Un médico mato a un joven en "un intento de robo" y un linchamiento en rosario. La “justicia por mano propia”, los grandes medios y el aparato represivo en el marco de un brutal ajuste del gobierno de Macri.
Miércoles 14 de septiembre de 2016 08:12
Cuando aún no había pericias ni mucha claridad sobre el accionar del médico, que se encuentra imputado por homicidio agravado por el uso de armas, los grandes medios empezaron a levantar una suerte de justificación al cirujano por lo sucedido.
Días después la madre del joven salió en entrevistas a reclamar justicia por el asesinato de su hijo y se alejó de las amenazas de venganza que circularon por Facebook por parte del hermano del joven asesinado.
El lunes pasado se produjo un brutal linchamiento en el microcentro rosarino donde envalentonados por la campaña mediática alrededor del problema de la “inseguridad”, un grupo de transeúntes golpeó salvajemente a un joven que habría robado una tienda en la peatonal Córdoba. Mientras algunos pedían que no le hicieran daño, otros apalearon al chico.
Este tipo de caso suelen ser utilizados por sectores de la derecha, con los reaccionarios personajes que saltan para exigir mano dura y mayor presencia policial, echando leña a la estigmatización sobre los sectores de la población sumidos en la pobreza y la marginalidad.
Las desigualdades sociales que se amplían con cada crisis económica y la hipocresía de los políticos patronales afloran cuando se intenta reforzar el aparato represivo. Para los grandes medios y los políticos patronales la delincuencia es un problema de elección de vida, de elegir el camino fácil. como si un trabajo que permitirá cubrir las necesidades básicas de la población estuviera al alcance de quien lo quisiera. Para ellos los obstáculos son excusas morales o una mera falta de voluntad, como si la delincuencia para los de abajo es una opción y no un empuje por las condiciones materiales que la provocan, de sobre manera en la juventud, cuando cientos de miles de jóvenes son condenados a la precarización laboral, viven la precariedad sin acceso a una educación publica de calidad ni a la salud, ni a las posibilidades de una vida cultural libre ,el tema empieza a ser mas complejo cuando se alimenta la idea de la meritocracia como ordenador de la moral, entonces esto construye una estigmatización automática sobre aquellos que padecen estas condiciones de vida y que los coloca, como en este caso, en una historia de " héroes y villanos".
De lo que pocos hablan es de que en realidad para muchos jóvenes de los barrios populares no hay opción, ese es el caso de Luciano Arruga, a quien la Policía detuvo en innumerables situaciones, torturó y asesinó por negarse a robar para ellos la Bonaerense.
Esta campaña, a la que es permeable buena parte de las capas medias de la sociedad, y también de la clase trabajadora, lleva como objetivo reforzar el rol de las fuerzas de seguridad, las cuales están insertas y en muchos casos organizan el gran delito ( narcotráfico, redes de trata, zonas liberadas) buscando legitimarla. Al tiempo que son el brazo represor contra la lucha de los trabajadores cuando estos salen a reclamar por sus derechos.
Derrumbada en los primeros meses la promesa de campaña de Pobreza Cero con los primeros indicadores ( arrastrando buena parte herencia k de alrededor del 30% pobreza) en la era de cambiemos esta situación no solo no se revirtió sino que dio un salto llevando a la pobreza a casi 2 millones de personas, con los recortes en los comedores escolares sumado a los cientos de miles nuevos desocupados formales como los informales , los magros aumentos en las asignaciones familiares en el marco de una devaluación y altísima inflación reúnen un coctel que deparan futuro de mayor desigualdad estructural.
Reforzar el aparato represivo con este tipo de campaña es estratégico para el Gobierno nacional, ya que un ajuste (inflación, tarifazos, despidos etc.) como el que esta implementando necesita a la represión como garantía para poder llevarlo adelante.