Viernes 12 de septiembre de 2014
El libro está estructurado alrededor de una serie de cartas dirigidas hacia sus amigos y amigas a partir de su experiencia como esposa y madre de cuatro hijos. La autora expone sus reflexiones, utilizando como base de la felicidad la obediencia a su marido.
Algunos de los consejos polémicos de Miriano son: “La mujer es, principalmente, esposa y madre”. “Debemos dar un paso atrás en la vida personal”. “La mujer lleva inscrita la obediencia en su interior. El hombre, en cambio, lleva la vocación de la libertad y de la guía”.
La autora afirma que la aprobación del marido se logrará gracias a la actitud sumisa de la esposa y que esa será la clave de un matrimonio feliz. “Tu marido es ese santo que te soporta a pesar de todo. Si algo que él hace no te parece bien, con quien tienes que vértelas es con Dios: puedes comenzar poniéndote de rodillas y la mayoría de las veces todo se resuelve”.
Las críticas no tardaron en llegar. El libro celebra la sumisión y naturaliza la violencia contra las mujeres, incluso varias especialistas lo señalan como una verdadera “apología de la violencia contra las mujeres”. Y dado que, según la autora, el fin último de la vida de una mujer es el matrimonio, insta a sus congéneres a renunciar a su vida y entregarse: “Si sólo acoges aquello que es conforme a ti, aquello que tú piensas, no estás casada con un hombre, sino contigo misma. En lugar de hacer eso, debes someterte a él”.
En España, el libro fue publicado en 2013 por el Arzobispado de Granados, que lo consideró una obra evangelizadora que ofrece ayuda a muchas personas, acorde a las enseñanzas de la Iglesia. Algo que a nadie puede extrañar cuando es la Iglesia una de las principales interesadas en enseñar, transmitir y reproducir la opresión milenaria de las mujeres.
Pero el repudio se hizo oír en las redes sociales, medios de comunicación, y en declaraciones de agrupaciones feministas, partidos políticos y organizaciones sociales.
