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Red Internacional
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Industria automotriz. Una vez más el fraude se impone en Mazda

Este viernes 14 de julio se vivió en Mazda logística el proceso de recuento de votos en la que se disputaba la representación de las y los trabajadores entre CTM, CATEM Y FROYLAN.

Lunes 17 de julio de 2023

El proceso de recuento es una vía legal en la que un sindicato mete una demanda para ostentar el Contrato Colectivo de Trabajo alegando que cuenta con el acuerdo de la base trabajadora. En el caso de Mazda, esta demanda fue interpuesta por CATEM y Froylan para tratar de disputarle a la CTM la representación.

Esta es la cuarta vez que llaman a elección en la planta en general por lo que ya mucha gente se encuentra confundida, enfadada y hasta desmoralizada, debido a que ni la empresa ni dirigentes sindicales ni las autoridades de la secretaría del trabajo dan explicación alguna sobre la intención de estas votaciones.

De acuerdo a dos compañeros no se les informa de nada al interior de la planta.

Testimonio: “A nosotros los trabajadores nunca nos informaron nada, era tanto el rumor en las redes sociales de dicha votación que a los 4 días personal del sindicato se nos acercaron haciendo pequeñas juntas, lo que se nos dijo, fue que ellos no sabía nada que hasta apenas el día de hoy les había llegado un correo, pero nos dijeron que teníamos que votar por ellos porque si no votábamos por ellos se iba a perder el contrato y vamos a perder nuestros beneficios.”

“En la planta no hay información ni explicación de nada, está un comunicado solamente de las votaciones para el contrato colectivo.”

Las votaciones

Desde las 6 de la mañana del 14 de julio aparecieron los representantes de la CTM en varios vehículos muy sospechosos y con actitud intimidatoria.

A la llegada de los representantes del gobierno, notario, juez y otros, quienes debían revisar y dar fe de la votación legal, rápidamente los charros de la CTM los acapararon, evidenciando sus maniobras antidemocráticas, ya que se abrazaban y se saludaban demostrando la preferencia y la amistad con estos charros. Se adentraron al área en donde se ubicaban las urnas y ahí se quedaron. Mientras tanto los representantes de los otros sindicatos no los dejaron entrar.

El horario de las votaciones era de 7:30 a 17:30 pero entraba en contradicción con los horarios de trabajo por turnos.

A los trabajadores del turno de la noche que entraron el jueves 13 se les comunicó en ese momento de dicha votación, advirtiéndoles que tenían que votar por la CTM, pero ellos se preguntaban que cómo iban a votar si no les daría tiempo el viernes.

Así fue que los charros buscaron la solución de darles dos horas de tiempo extra para que coincidieran con la hora de la votación, pero realmente solo fue para quedar dentro de la “legalidad” ya que la mayoría se encontraba muy lejos del área de votación y no les proporcionó traslado, así que con sueño, cansados decidieron no ir.

Esta misma distancia entre áreas hizo que en el transcurso del día solo ingresaran tres a cinco personas. Eran las 3 de la tarde e iban 90 rechazados porque no traían credencial, incluso un trabajador manifestaba, muy enojado, que a él nunca le avisaron ni mucho menos le dijeron que se debía de llevar credencial de elector (INE).

También utilizaron viejas trampas ya conocidas en donde ingresaban a votar trabajadores que no aparecían en el padrón.

Los pocos que votaron eran transportados por el personal del sindicato en camionetas. En las áreas se quejaban todos los compañeros porque no había un control y los Foreman se negaban a parar labores, apenas daban permiso de uno o dos personas por área y a los demás los programaban con horarios muy tarde cerca de las dos, tres y hasta las cuatro de la tarde, por lo que el cansancio y la confusión era más fuerte que el ir a votar.

Los mismos trabajadores se preguntaban por qué no hicieron las votaciones donde había más personal, hay dos áreas muy cerca que son depot y vehículos, ahí era el mejor lugar, pero los charros decidieron aislar las urnas en el área bajío.

Todas estas intransigencias hicieron que a las 3 de la tarde otras 90 personas aproximadamente, fueran rechazadas porque no aparecían en el padrón.

El resultado final fue de 675 votos con derecho a votar en el padrón. Solo fueron 136 votos y un anulado

CTM FROYLAN CATEM
83 31 21

Reflexiones

Lo primero que tenemos que darnos cuenta es que no podremos lograr nada si no logramos la autoorganización, sin ella no se puede contrarrestar la fuerza de la empresa que utiliza a charros y a las burocracias sindicales para no permitirnos lograr un sindicato que podamos dirigir desde adentro de la planta.

Así que una de las tareas más importantes es darse cuenta de que el movimiento que se logró en mayo para no perder el total del robo de utilidades es el camino para lograr nuestros objetivos.

En aquel momento ni una sola de las direcciones de los sindicatos que se dicen estar en contra de CTM, como CATEM, Froylan o SINTTIA hicieron lo mínimo para apoyar el movimiento que se creó, ni siquiera se pronunciaron públicamente en nuestro apoyo. Incluso la representante de CATEM pedía que no nos organizáramos para no afectar a la planta.

Así que quede quien quede, solo teniendo una autoorganización real podemos apoyarnos entre compañeros, incluso de otras plantas como en GM.

Otro punto es que, aunque CATEM y Froylan dicen ser distintos, tampoco nos informan de nada, solo llaman a las votaciones, lo cual ya tiene enfadado a cientos y con mucha incertidumbre.

Para conocer a los sindicatos, te puede interesar: Ante los procesos de legitimación en Mazda: ¿Qué opciones tienen las y los trabajadores?

Es muy importante llamar a una asamblea para denunciar el modo de actuar de los charros cetemistas, quienes garantizaron a la planta la división de Mazda Motors y Logi, ya basta de que estas personas traicioneras sigan haciendo lo que les plazca a nuestra fuente de empleo mientras ellos se enriquecen al servir a la empresa, además hay que exigirles rendición de cuentas.

Se necesita un sindicato democrático que utilice a las asambleas como el máximo órgano de decisión en donde todas y todos tengan voz y voto. Que sea combativo, que levante las demandas reales que necesitan las familias como el alza a los salarios, que se oponga a los despidos y regularice los horarios de trabajo inhumanos que hoy existen en la industria automotriz y que se una a cada vez más luchas democráticas, tanto en el país como en el mundo.

Hay que recuperar la experiencia de mayo.
¡No más confianza en charros, burócratas ni patrones!