En el debate de los principales candidatos a la Moncloa el 26J, Pablo Iglesias mostró más de lo mismo: moderación. La deuda, uno de los temas destacados, no escapa a esta categoría.

Carlos Muro @muro_87
Jueves 16 de junio de 2016
Foto: EFE
En el debate a cuatro del pasado lunes, hubo un tema crucial para el conjunto de la economía española: la deuda. Los principales partidos, PP y PSOE, siguieron en su línea de pago absoluto de la deuda, es decir, que la mayoría trabajadora paguemos una deuda que es ilegítima. Ciudadanos, el rebranding del PP, sigue como no podría ser de otra manera la misma línea. Pero Podemos, partido que se auto reivindica el “partido del cambio” y “heredero del 15M”, no se ubica en una posición muy distinta en relación al pago de la deuda.
Aunque Podemos nunca sostuvo el “no pago” abiertamente, si defendió en sus inicios una suerte de “auditoría ciudadana” para determinar que parte ilegítima de la deuda no debería pagarse. Como consecuencia de los acontecimientos en Grecia y la aceptación de Tsipras del pago de la deuda y del tercer memorándum, sin embargo, Podemos cambió el discurso y empezó hablar de la famosa “reestructuración”.
En declaraciones al programa de televisión “La noche en 24” en diciembre del 2014, Pablo Iglesias alegaba que “una reestructuración ordenada de la deuda supone hacer un estudio, que eso es una auditoria y que nosotros defendemos, que claro que va a ser ciudadana. ¿Qué quiere decir que sea ciudadana? Que va a ser transparente”. Elogiando las afirmaciones del periódico Financial Times sobre Podemos, que lo calificaba de “partido responsable”, Podemos comenzó a regular desde entonces su discurso. La “auditoría ciudadana” ya no iba de “participación ciudadana” sino sólo de “transparencia”.
De allí al pago sin más de la deuda había un solo paso, e Iglesias lo dio sin problemas. En el debate con los principales candidatos al 26J, Iglesias se pronunció sin rodeos a favor del pago de la deuda. La única diferencia con respecto al resto de candidatos fue que, según él, hay que “reducir el déficit a un ritmo menor”. Todo un resumen de su política económica: pagar la deuda a un ritmo menor –si la Troika deja- y garantizar condiciones para la inversión capitalista. Pareciera que Iglesias siguiera el principio de Diógenes, antiguo filósofo griego, que decía “cuando estoy entre locos me hago el loco”.
En concreto. Pagar la deuda como pretende Podemos (y, en los hechos, sus socios de Izquierda Unida en “Unidos Podemos”), es asumir una deuda pública que representa un 103% del PIB. Una deuda que ha estado engordada por el trasvase de deuda privada –sobretodo procedente de la banca- a la deuda pública. Significa además asumir una deuda privada que superó, finalizado el 2014, los 3,4 billones de euros, equivalente al 321% del PIB. Lo que significa que es más de tres veces mayor que lo que produce la economía.
Es muy posible que algunos militantes o simpatizantes de Podemos o Izquierda Unida opinen que “es verdad, no habría que pagar la deuda” pero “es lo que hay”, que esto “es lo más realista”. Pero ser “realista” significa decir que pagando la deuda es imposible impulsar el más mínima programa social, sino veamos lo que ha sucedido en Grecia. El realismo político es, en definitiva, no aceptar una deuda que los trabajadores y sectores populares no hemos y, por ende, llamar a la movilización por el no pago.
Que Unidos Podemos se predispone a pagar religiosamente la deuda no es algo que hayamos inventado nosotros. Es lo que ya vienen haciendo Podemos e IU en los distintos “Ayuntamientos del cambio” donde gobiernan, con el apoyo del PSOE. Como dijo Iglesias el lunes: “nuestro principal aval de que podemos hacer políticas progresistas son los ayuntamientos del cambio en Madrid y Barcelona. Allí gobernamos con el apoyo del partido socialista. Y ojalá podamos gobernar en España con los socialistas”. ¡Ay!
Frente a la opción de “pagar la deuda con más tiempo”, la única alternativa “realista” es llamar a la más amplia movilización de los trabajadores, la juventud y los sectores populares contra el pago de la deuda y cualquier imposición de la Troika.

Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.