A 8 días del inicio del paro contra los 35 despidos en la multinacional francesa Valeo comienzan a mostrarse algunas fisuras en el PJ provincial. Como es de público conocimiento tanto Rubén Urbano como el Ministro de trabajo Adrian Brito son declarados Delasotistas. Este partido -el PJ- que otrora se arrogaba la absoluta representación política y sindical del movimiento obrero muestra, en la actualidad, tanto en su faceta nacional, como en la provincial una separación cada vez más notoria con las aspiraciones y las problemáticas de las bases del movimiento obrero.
Viernes 17 de octubre de 2014
Como anticipáramos tanto en La Izquierda Diario como en el programa televisivo Giro a la Izquierda -que se emite por Canal C- la llave maestra hacia los despidos solicitados por la empresa la brinda el Ministerio de Trabajo de la Provincia en manos de Brito quien, en un tramite expréss y sin argumentar siquiera un solo elemento que justifique la supuesta crisis de la empresa, declara aprobado el Preventivo de Crisis para que despida libremente “bajo el amparo de la ley”. Una estafa a los trabajadores y a la sociedad.
El ministro incompetente
Según señaló La Voz del Interior días pasados, Brito habría realizado denodados esfuerzos para que los “radicalizados” villanos de Barrio Los Boulevares (léase los trabajadores que sufren los despidos) aceptaran las suspensiones que proponía la empresa. Pero dada la “intransigencia” de los operarios, no le quedó más remedio que sacarse esta brasa caliente de encima y tirársela a la Nación.
Hasta ayer mismo, esta versión se repetía incansablemente y sin fisuras en el principal medio gráfico de la provincia sin que Urbano, Secretario general de la UOM, dijera algo al respecto. Todos entendimos la jugada: “si pasa, pasa”.
Pero no pasó. La asamblea del martes pasado, además de resolver la continuidad de la medida de fuerza y la exigencia de un paro provincial, también le reclamó al secretario general que aclare o desmienta las declaraciones puestas en boca suya por La Voz y que se pronuncie contra las falacias y mentiras del Ministro de Trabajo.
Por eso, este jueves nos enteramos de que Urbano trató, según La Voz, de “incompetente” y de funcionario patronal a Brito. Declaró, sin mayores problemas que “pareciera que el Ministro de Trabajo aplaude los 35 despidos”. Brito no tardó en replicar las acusaciones del gremialista, señalando que Urbano “no controla a sus delegados”.
El gremialista que no controla
Como si hiciera falta reafirmarlo, el Ministro (que también es gremialista del Sindicato de Canillitas) le recuerda a Urbano que la clave en los “sindicatos de Perón” es el control. La más elemental democracia sindical es un pecado de leso “izquierdismo” o una postura radicalizada a decir de algunos periodistas.
Que los trabajadores resuelvan en asamblea, votando los pasos a seguir en su lucha, es algo incompatible con el sindicalismo actual. Pero Brito no se queda ahí, también “ventila que el titular de la UOM “cambia de discurso permanentemente”. A buen entendedor, pocas palabras: “si te hubieras quedado callado la jugada salía sin problemas” parece confesar con la bronca de quien se siente traicionado. Brito debería pensar que también le puede llegar su turno, ya que en el escándalo por los RePro en Montich, fue su cartera la que habilitó -junto a la UOM- la nueva estafa “de moda” llamada Preventivo de Crisis.
El Jefe en otra cosa
Urbano, el que según Brito cambia de discurso permanentemente, apeló en la querella contra el ministro, a la autoridad del Jefe: señaló que “el gobernador José Manuel de la Sota le expresó que no compartía que hubiera despidos”. Pero DLS está en otra cosa, pensando en su campaña presidencial. Y desde esta redacción no nos parece inverosímil que tanto el Jefe, como el Ministro y el dirigente gremial hayan acordado en “tirarle el muerto a la Nación” -tratar de que los costos políticos de esta pelea los pague el Ministerio de Trabajo nacional- pero ese plan parece empezar a mostrar sus fisuras gracias a la resistencia de los trabajadores.
En Valeo continúa el paro. La Voz del Interior se empecina, desde este miércoles por la noche, en relatar que se resolvió trabajar y parar 15 minutos por hora. Aunque tiene que reconocer sin decirlo que todo el relato que viene haciendo del conflicto, comenzó a tener cosas que no cierran. En la resistencia a los despidos, es donde la verdad se comienza a abrir camino. ¡Familias en la calle, nunca más!