A días de las Primarias Abiertas, distintos medios informaron que el gobierno anunciará una ampliación del programa para incentivar el consumo que hace un año viene en picada.
Lunes 29 de julio de 2019 11:16
Distintos medios periodísticos afirmaron que el gobierno ampliará el programa conocido como Ahora 12 para rubros como pasajes aéreos y terrestres, compra de muebles e incluso instalación de GNC para autos. El anuncio oficial sería mañana.
La medida sería casi una reedición del relanzamiento del Ahora 12 y Precios Congelados que el gobierno lanzó hace casi tres meses, cuando el dólar tocaba los 47 y el consumo de los trabajadores y sectores populares profundizaba su caída.
En ese momento la medida ni siquiera llegaba a ser un paliativo para las mayorías populares, que veía como se encarecía el costo de vida día a día.
Ahora, a dos semanas de las PASO, el gobierno pretende jugar nuevamente la carta de incentivar el consumo para lograr un mejor posicionamiento de cara las elecciones. Esta vez lo hace con un dólar en relativa calma y una mejora en la imagen presidencial. Pero ¿realmente alcanza para un salario que perdió gran parte de su valor sólo en el último año?
Si vemos los datos de la Argentina gobernada por el FMI, se constata que mientras se garantiza la fuga de capitales y las ganancias de especuladores y empresarios, los trabajadores son los que vienen pagando la fiesta de los ricos.
Mientras los supermercados remarcan precios, los bancos mes a mes mejoran sus ingresos y grandes terratenientes y empresarios del agro especulan con el precio del dólar para liquidar su stock, la pobreza creció hasta casi el 35%, hay dos millones de desocupados y el salario en casi cuatro años perdió el 20% de su poder de compra. Además, según el último informe de la UCA ya son 14.175.000 millones de personas que viven en la pobreza. La indigencia, por su parte, afecta a 3.000.000 de habitantes.
Según la medición de la misma organización, la juventud se lleva los números más brutales: en el último año la pobreza infantil es la más alta en una década y pasó del 48,1 % al 51,7 %. En tanto, se calcula que 10,2 % son indigentes.
En tanto en los jóvenes se incrementó el empleo no registrado y la precarización aumenta al ritmo que se afianzan los modelos de contrato del “capitalismo de plataformas” como el sistema de Rappi o Glovo.
En este panorama los “paliativos” que el gobierno utiliza como un recurso electoral no alcanzan ni siquiera para cubrir lo que se perdió de la mano de honrar los acuerdos con el FMI y los especuladores internacionales.
Aunque ahora estamos ante una calma coyuntural de la economía, todos los índices y mediciones para después de octubre indican que el pago de la deuda significará más padecimientos para los trabajadores.
En esto las principales fórmulas electorales como Macri-Pichetto y Fernández-Fernández ya adelantaron que se mantendrán en la hoja de ruta que marca el FMI. Por otro lado, Lavgana-Urtubey y Espert buscan profundizar el mismo camino y en el caso del “libertario”, más rápido y con más beneficios para el gran empresariado.
Sólo desde el Frente de Izquierda-Unidad se plantea invertir las prioridades para que todos los recursos nacionales estén puestos en función de las necesidades de las mayorías populares para garantizar trabajo para todos, salarios iguales a la canasta familiar, servicios esenciales de calidad y a precios accesibles para todos y garantizar la salud y la educación gratuita y de calidad.