Según el bioquímico, los científicos deberían trabajar en laboratorios segregados por géneros, ya que el problema con las “chicas” es que hacen que los hombres se enamoren de ellas y lloran cuando son criticadas.
Jueves 11 de junio de 2015
Tim Hunt (72), bioquímico inglés que ganó el premio nobel en 2001 en fisiología y medicina y ya había admitido que tiene una reputación de ser “chauvinista”, planteó en la Conferencia Mundial de Periodismo Científico en Seul, Corea del Sur: “Dejenmé contarles sobre mi problema con las chicas… En el laboratorio pasan tres cosas… Te enamorás de ellas, ellas se enamoran de vos y cuando las criticás, lloran”.
El científico dijo que estaba a favor de laboratorios separados para varones y mujeres, y agregó que no quería “ponerse en el camino de las mujeres.”
Automáticamente, Connie St Louis, quien dirige el programa de periodismo científico en la City University de Londres y estaba cubriendo la conferencia, twitteó las declaraciones y agregó: “¿Realmente este laureado premio nobel se piensa que seguimos viviendo en la era victoriana?”.
Hunt es miembro de la Sociedad Real de Ciencia de Inglaterra (Royal Society), la cual sintomáticamente solo limitó a distanciarse de sus afirmaciones, twitteando que “Los comentarios de Tim Hunt no reflejan nuestro punto de vista”.
Más tarde publicó una declaración oficial, diciendo que estaba comprometida con hacer ingresar más mujeres a la ciencia: “La Royal Society cree que para conseguir todo lo que pueda, la ciencia necesita hacer el mejor uso posible de las capacidades de investigación de toda la población.”, “Demasiados individuos talentosos no desarrollan todo su potencial científico a causa de cuestiones tales como el género y la Sociedad está comprometida en ayudar a mejorar esta situación”.
Más tarde, Hunt intentó “excusarse” por sus dichos: “No pretendía decir lo que dije sobre tener problemas con las chicas. Quiero decir, es verdad que me he enamorado de mujeres en el laboratorio y ellas se han enamorado de mi.”, “Eso es muy perjudicial para la ciencia.”, “Siento muchísimo haber ofendido a alguien, es horrible. Solo pretendía ser honesto”.
"Sí que quería decir la parte sobre tener problemas con las mujeres", dijo en una entrevista en la BBC. "Es cierto que me he enamorado de personas en el laboratorio y ha habido personas que se han enamorado de mí... es terriblemente disruptivo para la ciencia". Finalmente señaló cínicamente: “Lo siento de verdad, no quería causar ninguna ofensa, eso es horrible. Sólo quería ser honesto", añadió en la entrevista.
Ya cuando la noticia se había propagado por las redes sociales, la University College de Londres anunció que desplazaba a Hunt de su cargo de Profesor Honorario en la Facultad de Ciencias Humanas, a partir de sus comentarios.
Pero no se trata de un hecho aislado. En Inglaterra –y es solo una muestra de una situación global– a pesar de numerosas iniciativas educativas, el número de mujeres en ciencia, tecnología o ingeniería se ha mantenido obstinadamente bajo. Solo el 13 % de la gente trabajando en ocupaciones troncales son mujeres, de acuerdo con la campaña Wise, enfocada en la cuestión.
La brecha también es contundente en el mundo académico, en el cual el 84 % de los profesores de tiempo completo trabajando en ciencia, ingeniería o tecnología son hombres. Y la historia del machismo en ciencia tiene una larga data y está llena de ejemplos. El caso de la cristalógrafa Rosalind Franklin, sin cuyos descubrimientos no hubiese sido posible descifrar la estructura del ADN, y cuyo lugar fue luego negado sobre todo por John Watson (con quien Hunt no tendría problema en compartir laboratorio), es emblemático.
Ya el hecho de que la Royal Society se limite nada más que a distanciarse de sus dichos, pero manteniendo a Hunt dentro de sus asociados, expresa el machismo y la misoginia que impera en el ámbito científico, a la sazón inserta en una sociedad en la cual el patriarcado es norma.
Los dichos del premio Nobel también han sido abiertamente criticados por mujeres científicas en Twitter. Por caso, circularon mucho los dichos de una mujer, investigadora posdoctoral, citada por el diario The Guardian, quien twitteó: “Por cada afirmación de Tim Hunt, hay una mujer más en ciencia que se interesa en el feminismo. ¿Se preguntaron alguna vez por qué somos tantas?”. Otro tweet decía: “Seriamente gente, acá en Twitter, no estamos riendo con nuestras cabezas progresistas, pero tipos como Tim Hunt todavía dirigen universidades, negocios y la política.”
Juan Duarte
Psicólogo y docente universitario en la UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Editó y prologó Genes, células y cerebros (Hilary y Steven Rose), La biología en cuestión (Richard Lewontin y Richard Levins), La ecología de Marx (John Bellamy Foster), El significado histórico de la crisis de la psicología y Lecciones de paidología (Lev Vigotski), La naturaleza contra el capital (Kohei Saito) y León Trotsky y el arte de la insurrección (1905-1917), de Harold Nelson (2017), en Ediciones IPS.