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Red Internacional
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OPINIÓN. Un duro invierno para miles de familias en la Patagonia

En los lujosos y calefaccionados despachos de los funcionarios ajustan las tarifas que deberán afrontar millones de familias trabajadoras.

Raúl Godoy

Raúl Godoy Dirigente ceramista y diputado mandato cumplido del PTS-FIT | Neuquén

Miércoles 13 de julio de 2016

Foto: coop Calf

El impacto del tarifazo en la Patagonia recrudece junto al invierno: se anuncian las más bajas temperaturas en décadas. Justo en este momento se produce uno de los tarifazos mas brutales de los últimos años: las boletas ahora con el aumento del 400 % son imposibles de pagar para miles de familias.

Muchos escuchan atónitos, sin poder creer a funcionarios que comparan las boletas con algunas entradas a un estadio de fútbol. No tienen la menor idea que hay millones de personas que jamás podrán acceder, no a un estadio, sino ni siquiera a un pasaje para poder viajar a un lejano Buenos Aires. Hablan de estar en remera o en patas como una excentricidad, cuando esta es la maldita realidad de miles de pibes de barrios humildes en una provincia productora de energía como es Neuquén.

Pero el tarifazo y sus consecuencias sociales, no solo repercuten como un mazazo en quienes tienen acceso a la red de gas, sino en quienes están excluidos del servicio y deben recurrir a las garrafas y a la leña que aumentan los precios junto con las tarifas.

No se trata solo de combatir el frio, lo que es una necesidad básica, sino la de poder cocinar, calentar agua para poder bañarse, tomarse un te, una sopa caliente.
En la Patagonia, que incluye provincias productoras de hidrocarburos y gas, donde se encuentran grandes represas hidroeléctricas estamos soportando un nuevo saqueo, esta vez directamente de los bolsillos.

El gobierno provincial mantiene un plan mínimo de 3.500 garrafas sociales y algunas toneladas de leña distribuidas en la provincia que muy lejos están de las verdaderas necesidades de las más de 60 mil familias que no tienen acceso a la red de gas.

Todos los inviernos se sufren los incendios de casillas precarias en Barrios de Neuquén por la calefacción por braseros, y es grave la situación que ya están afrontando centenares de familias producto de las nevadas en la zona cordillerana.
La garrafa de 10 kilos de gas, que el año pasado se vendía a menos de 90 pesos, hoy en Neuquén capital se consigue en la mayoría de los casos a 200 y en Bariloche a 150 pesos.

Esa es la realidad. Detrás de las hermosas postales sureñas, con cordilleras nevadas y lagos como espejos, hay miles de familias sin servicios.

Servicios “públicos”, ganancias privadas

En medio de revuelos de declaraciones contrapuestas entre funcionarios oficialistas y "opositores" que facilitan "gobernabilidad" resurge la cuestión de fondo sobre los servicios “públicos” en manos de empresas privadas nacionales y multinacionales que nunca pierden. Se reparten entre ellos la producción, el acarreo, el traslado hasta el cobro de los servicios: antes llenos de subsidios millonarios que nadie sabe donde están y que han hecho con ellos, ahora con el tarifazo criminal que atenta sobre todo contra los que menos tienen.

Un párrafo aparte merece la situación de las fábricas bao gestión obrera, fábricas y empresas que las patronales quisieron cerrar y los trabajadores con muchísimo esfuerzo peleando contra viento y marea logramos sostener. Son mas de 20 mil puestos de trabajo a nivel nacional ahora en peligro con semejante tarifazo. El caso de Zanon, donde trabajo hace ya casi 23 años, nos llegó una boleta de 8 millones de pesos, que ahora recalculada se iría a 4 millones. Imposible pagar.

En defensa propia tenemos que reclamar. El pueblo trabajador no puede tener confianza en una Corte Suprema oligárquica y privilegiada que nadie elige y que no tiene la mas mínima idea de las condiciones de vida de millones de trabajadores desde sus altos estrados judiciales.

Le reclamamos a los Sindicatos y las centrales sindicales que se pongan a la cabeza de rechazar este brutal ataque al bolsillo y a las condiciones de vida de millones de trabajadores. En muchos lugares del país, se multiplican las manifestaciones: los sindicatos y organizaciones obreras tienen la obligación de ponerse de pie y convocar un plan de lucha con paros y movilizaciones hasta terminar con este tarifazo.