Los candidatos a intendente del peronismo, Cambiemos y el bussismo participaron de un debate televisado. Por una decisión editorial de La Gaceta, el Frente de Izquierda no fue invitado.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Jueves 16 de mayo de 2019 14:00
En la noche del miércoles, en Panorama Tucumano se realizó un debate de candidatos a intendentes capitalinos. Del encuentro televisado participaron el actual intendente Germán Alfaro (Vamos Tucumán-Cambiemos), Mario Leito (Frente Justicialista por Tucumán, quien apoya a Juan Manzur), Juan Pérez (Hacemos Tucumán, candidato de José Alperovich) y la bussista Nadima Pecci (Fuerza Republicana). Por una decisión editorial de La Gaceta, el Frente de Izquierda, que lleva como candidata a Alejandra Arreguez, no fue invitado.
Cada candidato tuvo un minuto para hablar sobre la seguridad, las prioridades en la obra pública, la revalorización de las plazas y el ordenamiento del tránsito, junto al incentivo del uso de la bicicleta. Entre el bloque de exposiciones hubo dos intervalos de ocho minutos de debate libre.
El punto de la seguridad fue utilizado para que cada candidato haga gala de la agenda derechista, con la que se referencia el bussismo. Los cuatro candidatos plantearon la creación de una policía municipal y la instalación de más cámaras en la vía pública, en medio de afirmaciones petardistas como “la gente muere todos los días en las calles” (Pérez) o “día a día mueren dos o tres ciudadanos” (Alfaro).
Durante el punto de las prioridades en la obra pública, fue el turno de las viejas promesas y de propuestas ajenas a la realidad. Pecci habló de un sistema integral de canales y descentralizar las actividades del microcentro; Leito prometió ordenar el tránsito y un plan de bacheo; como si fuese el candidato de alguien que gobernó 12 años, Pérez habló de “desigualdades que duelen” y de la falta de cloacas; mientras que Alfaro habló de modernizar el Mercado del Norte, rehacer la plaza Independencia y la creación de un parque.
Ninguno habló del déficit habitacional que hay en la capital y de un plan de obras públicas para revertirlo, como plantea el Frente de Izquierda. Según un estudio basado en el relevamiento anual realizado por la Encuesta de la Deuda Social Argentina – Bicentenario 2010-2016, en el Gran San Miguel hay “altas probabilidades de tener viviendas inapropiadas y hacinamiento, lo que resulta en el 17,2% y 13,3%, respectivamente”, una cifra superior a la nacional. Además se señala que “los hogares con presencia de niños muestran una mayor proporción de tenencia irregular, inquilinato y menor propiedad de la vivienda”.
En este trabajo también se da cuenta que hay “una tendencia negativa” en el tendido de gas natural, ya que “el déficit alcanza al 41,8% de los hogares”. Esto también alcanza al déficit de red de desagües pluviales y calles sin pavimentar, con 42% y al 35,3% de hogares afectados, respectivamente. “Del análisis por estratos sociales se deduce que son los hogares de estratos más pobres y con jefes de nivel educativo hasta secundario incompleto los que muestran mayores proporciones de déficit de infraestructura urbana”, dice el informe que da cuenta de estos problemas estructurales que ningún gobierno cambió, y que se agravan con el ajuste.
En el transporte público, todos acordaron en la descentralización de las actividades para descomprimir el tráfico pero ninguno habló del principal problema: el tarifazo. La omisión es comprensible, ya que a pesar de pelearse por televisión, todos los bloques terminan votando la suba del boleto en el Concejo Deliberante. Año tras año, defienden a un puñado de empresarios que lucran con un servicio público, cuyas ganancias están aseguradas por los tarifazos, los subsidios de la Nación y de la Legislatura provincial. Solo el FIT plantea la anulación de los tarifazos, el fin de los subsidios a los millonarios y la estatización del transporte bajo control de trabajadores y usuarios.
En el debate estuvieron ausentes los 3 de 4 jóvenes que trabajan de manera informal y las más de 286 mil personas que viven por debajo de la línea de la pobreza y 33 mil indigentes, que el Indec registró en el Gran San Miguel. De estar el FIT se habría hablado de un plan de emergencia laboral, contra el trabajo “en negro”, la prohibición de los despidos y una reducción de la jornada laboral sin afectar el salario.
Los candidatos tampoco tuvieron en cuenta a las mujeres, que vienen de protagonizar grandes movilizaciones como Ni Una Menos y por el aborto legal, peleas de las que el FIT es parte. Como en la provincia, el gobierno municipal muestra un desprecio hacia los derechos de las mujeres. Basta con saber que el único refugio para víctimas de violencia “funciona” debajo de las tribunas de un ex autódromo y se inunda cada vez que llueve. Ni plan de emergencia contra la violencia machista ni derechos para las mujeres y LGTB.
Durante los minutos del debate libre, Alfaro y Leito se cruzaron en muchas oportunidades hablando sobre la paja en el ojo ajeno y desentendiendose de la viga propia. Tanto Cambiemos como las variantes del peronismos vienen repartiéndose roles en la aplicación del ajuste del FMI. En el debate eso quedó evidenciado donde más allá de las chicanas no se mostraron grandes matices y donde la agenda de los trabajadores, las mujeres y la juventud estuvo ausente. Precisamente, esa agenda es la que levanta el Frente de Izquierda, en su pelea contra los acoples por los 10.000 votos para ingresar en la Legislatura.