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Red Internacional
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Política Nacional. Una entrega anunciada: el peronismo y sus dirigentes sindicales dejan pasar el plan del FMI

Todo indica que en la madrugada de este jueves el Senado nacional votará favorablemente el Presupuesto 2019. Las conducciones sindicales, más allá de los discursos más moderados o más combativos, se negaron a movilizar seriamente contra este ataque.

Miércoles 14 de noviembre de 2018 19:44

A miles de kilómetros de Argentina, en las lujosas oficinas de Washington, Christine Lagarde debe estar sonriendo. La mujer que dirige el Fondo Monetario Internacional sabe que está todo despejado para que se apruebe el Presupuesto de ajuste acordado con el Gobierno nacional y con los gobernadores del peronismo.

En Buenos Aires, lo que resulta más que evidente es la escandalosa traición que llevan a cabo los dirigentes sindicales burocráticos de todo tipo y color. Más allá de las palabras ocasionales, semi-oficialistas y semi-opositores coincidieron en borrarse a la hora de enfrentar en las calles el proyecto de Presupuesto que implica un ataque sobre el nivel de vida del conjunto de la población trabajadora y un jugoso negocio para los buitres del capital financiero.

En el interior del recinto las palabras no marcan las diferencias. Podrá haber críticas desde el interbloque Argentina Federal hacia el proyecto macrista, pero de ahí saldrán parte importante de los votos que garanticen la aprobación. Se repetirá la escena que tuvo lugar en la mañana del pasado 25/10, cuando finalizaba la sesión en Diputados. Por parte de la bancada del Frente para la Victoria, votarán en contra, pero dirigentes de ese espacio como Agustín Rossi llaman a hacer para 2019 un frente electoral con Pichetto & cia, es decir, con los mejores amigos de Macri y el FMI.

En las calles, nuevamente las ausencias. Pasado el mediodía, desde la puerta del Senado, Pablo Moyano (Camioneros) hablaba en nombre de “millones de trabajadores que rechazan este modelo”. Sin embargo, por fuera de la compañía del bancario Sergio Palazzo, al poderoso gremio que dirige no se lo vio por ningún lado. Ni noticias de los cientos de miles que movilizan cuando a esos burócratas les interesa.

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Lo mismo ocurrió con la dirigencia sindical más claramente kirchnerista. Apenas unos pocos centenares se movilizaron junto a las conducciones de Ctera, Suteba y UTE. Un porcentaje ínfimo, ridículo, en relación a la totalidad de los y las docentes que, por hacer un recorte arbitrario, trabajan y viven en el Área Metropolitana de Buenos Aires. No podía ser muy distinto, dado que CTERA resolvió no llamar a paro.

A pesar del rol de las conducciones sindicales, desde el Frente de Izquierda y el sindicalismo combativo se movilizaron este miércoles, reclamando contra el Presupuesto y denunciando la complicidad del peronismo y el kirchnerismo.

Cambiemos y el FMI tendrán su presupuesto de ajuste gracias a los votos peronistas de Pichetto y cía. Macri y Lagarde tendrán su presupuesto gracias a la inacción completa de los Daer, los Moyano, los Yasky y cía.

Traición a fecha fija

Las conducciones sindicales renunciaron hace semanas a la posibilidad de enfrentar el Presupuesto de ajuste en las calles. Recientemente se señalaron las razones de fondo de esa negativa a tomar las calles contra la política macrista.

El objetivo del conjunto del peronismo en sus diversas alas es canalizar el descontento político y social hacia las elecciones de 2019, impidiendo que se desarrolle la lucha contra el ajuste en el momento actual. Poco importa con quién se tejan alianzas de cara a ese objetivo.

Evidenciada esa definición, recientemente el diputado nacional Agustín Rossi (FpV) pidió unirse con la "mesa de los cuatro": el gobernador Juan Manuel Urtubey, el senador Miguel Ángel Pichetto, Juan Schiaretti y Sergio Massa. Ese llamado a la unidad lo extiende a todos aquellos sectores que, en los últimos tres años,
se vienen diciendo opositores pero garantizaron a Cambiemos poder avanzar en las leyes del ajuste.

Una foto de esa unidad es la que se vio la semana pasada, cuando se reunió la Mesa política del PJ, uniendo en su seno a dirigentes sindicales como Héctor Daer, Hugo Moyano y Antonio Caló (también se sumará Hugo Yasky); dirigentes políticos como Felipe Solá, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, y el mismo Agustín Rossi. Esa “unidad” que tanto se proclama y se reclama se hace a costa de desactivar cualquier iniciativa seria de lucha contra el ajuste.

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Lo peor está por venir y hay que enfrentarlo

Desde hace meses el Frente de Izquierda y el sindicalismo combativo vienen exigiendo a las conducciones sindicales de la CGT y aquellas que se dicen opositoras, el llamado a un plan de lucha que desarrolle en el camino de la huelga general activa para derrotar el ajuste de Macri y el FMI.

Esa posibilidad era real. Tal como señaló este mismo miércoles el diputado nacional Nicolás del Caño (PTS-FIT), el Presupuesto podría haber sido enfrentado y derrotado desarrollando la movilización popular. Bronca y descontento contra las políticas de este gobierno es lo que sobra.

Esa bronca tiene que organizarse para enfrentar lo que vendrá. La votación del Presupuesto significará una profundización de las condiciones del ajuste, de la pobreza, la desocupación y de los padecimientos de la población obrera y popular.

Como señaló este miércoles Nicolás del Caño, el kirchnerismo no solo deja pasar el ajuste sino que, además, en caso de llegar al Gobierno, no está dispuesto a romper con el FMI ni a dejar de de pagar la deuda a los especuladores. Por eso se preparan para hacer demagogia electoral, pero en el caso de ganar hacer un gobierno de ajuste y volver a reprimir a la clase trabajadora como lo hicieron en sus pasados gobiernos (Lear, Kraft, Casino y tantas otras luchas), pero en una escala aún mayor.

Frente al acuerdo que pactaron a espaldas del pueblo el PJ y el macrismo para imponer un plan de ajuste contra el pueblo trabajador, desde el PTS-FIT, que peleamos por un Gobierno de los trabajadores, se ha plantea la propuesta de emergencia de pelear por imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, que permita a la población discutir democráticamente los grandes problemas del país. Una instancia que dé a la población la posibilidad de poner en discusión medidas de fondo que, atacando las ganancias del gran empresariado nacional y extranjero, dé solución a los problemas de fondo de las grandes mayorías populares. En esa instancia plantearíamos la urgencia de medidas tales como el no pago de la ilegal, ilegítima y fraudulenta deuda pública; la nacionalización de la banca y del comercio exterior; la expropiación de los grandes terratenientes; la estatización bajo gestión obrera y control popular de todas las empresas privatizadas; el derecho al aborto legal, seguro y gratuito; o la separación de la Iglesia del Estado, entre algunas de las medidas fundamentales.

Al mismo tiempo, la escandalosa traición de la dirigencia sindical vuelve a poner en debate la necesidad de recuperar las organizaciones sindicales de manos de la dirigencia millonaria de los Caló o los Daer, o las cúpulas sindicales de la CTA que dejan pasar el ajuste, así como también poner en pie coordinadoras de lucha junto al movimiento de mujeres y al movimiento estudiantil que ganaron las calles este año.

Para esas peleas estratégicas, el PTS plantea la necesidad urgente de avanzar en discutir cómo poner de pie un partido unificado de la izquierda, la clase trabajadora y socialista. Para que la historia esta vez sea distinta, que no termine en hambre, desocupación y miseria, sino que la crisis la paguen los capitalistas.