En la noche del 15 de septiembre se dio oficialmente el “Grito de Independencia” en la capital de Chihuahua con Javier Corral Jurado como gobernador del estado, destacándose por ser el último aniversario independentista de su gestión gubernamental. Es importante recordar que el evento se da con un alto grado de polarización y violencia entre el estado y la federación.
Jueves 17 de septiembre de 2020
La conmemoración 210 de la gesta de Independencia ocurre dentro de un marco de alta polarización entre los gobiernos de la 4T, representados por Andrés Manuel López Obrador y el panismo exacerbado de Corral Jurado, quien en su discurso se proclamó de nuevo, a nombre de un “nuevo” federalismo en el país.
“¡Vivas! por la defensa del federalismo en el país y otro por el Estado libre y soberano de Chihuahua”, arengó el representante gubernamental.
Larga es la lista de desenlaces y desencuentros entre la federación y el estado de Chihuahua, en donde los sentimientos independentistas son excitados desde el balcón gubernamental.
En nuestros días, dos conflictos abonan en dicho sentido, comenzando con la problemática por el recurso hídrico, en particular las reyertas en la presa La Boquilla, en San Francisco de Conchos, en donde la población campesina, jornalera y ejidataria de la región centro-sur del estado arremetió contra elementos de la guardia nacional quienes estaban al resguardo de las presas en el estado. Lograron expulsarlos, con un saldo negativo de una pareja con disparos a quemarropa por militares; una mujer de nombre Jessica fallecida y su esposo Jaime internado con estado de salud grave.
Aunque el movimiento es encabezado y ha sido proclamado desde los grupos agro industriales de la región, así como por políticos, alcaldes, el gobernador y senadores del estado, incidiendo figuras de PRI y PAN, es verdad que Chihuahua vive una problemática de escasez del agua.
En sectores y poblaciones del estado la falta del recurso incluye el consumo humano, mientras que la corrupción es y ha sido la moneda de cambio de todas las instituciones como la Conagua, los distritos de riego y las juntas municipales de agua y saneamiento, en donde, poco a nada dicen de la sobreexplotación de los mantos freáticos en todo el estado, derivado del otorgamiento a diestra y siniestra de las concesiones para explotar el vital líquido, consentimientos que incluyen permisos para cerveceras y refresqueras como los casos de la Heineken en Meoqui y la Coca Cola en Sacramento del Ejido Ocampo.
Igual de importante y en relación, el segundo conflicto a destacar es la reciente renuncia de los 10 gobernadores de la Conago, llamando a un nuevo pacto federal, iniciativa encabezada por Javier Corral Jurado, donde sobresalieron gobernadores como Jaime Rodríguez Calderón “Bronco” de Nuevo León, Francisco Javier Cabeza de Vaca de Tamaulipas y Enrique Alfaro Ramírez de Jalisco, resultando estas 2 movidas, acciones de punta dentro del marco de reajustes y reacomodos previos al escenario electoral 2021, que permiten encabezar momentáneamente, al gobernador Javier Corral un proyecto político “Independentista” por derecha, como contrapeso político a la 4T desde el norte de México.
El gobernador Corral realizó una inédita conmemoración sin público, en un acto del “grito de independencia”, que resultó más mediático que patriótico, el cual se realizó dentro de un completo cerco policiaco, que se “justificó” por las medidas de seguridad e higiene a raíz de la pandemia Covid-19.
Por último, en un nuevo intento por eludir responsabilidades y limpiarse de culpas, el gobernador recurrió en su discurso al reconocimiento de “héroes con capa”, como infantilmente ha venido denominando a las y los trabajadores del sector salud, quienes son los que realmente luchan diariamente contra el Covid-19.
Son las y los trabajadores del sector salud quienes están al frente, en la primera línea de combate contra el covid-19 y las carencias de un sistema de salud, saqueado por la política neoliberal de últimas décadas, y no las autoridades y sus burocracias las que deben llevarse los créditos y recursos económicos, en este caso destinados para el combate a la pandemia.
Dinero y medicamentos que nunca llegan al destino final, provocando daños y afectaciones en la salud, así como la propia vida de sus compañeros, como ha venido sucediendo. Apenas al cierre del mes pasado, en voz del director Arturo Valenzuela Zorrilla, se informó que iban 22 trabajadores fallecidos por covid-19, solo del sector salud. Resultando un total de mil 134 casos positivos; 362 del área médica, 701 enfermería y 278 personas que realizaban otras funciones.