalúrgicos le pagan al Instituto de Seguros S.A. en concepto de seguros de vida y sepelio. Nuevamente, estas cifras, nada tienen que ver con la vida de quienes hacen funcionar a la industria metalúrgica, sus trabajadores. El dinero que se le secuestró al abogado de la UOM equivale a casi 100 años de trabajo de un obrero.

Podríamos analizar caso por caso pero sería interminable, y las cuentas no nos cierran a los metalúrgicos. Lo indudable es que los dirigentes que se dicen representarnos nos roban día a día a tal punto de vivir como ricos, y por lo tanto cuidar sus intereses. Patrones y sindicalistas millonarios, obreros pobres.

Por ello es necesario más que nunca levantar la consigna del PTS/Frente de Izquierda y que sus parlamentarios como Myiriam Bregman practican cotidianamente, que cada funcionario gane como un docente, y lo equivalente en una fábrica que cada sindicalista gane como un obrero, con mandatos revocables. Pero para eso es necesario dar la pelea más importante, porque nada podemos esperar de quienes se enriquecen a más no poder en las sillas del Congreso o en la de los sindicatos por años. Es necesaria la organización independiente de los trabajadores para barrer a estos expertos en corrupción y para conquistar sindicatos que representen a los trabajadores y no a los empresarios.