Las y los trabajadores del supermercado Unimarc de Copiapó decidieron paralizar a través de una huelga de brazos caídos durante el día 18 de marzo, exigiendo condiciones mínimas de seguridad, como alcohol gel e ingreso de clientes con restricciones a esto se unieron 9 establecimientos más en toda la región, la respuesta de la empresa: Demandar a 4 dirigentes sindicales.
Lunes 6 de abril de 2020
El comienzo de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus desató un sinfín de cuestionamientos en los lugares de trabajo, donde las condiciones de higiene y seguridad se hacían nulas ante la desdicha empresarial. Millones de trabajadores obligados a estar en sus lugares de trabajo con un riesgo constante de contagio sin la entrega de alcohol gel, guantes y mascarillas, menos un control de la entrada de personas ni sanitización de los lugares de trabajo. Este panorama se desarrolló a nivel nacional e incluso en otros países como Argentina.
Frente a esto, las y los trabajadores de un establecimiento del supermercado Unimarc de Copiapó, decidieron paralizar a través de una huelga de brazos caídos durante el día 18 de marzo, exigiendo condiciones mínimas de seguridad, como alcohol gel e ingreso de clientes con restricciones, manifestó Janet Rojas, presidenta del sindicato de trabajadores Rendic Hermanos S.A Unimarc a diario Chañarcillo.
La Sociedad de Supermercados SMU, controlados por Álvaro Saieh, Juan Rendic y Enrique Bravo, decidió demandar a 4 dirigentes sindicales, específicamente a la Presidenta, tesorera, secretaría y al director del sindicato, con la finalidad de que el Juzgado de Letras del Trabajo de Copiapó, de autorización de los despidos de los trabajadores directivos del sindicato, a través del artículo 160 Nº 7 del Código del Trabajo “por incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato”.
Según la empresa, su demanda se relaciona con que los dirigentes se manifestaron en contra de la empresa, y de forma paralela otros 9 locales Unimarc de la región decidieron adherirse a la manifestación, acusándolos de paralizar “injustificadamente el funcionamiento de los locales”.
En la misma línea de los dueños de SMU, el Juzgado Laboral de la ciudad de Copiapó, admitió la demanda y decretó la separación de forma provisoria de los 4 dirigentes demandados con una media remuneración de forma mensual.
Los dirigentes dan cuenta que tuvieron una serie de reuniones con la empresa, en la que establecían que solamente les iban a hacer entrega de las protecciones que le exigía el ministerio de salud, que bajo ninguna circunstancia incluyen la entrega de mascarillas o guantes, los dirigentes señalan que esta es una de las estrategias de la empresa ya que se encontraba en curso la negociación colectiva.
Esta estrategia por parte del empresariado es nuevamente un golpe para la organización de las y los trabajadores, donde a través del amedrentamiento y despidos injustificados, intentan aleccionar a los trabajadores que exigen medidas mínimas de higiene y seguridad en sus espacios de trabajo, es por esto, que se abre la necesidad de formar en todos los lugares de trabajo, comités de control, higiene y seguridad, donde se debatan e impongan medidas que sean necesarias para nuestro resguardo, desde la paralización de una industria no esencial sin despidos y con el 100% del salario, medidas de higiene y seguridad necesarias en los trabajos esenciales, y para avanzar a discutir desde los trabajadores cómo podríamos usar la producción al servicio del combate a la crisis y en beneficio del pueblo.
Los empresarios con el apoyo del gobierno nos quieren estrujar hasta más no poder para continuar con sus ganancias millonarias, mientras se profundiza el virus y en unas semanas más posiblemente colapsen hasta los hospitales y consultorios. Nos amenazan con la crisis económica, con cierres y quiebras, con despidos masivos, rebajas de sueldo y suspensiones.