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Red Internacional
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Una historia sin cuarentena en tiempos de precarización

Una historia como tantas otras. ¿Qué pasa con los trabajadores precarizados en estos tiempos? ¿Como les afecta toda esta crisis? Las medidas del Gobierno piden evitar la circulación, se suspenden las clases, se otorgan licencia las cuales quedan a libre albedrío de las patronales de darlas o no, de pagarlas o no, se indica hacer Home office y reducir los medios de trasporte.

Jueves 19 de marzo de 2020 21:10

¿Pero qué pasa con aquellos trabajadores y trabajadoras en negro? ¿Los monotributistas? ¿aquellos empleados de empresas/comercios a los cuales sus patrones no les interesa nada más que seguir vendiendo ante el pánico en el cual entra la gente? o Con aquellos precarizados con sueldo basura ¿Qué pasa con todos ellos?

¡La respuesta es nada! Las medidas del Gobierno les pasan por al lado, porque ellos tienen que seguir cumpliendo con sus trabajos porque, si no, no hay salario.
Hablaba por teléfono con mi mama, ella con sus 52 años fue una de las tantas despedidas de la era Macri, tras casi 10 años como encargada de un local de ropa, poco le importo a su jefe despedirla en ese entonces, sabiendo que es madre sola de una peque de 6 años y padece una enfermedad autoinmune. Había que reducir costos.

Hoy ante el nuevo y muy aplaudido gobierno de los Fernandez, su situación no es muy distinta.

¿Quién empleará una mujer, madre y que ya pasó el límite de edad que el sistema capitalista cree que es conveniente? Y no hablemos de su enfermedad, eso tendrá que permanecer en secreto si quiere aspirar a algún puesto laborar.

Todo nos da (me da) mucha bronca. Sólo le queda el trabajo en Negro y precarizado, ése que en la Argentina abarca a casi 5 millones de la población (y quizás, es más) y del cual el 58% son mujeres dentro de la extrema precarización, trabajo no registrado, contratos basura o salarios de miseria.

Ella hace un mes empezó a laburar para una casa de deportes enorme que ocupa casi toda la esquina de Lavalle y Fontana en Lujan, Provincia de buenos Aires.
Está sola en el depósito que su patrón tiene en Munro, y claramente sin ninguna medida de prevención ante la pandemia que nos azota. Cumple horario de 8hs. Y la paga está por debajo del salario básico mínimo y claro sin feriados y mucho menos licencias, lo que hizo que tenga que ir estos días a trabajar con la pequeña, porque no tiene quien la cuide.

Yo estoy lejos de ella, mi otra hermana tiene que seguir laburando haciendo malabares con el home office que le permite la empresa, pero no le garantiza los elementos para llevarlo adelante, el papa de la peque brilla por su ausencia, así que no le queda otra… no pueden darse el privilegio de quedarse en casa.

“Por lo menos estoy sola y aislada, no me expongo tanto a contagiarme, pero me da miedo cuando llegan los proveedores con la mercadería yo me enfermo y estoy al horno con mi condición, me bajan las defensas y fui! ¡Estoy bien igual, no te preocupes!”. Me decía, tratando de calmarme y verle algo bueno ante tanta desidia.
Mi bronca no se continente y por eso le pedí contar su historia en la pandemia, que seguro es muy parecida a la de más de un o una laburante.

Ella es factor de riesgo, ella es madre. Ella al igual que muchos y muchas laburantes no puede darse el privilegio de cumplir la cuarentena, están expuestos, a la deriva, solo por un puñado de patrones que lo único que les importa es seguir engordando sus bolsillos día a día mientras están en la comodidad de sus casa. Seguro ya fueron al súper y se stokearon de papel higiénico o volvieron de Europa y están jugando a la play o bromeando en las redes de cómo se embolan cumpliendo la cuarentena.

¡¡Esto así no va más!! Se necesitan medidas de fondo para cambia todo esto que toque los intereses de los empresarios. Por eso desde del PTS en el Frente de Izquierda, proponemos una serie de medidas para apalear esta crisis tales como “que se prohíban los despidos y haya un subsidio de al menos $30000 para no registrados y monotributistas, en base a impuestos a los bancos y otros grandes grupos económicos.”

Por eso hoy más que nunca, demos vuelta todo, porqué, ¡¡¡nuestras vidas valen más que sus ganancias!!!