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Red Internacional
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Contra la inflación y ajuste del FMI. Una oleada de huelgas y protestas sacude a Panamá

Para este martes 12 de julio se ha convocado a una gran marcha nacional en la Ciudad de Panamá y otras ciudades del país para mostrar el gran rechazo popular a las políticas de ajuste que de la mano del FMI viene aplicando el Gobierno, y el creciente aumento del costo de vida. A la huelga docente que ya lleva 8 días se pliega este miércoles el poderoso sindicato de la construcción.

Lunes 11 de julio de 2022 15:15

Hay descontento, hay rabia en el pueblo panameño. Este lunes se cumplen ocho días de las crecientes protestas en todo el país y una huelga docente indefinida contra los precios galopantes del combustible y la canasta básica familiar y contra las políticas antiobreras del gobierno de Laurentino Cortizo. Para este martes 12 de julio se ha convocado a una gran marcha nacional en la Ciudad de Panamá y otras ciudades del país para mostrar el gran rechazo popular a las políticas de ajuste que de la mano del FMI viene aplicando el gobierno.

Las manifestaciones surgen cuando se cumplen tres años del Gobierno de Laurentino Cortizo quien implementa una política de descargar la crisis sobre el pueblo panameño que junto con los empresarios se aprovecharon de la pandemia para dejar a miles de trabajadores en la calle con los despidos, al mismo tiempo que los empresarios suben cada día los precios de los alimentos, medicamentos y los servicios básicos.

La huelga nacional docente se decretó el miércoles pasado por 72 horas, pero el jueves fue declarada como indefinida después de una fallida reunión entre los dirigentes magisteriales y la ministra de Educación, Maruja Gorday. Desde entonces ha ido tomando fuerza en las calles de casi todo el territorio nacional, sumándose estudiantes, indígenas, obreros y otros gremios que se han aglutinado en la Alianza Pueblo Unido por la Vida y la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo). Quienes ya en mayo pasado presentó un pliego de 32 peticiones al Ejecutivo.

Durante la semana se intensificaron los cortes de carreteras en lugares como Santiago, La Villa de Los Santos, Aguadulce, Penonomé, la capital, La Chorrera, Changuinola y Chiriquí. Pero los cortes de las rutas adquirieron más fuerza aun cuando los movimientos indígenas agrupados en la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá se sumaron a las protestas cerrando carreteras en lugares como San Juan, Tolé, Viguí, San Félix, Ojo de Agua y Escudo, paralizando por completo el transporte hacia y desde la provincia de Chiriquí.

Y este domingo el poderoso sindicato panameño de la construcción Suntracs anunció una "huelga de advertencia" de 24 horas el próximo miércoles, como parte de las protestas que continúan generalizándose, exigiendo también un aumento general de salarios. Los trabajadores del sector de la construcción, han demostrado ser punta de lanza frente a los distintos ataques del anterior gobierno de Juan Carlos Varela y su sucesor Laurentino Cortizo, de allí la importancia de la convocatoria a esta huelga.

En 2018, por ejemplo, los obreros protagonizaron el repudio contra el aumento del 8 % en la tarifa de luz y reclamaron los 32 millones de dólares en materia de salarios adeudados, y desde entonces han sido un sector clave en las protestas que se han venido desarrollando en el país. "Hay cómo salir del problema, pero no quieren para seguir beneficiando a los poderes económicos", declaraba el secretario general del Suntracs, Saúl Méndez, al anunciar la huelga de 24 horas "para exigir respuestas concretas al Gobierno" y convocando a realizar piquetes y marchas a lo largo de la semana que se inicia.

El gobierno de Cortizo temeroso que se expandan aún más las protestas y se vaya a un paro nacional, ha convocado a una mesa de diálogo para este mismo lunes y que se instale en la provincia de Veraguas, lugar donde se inició la huelga indefinida del magisterio.

En las manifestaciones se escuchan cánticos contra lo que se considera abusos del poder y las muestras de opulencia de los parlamentarios mientras gran parte de la población perdió sus empleos por la pandemia.

Por su parte las cámaras empresariales como la Asociación Panameña de Ejecutivo de Empresas (Apede), han exigido al Gobierno que actúe frente a las protestas que viven el país, aduciendo que los cierres de carreteras como la interamericana, que cruza el país y lo conecta con Centroamérica, les “han causado pérdidas millonarias”, cuando son ellos con los aumentos indiscriminados de los productos básicos y la ola de despidos quienes vienen golpeando a los trabajadores.

Las protestas de los trabajadores y el pueblo de Panamá que han visto agudizada su situación desde la época de la pandemia y ahora con los aumentos de los combustibles y el alto costo de la vida continúan intensificándose, mostrando el potencial de su fuerza no solo para frenar las medidas del gobierno, sino para imponer el conjunto de sus necesidades y reivindicaciones en la agenda nacional y conquistar sus legítimos derechos.

Se plantea con urgencia la convocatoria a un gran paro nacional para derrotar la política de Cortizo que de la mano del FMI viene descargando la crisis sobre pueblo trabajador panameño. Se trata de que los trabajadores, la juventud y el pueblo pobre de Panamá levanten un programa propio independiente para que la crisis no recaiga sobre sus espaldas, que los empresarios y el gobierno paguen por la crisis.