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Red Internacional
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SANTA FE - VERA. Un oscuro caso de abusos y trabajo esclavo

Una joven de 19 años denunció a quienes le prometieron trabajo en Bolivia y la esclavizaron en Argentina. La Dirección de Trata y la Fiscalía de Vera intervinieron y se detuvo a la pareja en cuestión.

Sábado 7 de octubre de 2017 11:10

En la localidad santafesina de Vera, el viernes pasado, una docente denunció en la Comisaría de la Mujer que cuando acudió a comprar ropa a un local ubicado en San Martín y 9 de Julio, una joven se le acercó y le rogó que la ayudara a volver con su familia en Bolivia. Le reveló que la tenían contra su voluntad y que la explotaban laboralmente. Una vez que esta joven pudo dar declaración, también denunció que fue abusada sexualmente, lo que desató que el fiscal Gauna Chapero dictaría la prisión preventiva.

Eric y Edith Aguilar Contreras, responsables del negocio de venta de ropa, también son bolivianos y habían prometido a Rocío trabajo por 100 dólares semanales en el negocio. No sólo no cumplieron con el arreglo laboral (realizado en una agencia de trabajo en La Paz), sino que como suele suceder en casos similares de ofertas de trabajo a personas inmigrantes, le retuvieron el documento de identidad. Un caso más que se suma al de tantos inmigrantes que ingresan a nuestro país y son retenidos ilegalmente en talleres textiles clandestinos, obligados a trabajar en extenuantes jornadas de trabajo, hacinados, y sin posibilidad de irse del lugar.

Con un tinte similar a las denuncias que ha recibido la primera dama, Juliana Awada, por los talleres clandestinos de la marca de su propiedad Cheeky, Rocío cumplía una jornada como vendedora de 15 horas todos los días, a lo que se agregó realizar tareas de limpieza y cuidar de los hijos pequeños de la pareja. Los locales de ropa y el domicilio particular de la pareja fueron allanados.

El magistrado dispuso 90 días de prisión domiciliaria para la mujer, Edith Aguilar Contreras, de 24 años, y 80 días de prisión efectiva para el hombre, Eric Aguilar Contreras, de 25 años. Ambos están imputados por reducción a la servidumbre de Rocío C.Q., una joven oriunda del mismo país, y pesa además sobre el hombre la imputación por abuso sexual con acceso carnal. Además, se clausuraron los locales de venta de ropa.

Rocío permaneció en el Hospital de Vera hasta la mañana del martes en que la Dirección de Políticas de Género de la provincia tomó estado de la situación y analizaba la forma para que Rocío pueda regresar a su país de origen.