El municipio oaxaqueño de Asunción Ixtaltepec fue uno de los más afectados por el sismo de 8.2 que azotó el país la semana pasada. Se reportaron daños en 80% de los inmuebles del poblado. La ayuda llega a cuentagotas.
Lunes 11 de septiembre de 2017
Asunción Ixtaltepec es uno de los 570 municipios que conforman el estado de Oaxaca. Ubicado en la zona del Istmo de Tehuantepec, en el distrito de Juchitán, fue uno de los poblados más afectados por el sismo que azotó el sur del país la semana pasada.
Con daños en más del 80% de sus inmuebles, Asunción Ixtaltepec enfrenta no sólo los peligros de las casi mil réplicas que se han generado desde la fatídica noche del 7 de septiembre, sino también el olvido de programas implementados por los gobiernos local y federal, supuestamente para atender la emergencia en que se encuentran miles de personas en estados como Chiapas, Veracruz y Tabasco, por mencionar sólo algunas de las entidades más afectadas.
El plan DN-III, medida militarizadora, se concentra en zonas en donde hay propiedad de empresarios para "resguardar" de la desesperación ante la falta de medicinas y alimentos. Poblados como Ixtaltepec, con apenas 15 mil habitantes, no son prioridad para el gobierno ni ninguno de sus programas y medidas "de auxilio".
Casas, comercios, iglesias, todo en escombros, es el paisaje que ofrece hoy Ixtaltepec. Desabasto de comida y medicinas, producto de la grave afectación de carreteras que conectan con el poblado. Familias enteras llevan durmiendo en las calles desde el 7 de septiembre, ya sea por que sus casas quedaron destruidas o por temor a que una réplica, o simplemente el daño en las construcciones, terminen por derrumbarlo todo.
Ante el olvido y la indiferencia, fueron los maestros combativos de la Sección XXII quienes desde las primeras horas del desastre organizaron brigadas de apoyo por todo Oaxaca, a pesar de haber enfrentado horas antes la brutal represión por parte de la Policía Federal, durante la indignante visita de Enrique Peña Nieto a la entidad.
Leer: "Mi familia vio como su casa se derrumbó"
Demostrando una vez más que la clase obrera y su solidaridad no tiene fronteras, migrantes centroamericanos, trabajadores internacionales, detuvieron su paso y, ante la desgracia, pusieron sus brazos al servicio de las tareas de rescate, en un gesto que ni la hipocresía de los políticos ni sus "donativos" podrá opacar en nuestras memorias.
Hoy la población de Asunción Ixtaltepec lanza un llamado de indignación. Qui chi gusiaandu’ na’, no nos olviden.