Se esperan novedades en el caso de la joven venezolana abusada sexualmente por su empleador el primer día de trabajo. En el marco de los cuestionamientos a la Justicia, la Oficina de Violencia Doméstica realizó un informe que manifiesta la "existencia de una clara violencia simbólica y sexual".
Jueves 4 de febrero de 2021 11:13
Se esperan novedades sobre el caso de la joven venezolana abusada sexualmente por su empleador, en el barrio de Once en su primer día de trabajo. El acusado fue procesado por la jueza Karina Zucconi, pero mantuvo la libertad porque entendía que no existían razones que presuman pueda eludir o entorpecer la investigación, sumado a que no tenía antecedentes penales. Su polémica excarcelación fue apelada y será resuelta por la Sala I de la Cámara Criminal y Correccional.
En este marco, la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación presentó un informe en el que determinó que la joven venezolana de 18 años, sufrió “conductas no correspondidas ni deseadas”.
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En el documento, la OVD afirma la "existencia de una clara violencia simbólica y sexual" por parte del imputado, Irineo Garzón Martínez, quien "abusando de su dignidad y humillándola en su accionar", tomó a la joven "como un objeto a poseer", en provecho de una “interseccionalidad de vulnerabilidades” en función de su edad, género, condición económica, nivel de instrucción y su condición migrante por reciente llegada al país.
También menciona que la joven posee una “sintomatología asociada a un cuadro de estrés postraumático” con "trastornos del sueño, presencia de pesadillas, ansiedad, conductas de aislamiento social, introspección, temor al afuera y prevalencia de sentimientos de culpa". Y que el hecho conformó una "situación de altísimo riesgo psicofísico y emocional", haciendo referencia a las marcas halladas en el cuerpo de la joven, los sentimientos de amenaza, humillación y vergüenza que padece tras el episodio. La oficina instó a que “se dicten las medidas que resguarden la seguridad personal de la joven, de sus datos personales y de su familia”.
A la vez, la OVD estima en sus conclusiones que el acusado "habría ejercido conductas similares con otras mujeres”, porque su accionar estereotipado ubica a “la mujer como un objeto a poseer", y advierte en él "impunidad, rasgos perversos y una modalidad de acecho tendiente a lograr un objetivo".
En la apelación, las fiscales señalaron las penas asociadas al delito de abuso sexual y esgrimieron “premeditación” por parte del imputado para el ataque sexual, ya que en el comercio se encontró el sedante con el cual la joven quedó en estado de indefensión.
A pesar de todas estas evidencias, el abusador negó los cargos ante la Justicia, acusó a la víctima de mentirosa aduciendo que fue un relación sexual consentida.