Hace un año, 56 adolescentes y niñas fueron asesinadas por protestar contra los abusos sexuales y físicos en Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Diversas organizaciones sociales han realizado homenajes y actos de protesta para exigir el esclarecimiento y justicia para las jóvenes asesinadas un 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres, en San José Pinula, Guatemala.
Jueves 8 de marzo de 2018 14:26
El 8 de marzo de 2017, 56 niñas y adolescentes protestaban contra los abusos sexuales y físicos que sufrían en la casa Hogar Seguro Virgen de la Asunción de la Secretaría de Bienestar Social (SBS) de la Presidencia. Desde entonces, los reportes revelaron que las adolescentes fueron encerradas tras un incendio que duró varios minutos; bajo una temperatura que superó los 300 grados centígrados, exponiendo a las niñas a gases letales y con menos del 21% de oxígeno necesario.
Es verdad que el margen de supervivencia de las jóvenes era mínimo, ya que se sabe que por lo menos 19 de las niñas se carbonizaron de inmediato. Sin embargo, a pesar de los gritos, fueron las autoridades quienes decidieron no abrir las puertas del orfanato.
La Coordinadora 8 de Marzo, que aglutina distintos grupos e instituciones de mujeres en Guatemala, exigió hoy a las autoridades del sector justicia que hayan avances en el caso de la muerte de las adolescentes y niñas, además de las otras 15 que resultaron heridas en el incendio del Hogar Seguro.
En una conferencia de prensa, a cuatro días de que se cumpla el primer aniversario del trágico suceso, la Coordinadora pidió celeridad para el proceso penal que enfrentan el ex secretario de Bienestar Social de la Presidencia, la ex subsecretaria de Bienestar Social y el exsubdirector del Hogar Virgen de la Asunción, Carlos Rodas, Anahí Keller y Santos Torres, respectivamente.
Las organizaciones han señalado un “litigio malicioso” en el proceso, pues la última audiencia, celebrada el pasado 19 de febrero, fue pospuesta ante la imposibilidad de acudir una abogada de los querellantes en el proceso esta semana.
Por este caso también está procesada y a la espera de saber si enfrentará o no juicio la jefa del Departamento de Protección Especial contra el Maltrato en todas sus formas del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, Brenda Chaman Pacay. Además, el jefe de la Procuraduría de la Niñez y Adolescencia de la Procuraduría General de la Nación, Harold Flores, y la defensora de la Niñez y Adolescencia de la Procuraduría de los Derechos Humanos, Gloria Castro.
Históricamente el pueblo guatemalteco, en especial las mujeres, han conocido la violencia y esclavitud sexual producto de procesos políticos y sociales marcados por la guerra y las dictaduras militares. Su régimen se ha encargado de mantener intacta la estructura de sus instituciones ejerciendo un política de disciplinamiento contra las mujeres.
Hogar Seguro Virgen de la Asunción no era la primera vez que operaba así, era conocido como “el infierno” por los jóvenes que la habitaban y que se sabía que trataban de huir de los abusos físicos y sexuales que enfrentaban de manera cotidiana. En 2013 una joven fue estrangulada con una bufanda en la casa hogar, sin causar mayor revuelo para dicha institución. Ese mismo año la Procuraduría de Derechos Humanos declaró que se violaban los derechos de los adolescentes, también la Comisión Interamericana de Derechos Humanos decretó medidas cautelares que nunca fueron acatadas; ese mismo año 142 jóvenes huyeron de forma masiva.
Durante la masacre del pasado 8 de marzo había 600 niños, niñas y adolescentes, de los cuales se sabe que 173 tenían capacidades diferentes. Durante 2016, el HSVA llegó a albergar a más de mil niñas, niños y adolescentes, superando en un 300% su capacidad real. En América Latina solamente Perú y Guatemala cuentan con ese modelo. En Guatemala, según UNICEF, hay aproximadamente 5 mil niños, niñas y adolescentes institucionalizados. Las muertes de las niñas y adolescentes del 8 de marzo de 2017 mostró la punta de un problema estructural marcada por la negligencia estatal y violencia institucional durante años.
No se trató de un accidente, la masacre no empezó ese día para los cientos de jóvenes de la casa hogar; fue una violencia sexual y física sistemática llevada a cabo por las autoridades. Fue un feminicidio de Estado.
Guatemala ocupó durante el 2016 el tercer lugar en el ranking de las tasas de feminicidios, detrás de países como El Salvador y Honduras. Una tasa de 2,5 por cada 100 mil mujeres, según los informes de CEPAL. Además, según datos del Grupo de Apoyo Mutuo en el periodo de 2008 a 2016 fueron asesinadas 6 mil 423 mujeres en Guatemala.
En esta segunda convocatoria de Paro Internacional de Mujeres, nos movilizamos para conmemorar a las 129 obreras textiles que murieron encerradas y quemadas por el patrón después de realizar una huelga en reclamo de sus derechos y mejores condiciones laborales en Estados Unidos y dar nombre al Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Este día salimos a las calles también para denunciar el crimen de Estado en Guatemala; contra la violencia física y sexual que no sólo se destapó con Hogar Seguro, sino con las valientes mujeres de Sepur Zarco que denunciaron crímenes de lesa humanidad, violencia y esclavitud doméstica y sexual.
8 de marzo, a un año de la masacre, paramos por las 56 adolescentes y niñas asesinadas, y gritamos ¡No fue el fuego, fue el Estado!