Se trata de un golpe importante para el Kremlin ya que Kirillov es el general ruso de mayor rango que muere fuera del campo de batalla desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, y promete escalar la brutalidad de esta guerra reaccionaria, mientras se cumple el tiempo de descuento antes de la asunción de Trump.
Martes 17 de diciembre de 2024 11:40
El teniente general Igor Kirillov, jefe de las fuerzas de defensa nuclear, biológica y química de Rusia, murió junto a su asistente en una explosión en Moscú esta mañana.
Ucrania se adjudicó el ataque mediante las declaraciones de un funcionario a varios medios de comunicación en Kiev. Este lunes el servicio de seguridad interior de Ucrania había acusado a Kirillov de utilizar armas químicas prohibidas contra los ucranianos.
Se trata de un golpe importante para el Kremlin ya que Kirillov es el general ruso de mayor rango que muere fuera del campo de batalla desde la invasión rusa de Ucrania en 2022.
El servicio de investigación ruso clasificó inmediatamente el asesinato como un "acto terrorista" y el subdirector del Consejo de Seguridad de Rusia anunció una respuesta de iguales proporciones contra los altos dirigentes militares y políticos de Ucrania.
El asesinato de Kirillov tienen lugar en medio del "tiempo de descuento" que se han impuesto tanto Rusia como Ucrania para llegar en mejores condiciones al momento de la asunción de Trump cuando se supone este comenzará una ronda de negociaciones para un posible acuerdo. Sin embargo, este acuerdo implicará la posición de fuerzas que cada país tenga al momento de sentarse a la mesa. Esto no solo incluye la ocupación de territorios de cada una de las tropas en el otro país sino también su posición estratégica a nivel mundial. Y en el caso de Rusia este viene de tener un duro golpe tras la caída de su aliado, Al Assad, en Siria.
Como escribe Edward Fishman, de la Universidad de Columbia, en este artículo del Council on Foreign Relations (CFR) "Para que Estados Unidos tenga alguna esperanza de negociar una paz justa, el primer paso es darle a Putin un incentivo más fuerte para terminar la guerra en términos que no estén a la altura de sus objetivos maximalistas. La manera más eficaz de hacerlo es alterar su percepción de que el tiempo juega a su favor, endureciendo las sanciones y acelerando el cronograma del ajuste de cuentas económico de Rusia".
Es decir, bajar las expectativas de Putin en cuanto a su posición en una mesa de negociación. La derrota en Siria y el asesinato de Kirillov (con manos ucranianas y sello de la OTAN), son un duro revés para el Kremlin. Sin embargo, este "tiempo de descuento" para cada una de las partes no hace más que compactar los tiempos de la guerra, volviéndolos más violentos y también más peligrosos, alentando una escalada. Ataques de este tipo juegan con fuego en el marco de un conflicto reaccionario por donde se lo mire, que ya volvió a instalar una guerra interestatal en el corazón de Europa.