Dirigentes del Partido de Trabajadores registraron la candidatura de Lula, que está preso, ante el Tribunal Superior Electoral. La Justicia tiene hasta el 17 de septiembre para expedirse. Más allá del proyecto del PT, el pueblo brasileño tiene derecho a decidir.
Viernes 17 de agosto de 2018
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El 7 de octubre Brasil volverá a las urnas para elegir a su próximo presidente.
Es la primera elección presidencial luego del golpe institucional contra la expresidenta Dilma Rousseff en 2016.
El Partido de los Trabajadores registró este miércoles la candidatura del expresidente Lula da Silva, quien se encuentra preso arbitrariamente en el marco de la operación judicial conocida como “Lava Jato”, que fue la herramienta fundamental con la que se impuso el proyecto golpista.
El objetivo de esta causa judicial, dirigida por Sergio Moro, un juez de primera instancia formado por el departamento de Estado de Estados Unidos, está muy lejos del pretendido “combate a la corrupción”.
La destitución de Dilma, la proscripción de Lula y el conjunto de arbitrariedades que caracterizan la operación Lava Jato tienen un solo objetivo: sentar en el sillón presidencial a un candidato que le de continuidad al proyecto golpista y sus políticas neoliberales.
El Partido Judicial comete todo tipo de arbitrariedades para lograr este fin. A los métodos de impunidad como la delación premiada, y los extorsivos como la prisión preventiva o los interrogatorios coercitivos, se sumó en la última semana, la escandalosa declaración de un juez que reconoció haber “ignorado la ley” para impedir la liberación de Lula.
Mientras tanto, los empresarios corruptos que ofrecieron denuncias contra Lula se encuentran en libertad, disfrutando de su patrimonio.
Cada causa que pudiese tocar intereses de empresas imperialistas fue dejada de lado, y toda evidencia contra políticos del partido opositor PSDB, caducó o fue archivada.
En particular aquellas causas contra el actual gobernador de San Pablo y candidato presidencial, Geraldo Alckmin, que tiene el apoyo de los empresarios, los medios y la corporación judicial para llevar adelante el proyecto golpista.
El objetivo de la Lava Jato hoy, es que sea la justicia la que elija a dedo al próximo presidente del país, manteniendo a Lula preso y cometiendo todo tipo de abusos en su contra.
El Tribunal Superior Electoral deberá expedirse sobre la candidatura de Lula hasta el próximo 17 de septiembre. Mientras tanto el expresidente no puede recibir visitas de los abogados, ni grabar audios o videos, lo que afecta cualquier intento de propaganda electoral.
Al día de hoy Lula sigue siendo el candidato con mayor intención de voto en las encuestas, por lo que la acción del Partido Judicial impide el básico derecho democrático a que millones de personas puedan votar al candidato que deseen.
Mientras tanto, en el segundo lugar de preferencias, se mantiene inalterable el exmilitar ultraderechista Jair Bolsonaro, que de todas maneras no tendría posibilidad de vencer en segunda vuelta. La apuesta de la Justicia y los empresarios, es dejar a Lula fuera de carrera para que su candidato, Alckmin, triunfe en segunda vuelta.
No es que el Partido de Trabajadores se niegue a llevar adelante un nuevo ciclo de ataques, como el que ya estaba implementado Dilma antes del golpe, sino que la intervención Judicial está puesta en función de que sea el candidato de los mercados quien siga con los ataques de Temer.
De hecho, durante sus mandatos el PT gobernó para los empresarios, tejió alianzas con la derecha y no apostó a la fuerza de los trabajadores para enfrentar al golpe.
Sin embargo, el derecho a decidir del pueblo brasileño debe ser defendido, más allá de proyecto político del PT. El mecanismo utilizado por el Partido Judicial brasileño debe ser seguido con atención, ya que sus métodos empiezan a ser replicados, con distinta intensidad, en países como Perú, Ecuador y Argentina.
En ninguno de estos casos el fin de las arbitrariedades judiciales es terminar con la corrupción, sino ubicarse por arriba de las castas políticas para seguir garantizando los negocios y el saqueo sobre nuestros países.
Seguí la situación política y las candidaturas anticapitalistas en Brasil por La Izquierda Diario, o en el sitio en portugués de nuestra Red Internacional, esquerdadiario.com.br