Un atentado de bomba en una zona residencial de Ankara contra un convoy militar ha causado al menos 28 muertos y 61 heridos, de acuerdo a un primer balance oficial.
Miércoles 17 de febrero de 2016
Foto: EFE Str
El ataque tuvo lugar a las 16.31 GMT en una calle del centro de Ankara, a cientos de metros del cuartel general de las Fuerzas Aéreas turcas, del ministerio de Interior y del Parlamento. El portavoz del Gobierno turco describió el ataque como "bien planificado".
Una treintena de ambulancias llegaron en cuestión de minutos al lugar de hechos, mientras que la policía impidió el acceso a los periodistas y las cámaras de televisión.
Varios medios y canales de TV apuntaron inmediatamente sobre el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), atribuyéndole los atentados aun cuando no había ninguna prueba al respecto. En julio de 2015 el gobierno rompió la tregua con esta organización y desató una ofensiva militar sobre sus posiciones. El ejército ha cercado las regiones y barrios de mayoría kurda, provocando numerosas masacres sobre la población. Tan solo en los últimos seis meses fueron asesinados 460 civiles en la guerra desatada por el ejército turco.
Debido al ataque, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, decidió suspender su viaje previsto a Bruselas, donde iba a participar este jueves en una cumbre de líderes europeos sobre la crisis de los refugiados. Turquía tiene un papel clave en esta cuestión ya que Alemania pretende que contenga a los refugiados en su territorio, cerrando paso a la ola migratoria.
Erdogan y Davutolglu asistieron anoche a una reunión de seguridad en el palacio presidencial de Ankara a la que estaba convocada la cúpula del Gobierno, del Ejército y de los servicios de inteligencia.
"Nuestra unidad, nuestra convivencia, nuestro futuro, y nuestra decisión a enfrentarnos a los ataques tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, sólo será reforzada por incidentes como éste", aseguró Erdogan en un comunicado colgado en la página web de la presidencia.
Erdogan dijo que Turquía hará uso de su “derecho a la defensa”, lo que anuncia nuevas ofensivas militares reaccionarias contra la población kurda, después de meses de múltiples masacres y asesinatos a activistas y opositores.
El endurecimiento del régimen turco y sus medidas represivas contra los kurdos, sectores de la oposición, periodistas, docentes y sindicatos han llevado a una situación muy convulsiva en ese país, con contradicciones internas y externas que son cada vez más agudas. En el plano externo, se han extremado las tensiones con Rusia, mientras continúan los bombardeos turcos sobre posiciones kurdas en Siria.
El país se ha visto golpeado por varios atentados en los últimos meses, el más importante sucedido en Ankara en octubre pasado, cuando más de 100 personas perdieron la vida en un doble atentado suicida durante una manifestación pro kurda donde participaban militantes y activistas de izquierda. En ese caso las autoridades turcas atribuyeron el ataque, el más sangriento en la historia moderna del país, a un comando local del Estado Islámico. Desde la oposición kurda y la izquierda se denunció la responsabilidad del régimen de Erdogan en el atentado, ya fuera de forma directa o indirecta. La investigación de los hechos nunca avanzó.
Fuente: EFE/Agencias