Jueves 4 de julio de 2024 13:39

A partir de los fundamentos planteados en el documento sobre situación nacional, aquí queremos señalar las medidas por las cuales consideramos que nuestra organización puede aprovechar la oportunidad política que se nos presenta en la realidad nacional, dado que el gobierno ha logrado triunfos parciales pero no puede evitar escenarios de resistencia dura a sus planes y a los ataques de las patronales, y existen sectores que profundizan su bronca y pueden ser protagonistas de luchas y procesos de organización. Esos sectores ven con simpatía las batallas que venimos dando desde el PTS en el FITU en el Congreso Nacional y en cada una de las peleas que han habido en las calles y en los lugares de trabajo y estudio. Ven también que el peronismo se debate en una aguda crisis en la cual el desastroso gobierno anterior no fue “un error” sino la consecuencia de una adaptación consciente a los parámetros impuestos por el neoliberalismo y el FMI en la actual configuración del capitalismo, frente a lo cual la única alternativa realista es el programa socialista de ruptura con el poder de las grandes corporaciones y el capital financiero, empezando por la ruptura con el FMI y los organismos financieros internacionales y el desconocimiento de la deuda externa. Así como la LLA y Milei significan una reconfiguración en el campo político de la derecha, en la clase trabajadora y la juventud están madurando las condiciones para que, en el mediano plazo, emerja una nueva fuerza política desde la izquierda. (...) La lucha de clases parte ahora de un momento defensivo, pero en él apostamos a que se fogueen los trabajadores, trabajadoras y jóvenes que serán los dirigentes de amplios sectores cuando haya luchas más generalizadas. Para organizar esa fuerza queremos proponer medidas de intervención audaz en las luchas y para desarrollar una amplia batalla político-ideológica contra la derecha y frente al peronismo, para multiplicar la influencia política del PTS/FITU y sus fuerzas militantes.
Contamos con un capital invalorable para este desafío: una militancia organizada en gran parte del país (provincias que albergan al 80% de la población nacional) con regionales que se han consolidado en estos años, y actividad cotidiana en fábricas, empresas, hospitales, escuelas, colegios y universidades, como se puede apreciar en las páginas de LID, junto a miles de simpatizantes con distintos niveles de compromiso.
II.1 Intervención audaz en una lucha de clases defensiva y política de reagrupamiento de los sectores combativos
La burocracia sindical viene intentando negociar cada uno de los ataques que lanza el gobierno y las patronales. Así dejaron pasar la Ley Bases sin siquiera un intento de lucha serio. Sin embargo, se vieron obligados a lanzar el paro parcial con movilización del 24E, el paro nacional del 9M, diversas movilizaciones, y se dividieron frente al tratamiento de la Ley Bases en el Senado entre los que directamente se borraron, y los que fueron sólo para posar de combativos (Pablo Moyano, SMATA, las CTAs, ATE, etc.). La mímica de lucha de estos sectores muestra que hay franjas de su propia base para los que la pasividad y la entrega no es gratuita.
Esta es la base para pensar iniciativas audaces:
• en aquellos conflictos que ya enfrentan ataques con respuestas parciales (estatales, FATE, SIAT, cierres o despidos masivos en empresas, etc.), nuestra apuesta es a nacionalizarlos lo más posible con acciones y campañas masivas, coordinando con las asambleas barriales que existan, centros de estudiantes y demás organizaciones, poniendo a disposición nuestrxs diputadxs;
• en aquellos lugares donde hay “anuncios” de ataques (como en ferroviarios) es posible organizar grandes campañas para difundir las amenazas y lograr apoyo popular en las zonas afectadas mediantes las asambleas barriales u organizaciones estudiantiles, para preparar una gran lucha cuando se concreten.
En todos estos casos, nos proponemos lanzar iniciativas a la vez que hacemos denuncias y exigencias de planes de lucha serios a las direcciones sindicales, estudiantiles y sociales, promoviendo el reagrupamiento de los sectores combativos y toda instancia de autoorganización posible para darle más fuerza a esa pelea.
Desde diciembre, sobre todo en el AMBA, venimos promoviendo un polo unitario de los sectores combativos del movimiento obrero, las asambleas y la izquierda, a la vez que apostamos al desarrollo de las asambleas “por abajo”, en cada barrio y municipio, como vía para reagrupar a la militancia “social”, barrial, de la izquierda y de los lugares de trabajo donde sea más difícil activar. En el interior del país prácticamente no hubo desarrollo de asambleas, salvo en Rosario. En el movimiento estudiantil impulsamos instancias de reunión de los sectores más avanzados al calor del conflicto universitario, pese a que fue corto y poco radicalizado.
Como señala esta nota de Matías Maiello y Emilio Albamonte, este tipo de polos o coordinaciones buscan generar “volúmenes de fuerza” desde donde tener una política de frente único obrero hacia la burocracia sindical. Así lo hicimos en cada una de las acciones que convocó la burocracia. Si bien las demás fuerzas de izquierda no promueven que estas instancias involucren a un activismo amplio, a partir de la aparición de las asambleas barriales o populares, logramos que ese polo de reagrupamiento funcione de forma abierta, con reuniones públicas, donde participan activistas de las asambleas. De esta manera, organizamos el Encuentro de Trabajadorxs, asambleas barriales, sectores estudiantiles, en lucha, y la izquierda (PTS, PO, MST, IS, NMAS, PO-T), que se realizó en Plaza Congreso el 25 de mayo, que ya balanceamos en una nota anterior de Apuntes militantes.
(...)
De conjunto, tanto en la superestructura como en la estructura militante, el PTS es la corriente claramente predominante en la izquierda, mientras las demás organizaciones se encuentran en retroceso. La diferencia de dinámica en estos meses se ha profundizado. Esta situación implica una responsabilidad respecto a la lucha de clases y, al servicio de esta, iniciativas de polos y reagrupamientos (como hemos hecho todos estos meses) pero sin descuidar una sistemática política de construcción a partir de la lucha política con el liberalismo y el peronismo, desde la cual mostrar nuestras diferencias políticas y estratégicas con las demás fuerzas de izquierda. (...)
Hacia la Conferencia, en cada regional es necesario definir las prioridades de intervención en la lucha de clases de cada lugar y de construcción del PTS, buscando una relación estrecha entre sectores claves desde el punto de vista estratégico (“posiciones estratégicas” en la clase obrera o grandes concentraciones estudiantiles) y aquellos más dinámicos en cuanto a luchas y fenómenos políticos (en varias regionales se destaca el movimiento estudiantil y docentes). En estos sectores, venimos desarrollando las agrupaciones obreras y estudiantiles, así como instancias de agrupamiento de vanguardia allí donde existan.
En el caso de las asambleas barriales o populares, de organización más territorial, en las que hemos sido una fuerza política decisiva en su impulso, consideramos que son instancias importantes para proponer actividades que sean útiles a las luchas o para llegar a nuevos sectores. Luego de un pico durante el verano hasta el retiro de la Ley Ómnibus, posterior retroceso y reactivación con el tratamiento de la Ley Bases (incluyendo los cacerolazos bastantes extendidos, sobre todo en CABA, el 12J contra la represión), ahora pueden volver a adquirir dinámica en función de batallas “locales” o nuevos procesos (como fue la lucha por la liberación de lxs detenidxs del 12J) y pueden ser una instancia de relación con docentes, estatales, jubilados, estudiantes y sectores no organizados de la clase trabajadora, como ha pasado tanto en el GBA como en CABA.
En las provincias del interior, vemos importante pensar iniciativas amplias que permitan reagrupar a los sectores de vanguardia, ya sean de frente único (tipo “encuentros”) o el impulso del CeProDH para defender a trabajadores y sectores populares en lucha.
(...)
A su vez, será importante llevar adelante campañas democráticas contra la criminalización y represión de la protesta, contra el Protocolo represivo y por la libertad de manifestación, como la reunión realizada el martes 2 en Sociales por la libertad de lxs cinco presxs por luchar que siguen en prisión por el 12J, y contra todas las causas.
II.2 Aumentamos nuestra capacidad de movilización pero somos defensivos en la lucha política e ideológica
En las movilizaciones de este año hemos aumentado nuestra capacidad de movilización respecto a años anteriores (...) El 24 de marzo movilizamos miles de personas más particularmente en el AMBA (Plaza de Mayo) pero con importantes columnas en la mayoría de las provincias. Fuimos la principal delegación del Encuentro del 25 de Mayo en Plaza Congreso. Si bien desde la asunción de Milei nuestro esfuerzo estuvo concentrado en la emergencia y el fortalecimiento de sectores de vanguardia, en particular en las asambleas barriales o territoriales que eran la novedad, desde mayo venimos ajustando la lucha política con el peronismo y la integración internacional-nacional de nuestro discurso, retomando la campaña por Palestina e incorporando a su vez las lecciones de los 70 como mayores fundamentos para la construcción del PTS. Esto se expresó en los plenarios abiertos del PTS de hace pocas semanas donde reunimos a miles de simpatizantes cercanos mientras las charlas de Myriam con Chipi en la UNLP, UNGS y Filo UBA, así como las presentaciones del libro de Eduardo Castilla (junto a Nico del Caño en la Feria del Libro y en la UNC de Córdoba, y con Titín Moreira en UNLa y Campana) fueron más masivas.
Con las asambleas, las luchas obreras (GPS, FATE), la lucha universitaria y los distintos procesos (UXC cultura, UXD estatales, entre otros), el PTS está relacionado con un activismo que viene participando de las distintas actividades, gran parte votantes del FITU pero también un sector que viene de votar a UXP.
Sin embargo, la distancia entre el peso superestructural conquistado “por arriba” y el peso estructural como corriente “por abajo” se sigue abriendo no sólo por los límites objetivos (no hay luchas generalizadas y procesos de vanguardia amplios) sino por problemas de nuestra propia práctica: la virtud de impulsar decididamente los movimientos en los que participamos tiene mayor intensidad que la pelea esencial por forjar una corriente política pro-partido de trabajadores socialistas contra los liberales y el peronismo como corrientes político ideológicas. No surge de la propia militancia responder al que nos dice “soy peronista pero simpatizo con ustedes porque van al frente” con “¿qué esperás para romper con el peronismo? ¿no te das cuenta que así seguirán las frustraciones y de última seguirá capitalizando la derecha?”. A su vez, a las personas que ya adhieren al FITU (como votantes o incluso como colaboradores eventuales) no tenemos una actitud ofensiva para cuestionar su compromiso mínimo batallando para que nos planteen por qué no se suman a la construcción de la fuerza política que necesita la clase trabajadora, la juventud, el movimiento de mujeres y sus luchas. Tendemos, en la práctica, a actuar como si el frente único o los agrupamientos de vanguardia fueran nuestro fin y no un medio en el cual hacer más eficaz la construcción de nuestra tendencia revolucionaria, sin la cual la pelea contra las direcciones burocráticas y/o conciliadoras con la derecha no podrá triunfar. (...).
II.3 Un giro hacia un discurso público y “persona a persona” pro partido, llamando a construir una izquierda de la clase trabajadora y socialista.
Nuestra orientación para el próximo período combinará la intervención en la lucha de clases, la lucha política contra el gobierno de extrema derecha, todos sus cómplices, y para desnudar el papel del peronismo de apostar a recomponerse como “alternativa” de centroizquierda o centroderecha (dependiendo qué tendencia se imponga) dentro de un régimen más democrático burgués (en esto, en acuerdo con sectores del radicalismo). A su vez, nos proponemos mantener el impulso a las instancias de vanguardia como las asambleas barriales e instituciones estudiantiles similares (aunque ahora vienen las vacaciones de invierno), la construcción de las agrupaciones en el movimiento obrero, y mantener las instancias como los plenarios o asambleas abiertas del PTS.
Las posibilidades de transformarnos en un verdadero partido leninista de combate que conquiste “influencia de masas” en el sentido de dirigir un 20 o 30% de la clase trabajadora (lo que permitiría otro nivel de posibilidades de acción y relación con las direcciones burocráticas) dependerá del desarrollo de procesos más intensos de la lucha de clases que generen tendencias a la radicalización política y eventuales fusiones. Sin embargo, en las condiciones actuales donde hay una amplia corriente de simpatía por nuestras posiciones en sectores avanzados (que son minoritarios pero mucho más amplios que nuestra militancia), creemos que es posible lograr una influencia política más consciente y extendida, a partir de la cual podamos multiplicar nuestra fuerza militante. . A su vez, en este período estará planteada la posibilidad de conquistar internas, delegados y centros de estudiantes específicos, junto a sectores antiburocráticos y de la izquierda con los que hayamos confluido en los procesos de lucha. La revolución en el sistema de medios que planteamos en el punto siguiente está en función de potenciar nuestra influencia política para llegar más sistemáticamente a nuevos sectores de la clase trabajadora, la juventud y los sectores “progresistas” que simpatizan con la izquierda.
Aquí queremos desarrollar lo que consideramos más novedoso y necesario.
Como definimos arriba, estamos a la defensiva en cuanto a construir una corriente de miles de trabajadorxs, estudiantes, personalidades de la cultura, intelectuales, que se reivindique orgullosamente a favor de una gran izquierda de la clase trabajadora y socialista, de un partido internacionalista con ese contenido. Para esto necesitamos mostrar en forma sencilla por qué nuestras batallas cotidianas están relacionadas con las mejores tradiciones de la clase trabajadora argentina (en particular con la “insurgencia obrera” de los 70) y son parte de considerar que una sociedad socialista es la única alternativa progresiva y racional frente a la decadencia capitalista, contra el estatalismo blando (ya que ni se aproxima al nacionalismo burgués de mediados del siglo XX) del peronismo y sus utópicas soluciones de conciliación con el FMI y el gran capital que chorrean crisis, guerras y ajustes. Para este último aspecto queremos desarrollar la propaganda sobre el potencial de la cooperación social para liberar a la humanidad de la explotación y la destrucción del planeta si es arrancada al mando capitalista y transformada. Los liberales/libertarios opinan que la iniciativa individual capitalista es la única alternativa que impulsa el desarrollo económico, prerrequisito del bienestar social. Los peronistas comparten en lo esencial este punto de vista, aunque consideran que es necesario el estado para “regular” y “compensar” los “excesos” o “consecuencias indeseadas” de los grandes capitalistas. Lo que ocultan ambos es que la “virtud” individual en el capitalismo consiste en inventar o llevar adelante las mejores formas de apropiarse del trabajo social producido por el conjunto de lxs trabajadorxs. La cooperación acompaña la historia de la humanidad bajo distintas formas, pero en el capitalismo se reconfigura hasta generalizarse con la gran industria y el desarrollo del “intelecto general” corporizado en los sofisticados sistemas de producción y distribución que permiten la explotación al servicio de los capitalistas de la enorme mayoría de lxs asalariadxs, mientras masas inmensas de trabajdorxs sobreviven en trabajos ultra precarixs. Denunciamos que el mundo de “emprendedores” que pintan los liberales y libertarios sin esa inevitable cooperación social, es una utopía reaccionaria. El “emprendedor” es quien inventa mecanismos para apropiarse individualmente del excedente generado por la cooperación social. La competencia entre los grandes monopolios y estados lleva a crisis y guerras, donde la tecnología se pone al servicio de la producción para la destrucción. A esto se suma que la sed de ganancias lleva al saqueo de los bienes comunes naturales, destruyendo el planeta.
La cooperación social puede desarrollar su potencia si se libera de las formas y objetivos que le impone el mando capitalista y es dirigida a satisfacer las necesidades sociales bajo la administración de lxs propios trabajadorxs, reduciendo el tiempo de trabajo (comenzando por la jornada de 6 horas) para desplegar nuestra creatividad, dedicarnos a desarrollar nuestros intereses y talentos y compartirlos con los otros. Para esto y para “activar el freno de emergencia” es necesaria la revolución socialista: la conquista de gobiernos de los trabajadores –basados en sus organismos democráticos– y su desarrollo a nivel internacional.
Queremos comenzar a articular estos contenidos en artículos, charlas, videos.
II.4 Apostar a un desarrollo partidario más “industrial”
Mejorando el contenido de nuestro discurso público y la propaganda “persona a persona”, aprovechando los diversos materiales con los que contamos, entre ellos el folleto ¿De qué hablamos cuando decimos socialismo?, nos proponemos generar una corriente que comience por identificarse y reivindicar su pertenencia a una izquierda de la clase trabajadora y socialista, y culmine en una nueva camada de militantes que aumente considerablemente nuestras fuerzas de aquí a fin de año. Partimos de la gente que ha hecho estos 6 meses de experiencia en particular en el AMBA, en gran parte sectores que fueron votantes FITU y colaboradores de nuestras campañas anteriores (con una parte de base FITU nueva que conocimos en estos meses) mientras en el interior ha sido más retrasada la experiencia pero contamos con muchxs simpatizantes con quienes hemos compartido procesos de lucha, actividades político/sociales, ideológicas, Casas Culturales, etc. Pero queremos llegar a sectores más amplios (entre ellos la parte de los votantes y colaboradores FITU que han sido menos activos en estos meses) (...) Para esto tenemos que apostar a que, con este contenido, la mayoría de lxs militantes actuales se posicionen como nuevos “cuadrxs”, en el sentido de organizar nueva gente y ser parte del proceso de captación. (...)
II.5 Revolucionar el sistema de medios para desplegar la lucha política e ideológica
(...)
Queremos dar un salto del tipo que tuvimos cuando lanzamos La Izquierda Diario y revolucionamos el sistema de medios de la izquierda e irrumpimos en el mundo mediático nacional (a nuestro nivel). Queremos pensar ahora a fondo a qué públicos nos queremos dirigir, con qué contenido, formatos, “periodistas”, etc. para lo cual será importante hacer encuestas en los lugares de trabajo y estudio, vía redes, etc. Para esto vamos a presentar un plan hacia la Conferencia.
ANEXO:
Campaña Financiera invierno 2024 (Comisión de Finanzas)
Como es tradición en nuestra organización, dos veces por año impulsamos la campaña financiera, acompañando el cobro de aguinaldos, para la financiación de parte de la actividad política del partido tanto a nivel nacional como internacional.
Venimos enfrentando en las calles, lugares de trabajo y estudio las medidas de ajuste, aumentos de precios y tarifazos del gobierno de Milei. Ahora la aprobación de la Ley de Bases, a pesar de ser un triunfo parcial para el gobierno, se logró a un alto costo y no resuelve sus problemas más acuciantes. Como denunciamos en LID es una avanzada contra el pueblo trabajador en beneficio de los más ricos.
La situación económica se sigue profundizando críticamente y la aprobación de la ley ha generado más incertidumbre. En este contexto la dinámica de la actividad partidaria ha aumentado mucho y también las necesidades económicas para sostenerla. Serán de profunda importancia los esfuerzos que logremos de forma militante para garantizar la mejor campaña financiera posible y fortalecer toda la intervención del partido en este contexto económicamente difícil para todxs. Convocamos por esto a militantes y simpatizantes a colaborar con estos objetivos.