El intento de imponer un reglamento disciplinario se topó con la resistencia del estudiantado y ha quedado por el momento en stand by. Del régimen disciplinario al protocolo contra la violencia de género.
Martes 10 de octubre de 2017 09:04
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Tras conocerse casos de abuso entre estudiantes de la Facultad de Exactas, que habrían ocurrido hace un mes y medio, el Consejo Superior (CS) de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) intentó imponer el jueves 28 de septiembre un “régimen disciplinario de estudiantes”. El proyecto fue rechazado por docentes y Comisiones Directivas (CD) de los Centros de Estudiantes de las facultades de Exactas, Humanidades y Naturales. Los Consejos Directivos de las dos últimas y una asamblea de estudiantes impulsada en Humanidades se expresaron en el mismo sentido.
En el Consejo Superior la defensa de este reglamento la realizaron varios miembros de la Comisión de Interpretación y Reglamento, destacándose entre ellos la vice decana de Humanidades y presidenta de la Comisión, Susana Fernández, su par de Ciencias Exactas, Daniel Hoyos, y el consejero de esa facultad que pertenece a la agrupación Fuerza Integral.
Mientras tanto, consejeros estudiantiles de las agrupaciones Juntxs, Franja Morada, Naturales al Frente, UNESI y Exergia en lugar de rechazar el reglamento por su carácter anti democrático y punitivista, eligieron dar un voto de confianza al rector.
“En Humanidades, Juntxs, que se auto adjudica ser kirchnerista, no estuvo a la altura de las circunstancias, porque el reglamento tenía que rechazarse sin vueltas desde el primer momento que empezó a circular, sin titubeos (…) un reglamento que quieren meter desde el 2011 (…) y la Franja Morada, que es conducción del Centro y le hicieron campaña al rector Fernández el año pasado, luego de meses sin mostrar la cara frente a ninguna problemática que nos atañe como estudiantes, ahora se suma de manera oportunista porque el mes que viene hay elecciones del CUEH (…)”, afirmó Gabriel, estudiante de Comunicaciones y militante de Juventud a la Izquierda.
El artículo 2
El artículo 2 del “Régimen disciplinario de estudiantes”, como lo llamaron sus creadores, plantea que “Las disposiciones de este reglamento rigen para los estudiantes regulares, libres y vocacionales; por hechos, actos u omisiones que realicen en el ámbito universitario o fuera de éste, que perjudiquen moral y/o patrimonialmente a la Universidad, con motivo u ocasión del ejercicio de su calidad de estudiante”.
Al respecto, Verónica que es estudiante de Historia y militante de Pan y Rosas, planteó que “además de que curiosamente el Superior pretendió hacer pasar un régimen disciplinario de estudiantes sin que podamos discutirlo las y los que somos justamente estudiantes, con este reglamento pretendían meter en la misma bolsa cosas que nosotras no consideramos ningún problema ni delito, ni atentado contra la moral, y probablemente para las autoridades si, entonces ¿cómo no vamos a rechazar de una que las autoridades discutan lo que podemos o no hacer nosotros? (…) por eso fue muy importante la respuesta rápida del movimiento estudiantil”.
¿Por qué en este momento?
La excusa utilizada por las autoridades para meter entre gallos y medianoches este reglamento, algo que intentan desde hace 6 años, fue la supuesta necesidad de tener a mano una herramienta para poder salvaguardar un “vacío legal” que existiría a la hora de tratar denuncias de violencia de género en la Universidad. Sin embargo, el uso interesado de los casos de abuso en Exactas provocó un enorme malestar en un sector de la comunidad universitaria.
Del reglamento disciplinario a un protocolo contra la violencia de género
El martes 5 de septiembre, ni bien circuló en todos los medios la denuncia, integrantes de la Comisión de Mujeres de la UNSa presentaron en la reunión de CD de la Facultad de Humanidades un “Protocolo de intervención institucional ante denuncias por violencia de género, acoso sexual y discriminación de género”, con fecha 4 de septiembre. “Algo muy progresivo, frente a la brutal situación de las mujeres en la provincia y en el ámbito educativo, pero que no lo discutió nadie, ninguna estudiante, ni docente, ni PAU (…) de vuelta, el mismo método inconsulto del Superior (…) por eso vamos a rechazarlo”, señaló Verónica.
“La Comisión tampoco se caracteriza por luchar por nuestros derechos como mujeres de forma independiente del gobierno de Urtubey por eso este martes en el marco de una asamblea interclaustro que se va a realizar a las 17hs en el SUM de Humanidades vamos a plantear que en nuestra opinión tiene que ser un protocolo institucional, para obligar a la universidad de conjunto a que se haga cargo de capacitar, dar cursos con temática de género a las y los docentes y al movimiento estudiantil (…)lejos de ser un organismo ad hoc como propone la Comisión de Mujeres de la UNSa, debe ser algo nuevo, con representación mayoritaria de estudiantes, y representación de los trabajadores y los docentes de la universidad, y participación de organizaciones de mujeres independientes del gobierno y las autoridades, con capacitación en perspectiva de género, así como organismos de derechos humanos.”, sostuvo.
La tarea para las y los estudiantes de toda la Universidad es por un lado tirar abajo el reglamento disciplinario y transformar esa batalla en un profundo proceso democrático que atraviese a todos los claustros. No podemos separar la lucha contra este avance regimentador de la forma en la que las compañeras van a enfrentar otro acto de abuso o discriminación.