La intervención del gremio del detenido Balcedo fue dispuesta por el Poder Judicial. Al frente estarán Conrado Reincke, nombrado por Triaca, y Antonio Mazzeo.
Sábado 3 de febrero de 2018 00:00
Por disposición del juez federal de La Plata Ernesto Kreplak fue intervenido el Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme), cuyo titular Marcelo Balcedo se encuentra encarcelado en Uruguay desde el 4 de enero.
La intervención quedó en manos de Conrado Reinke, de cercanía al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y de Antonio Mazzeo, designado por el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
Reinke se desempeñaba como subsecretario de Formación Profesional del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, mientras que Mazzeo ocupaba el cargo de director del Comité de Ética del Instituto Auditores Internos de Argentina.
El hombre designado por el cuestionado Triaca es un funcionario con llegada y buen trato con varios dirigentes sindicales, entre ellos Omar Maturana de La Fraternidad y Carlos Schmid de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte.
La intervención se dictaminó luego de que Kreplak ordenara el pedido de extradición del sindicalista Balcedo y de su esposa Paola Feige, en el marco de una causa por lavado de activos, contrabando y tráfico de armas.
Cabe recordar que Triaca viene de protagonizar un escándalo por la contratación en negro de su exempleada Sandra Heredia, a quien a su vez había hecho ingresar como funcionaria en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), intervenido por el Gobierno nacional a poco de haber asumido.
Como ya se dijo en este sitio, la política oficial lanzada desde el Poder Ejecutivo y desde el Poder Judicial no es que los trabajadores afiliados a un sindicato sean realmente quienes lo controlen y dirijan, menos aún quienes saneen sus cuentas, pese a que son los que aportan todos los meses compulsivamente para sostenerlo.
Cuando no son los dirigentes sindicales, es el Estado el que cumple esas funciones. Los afiliados: bien gracias, convidados de piedra. Y más de lo mismo, mafioso más mafioso menos.