Kristalina Georgieva llamó a los bonistas que están negociando la reestructuración de la deuda externa con la Argentina a aceptar la nueva oferta ¿Cuáles son los planes del Fondo?

Matías Hof @HofMatias
Miércoles 8 de julio de 2020 22:57
En el marco de una conferencia con miembros del G-20 y el Club de París, la presidenta del FMI, Kristalina Georgieva declaró: “tenemos que buscar la colaboración entre acreedores y deudores de una manera racional y mutuamente respetuosa” y luego agregó: "los acreedores privados tienen que ver a este como un momento de acción, ver cómo los acreedores y el país pueden unirse". Detrás de esta convocatoria a la conciliación se encuentran los intereses del FMI en cobrar la deuda emitida bajo el gobierno de Mauricio Macri.
Durante el evento “Enfrentando a la crisis del COVID-19” organizado por Arabia Saudita, Georgieva dijo:"tenemos que buscar la colaboración entre acreedores y deudores de una manera racional y mutuamente respetuosa". En el mismo sentido ministro de Finanzas saudita, Mohamed Al Jadaam, consideró "necesario reestructurar la deuda soberana de manera sostenible con la participación de los acreedores del sector privado".
Las nuevas declaraciones no sorprenden, el FMI viene presionando a los bonistas desde el comienzo. A pedido del ministro de Economía, Martín Guzmán, la entidad había realizado un análisis “técnico” para afirmar que Argentina no puede pagar su deuda externa; instrumento usado en las negociaciones para justificar las ofertas realizadas a los fondos de inversión.
El Fondo había calculado, bajo ciertos supuestos económicos y de financiamiento, que la oferta a los acreedores privados no debería superar un valor estimado de unos 50 dólares por cada 100 de la cifra original para que la deuda sea “sustentable”. Recordemos que incluso en ese escenario las ganancias para los especuladores seguirían siendo altas comparadas con los bonos de la mayoría de los países, sólo verían reducida una parte de los intereses. El FMI había avalado la propuesta del 1 de junio que llevaba la oferta a unos 47 dólares, la nueva oferta sobrepasa el límite “recomendado” por el organismo llegando los 53,5 dólares, mostrando que tanto para Georgieva como Guzmán lo primero es acordar y después ver si la Argentina podrá obtener los recursos necesarios.
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En 2018 el gobierno de Cambiemos acordó un crédito stand by de 57.000 millones de dólares con el FMI, del que se desembolsaron 44.000 millones. Una vez terminadas las negociaciones con los acreedores privados, llegará el turno de hacerlo con el Fondo. Esto lo que le preocupa a Kristalina Georgieva, tener las mejores condiciones para exigir el pago de la deuda con la entidad que dirige. Según el contrato vigente en la actualidad la Argentina debería abonarle al FMI unos U$S20.000 millones en 2022. En lo que queda de 2020, el cronograma de pagos incluiría poco más de U$S1.000 millones, mientras que para 2021 se preveía un giro total de U$S5.800 millones.
“Tendríamos que pensar pronto en lo que sigue. Y lo que sigue requeriría una reestructuración país por país para aquellos que simplemente no pueden salir del agua sin una acción determinada”, sostuvo la presidenta del FMI. Por su parte, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, durante su exposición en esta conferencia, pidió que haya reducciones en la carga de la deuda de algunos de los países más endeudados para evitar "una trampa de pobreza aún más larga". Como en el pasado, estos organismo se preparan para hacerle pagar la crisis internacional a los trabajadores, pero se muestran preocupados por no ahogar demasiado a las economías de los países más endeudados y que la pobreza no llegue a niveles que no puedan manejar.
Tal vez el más explícito sobre este tema fue el director gerente adjunto y presidente del consejo de administración del FMI, Mitsuhiro Furusawa, cuando argumentó, este miércoles, en un panel de debate: "una vez que la economía vuelva a la normalidad, se debe crear un marco fiscal a mediano y largo plazo para administrar las finanzas públicas en consecuencia". En castellano, un ajuste del gasto del público y aumento de impuestos a los trabajadores. Nada bueno podemos esperar del FMI, si tienen fricciones con los fondos de inversión es sólo porque buscan cuidar sus dólares y seguir imponiendo sus recetas de ajuste sobre los países deudores.
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