El gremio que conduce Roberto Fernández señaló que los colectivos vuelven a circular normalmente desde las 0 horas, aunque asegura que da plazo hasta el 25 de abril para que se pague el aumento acordado. El paro fue contundente y sigue el malestar en las líneas. Mostró que hay fuerzas para pelear por el salario, sin que el aumento sea pagado por tarifazos al pueblo o subsidios. Que la crisis la paguen los empresarios del transporte.
Jueves 11 de abril de 2024 21:30
En las últimas horas de la tarde de este jueves se conoció la decisión de la conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de suspender las medidas gremiales a partir de las 0 horas de este viernes 12. Lo hizo a través de un comunicado donde lanzó un nuevo “ultimátum” (otro más) a los empresarios para el pago de los aumentos salariales adeudados.
Allí señala que “se retomarán las tareas habituales a partir de las 00 horas del día de mañana 12 de abril, poniendo en conocimiento de las cámaras empresarias, así como de la autoridad de aplicación, que se establece como último plazo para hacer frente a las diferencias salariales adeudadas hasta el 25 de abril del corriente, fecha a partir de la cual, si no se encontraran acreditas, se retomará la retención de tareas”.
Además la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros confirmó que le descontarán el día de trabajo a los choferes que adhirieron hoy a la medida.
El anuncio llegó sorpresivamente a las terminales, donde se reunían los choferes y trabajadores ya que la medida consistía en una “retención de tareas”. Recordemos que la huelga fue por el incumplimiento de pago de los grupos empresarios de cumplir con el acta de paritaria firmada el pasado 2 de febrero, que determinó una base salarial de $987.000 a partir del 1 de marzo. Las patronales aprovecharon el justo reclamo para pedirle al gobierno que permita el aumento del boleto, que ya es inaccesible para muchas familias, o suba los subsidios. O sea, quieren seguir haciendo ganancias a costa de trabajadores y usuarios.
El gobierno se mantuvo duro. Está llevando adelante una guerra contra el salario, como muestra la no homologación de la paritaria de Camioneros. No quiere que se cumpla el acuerdo de la UTA pero su plan de ajuste implica también el recorte de subsidios. Esas contradicciones llevaron a la crisis de hoy.
La jornada de hoy mostró que la bronca de los trabajadores puede imponer un paro a sus conducciones y este puede “conmover la ciudad”. Pero también que hace falta mucho más para “conmover” el plan de Milei y el capital financiero. Porque además la burocracia sindical tampoco quiere cuestionar ese plan. Se trata, por eso, de un conflicto difícil. Solo si se pone en marcha toda la fuerza de quienes hacen funcionar el transporte colectivo se puede preparar una medida mucho más fuerte para el 25 de abril. Y falta algo más: esa dureza del gobierno y los grandes empresarios solo puede ser quebrada por medidas conjuntas de toda la clase trabajadora junto a los usuarios populares. Un plan de lucha que termine en la huelga general hasta derrotar todo el plan de Milei: la licuadora, la motosierra y todas sus leyes.
A la lucha del transporte hay que ubicarla dentro dentro de esa situación y ese camino. Y el paro nacional de la CGT, más allá de las intenciones de la conducción, puede ser utilizado por cada sector de trabajadores para unir sus reclamos, organizarse desde abajo e imponerle a los sindicatos y centrales obreras ese plan de lucha.
Desde la Agrupación Bordo de la UTA participaron de las medidas y resumieron en una declaración sus propuestas para la lucha: "Que paguen lo que corresponde ya. Paro y plan de lucha hasta ganar. Ningún descuento. Asambleas en todas las líneas para resolver todas las medidas. Ningún tarifazo! Que la crisis del transporte la paguen los empresarios ¡No el pueblo!”.
Al conocerse la decisión del gremio, en muchos sectores de trabajo se empezó a discutir cómo seguir.