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Red Internacional
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DEUDA. Vanoli confirmó el pago de deuda con reservas y se espera definición de Griesa por Bonar 24

El presidente del Banco Central confirmó la cancelación del Boden 2015 por U$S 6.700 millones. El gobierno, a la espera del dictamen de Griesa sobre los Bonar 24 para concretar la vuelta a los mercados.

Lucía Ortega

Lucía Ortega @OrtegaLu_

Sábado 29 de agosto de 2015

Ante la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda Externa de la cámara de Diputados, Alejandro Vanoli realizó una disertación el jueves pasado en el que ratificó que el gobierno pagará con reservas el próximo vencimiento de los bonos Boden 2015. El pago que se concretará en octubre involucra 6.700 millones de dólares. Asimismo, el gobierno realizó una presentación referida a los bonos Bonar 2024 para rechazar el bloqueo solicitado por los bonistas “holdout” ante el juez norteamericano Thomas Griesa, y aguarda el dictamen de este último para poder continuar la colocación de deuda en dólares de similares características.

El presidente del Banco Central aseguró que “en octubre se va a cancelar el Boden 2015. En 2016 los vencimientos son muy bajos". Además dijo que "no va a haber problemas para integrar los fondos para pagar los intereses de la deuda pública". Según Vanoli, el Central cuenta ya con un stock del título que ha comprado en los últimos meses en los mercados secundarios. El funcionario por otro lado, rechazó la idea de estimar las reservas de la entidad excluyendo de ellas los compromisos de pago que tiene la entidad, puesto que el concepto de "reservas líquidas" es acuñado por "la ortodoxia económica" y por ello dijo que "no importa".

Así, informó que las reservas del BCRA "crecieron este año 21 por ciento, hasta los 33.700 millones de dólares" y aseguró que la entidad "tiene patrimonio positivo", justificando de esta forma a la nueva erogación de divisas hacia el capital financiero que saldrá del país bajo el concepto de intereses de deuda. Una nueva manifestación de lealtad hacia “los mercados” de deuda, con los cuales se espera seguir reanudando los vínculos que permitan obtener mayor financiamiento externo que alivie las dificultades y restricciones en Balance de Pagos.

En igual sintonía, representantes del Estado argentino presentaron un rechazo a los requerimientos de los holdout (los bonistas que no entraron a los canjes de deuda) que están en litigio con el país para que los títulos Bonar 24, emitidos en abril pasado por 1.415 millones de dólares, sean declarados deuda externa y en consecuencia queden sujetos al bloqueo del fallo “pari passu” del juez Griesa. La presentación que hizo la Argentina defendió la calificación de la emisión local de bonos nominados en dólares bajo legislación argentina, y en caso de ser aprobada por el juez, se podría habilitar la ejecución de nuevas colocaciones con similares características. Es decir, nuevos mecanismos financieros para evadir los bloqueos impuestos por un sector de los fondos “buitre” y continuar con el ciclo de endeudamiento externo impulsado bajo la gestión de Hacienda que dirige el ministro Axel Kicillof.

La incertidumbre sobre la decisión que tomará el juez neoyorquino Griesa respecto a los BONAR 24 fue una de las razones que limitó la búsqueda de financiamiento en el exterior por parte del gobierno y lo obligó a priorizar la búsqueda de fondos en el mercado interno a través de licitaciones en pesos. Esta nueva “dependencia” en el dictamen de un juez extranjero, y norteamericano, se debe a la cláusula de soberanía bajo la cual se realizaron los canjes de deuda de 2005 y 2010 que aceptaron la mayoría de los bonistas por obtener jugosas ganancias cercanas al 300%, a pesar de la “quita”, junto con otros beneficios a los cuales se ataron los bonos, como la cláusula PBI. Una minoría conocida como los “holdout”, como el fondo NML, no ingresaron al canje y sin embargo obtuvieron el año pasado los beneficios fallo del Juez Griesa que les concedió un fallo para que la Argentina les pague 1.330 millones de dólares (aún en litigio). Posteriormente dictaminó en la causa “Discovery” que todos los activos del país, excluidos los diplomáticos y militares, son con fines comerciales y por ende quedan sujetos a embargos.

El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, afirmó en sintonía con el discurso oficial que sería pertinente "el debate sobre cuál sería el nivel adecuado de endeudamiento que tendría que tener el país". Sin embargo, el gobierno ya decidió respecto al tratamiento de la deuda externa. En primer lugar, confirmar en el discurso y en los hechos la necesidad de ser un “pagador serial” de los especuladores y el capital financiero internacional. En segundo lugar, continuar con el proceso de la “vuelta a los mercados” internacionales de crédito mediante distintos instrumentos, como el Bonar 24, regalando aún más márgenes de soberanía y abriendo el camino para que tanto “liberales” extremos como liberales “moderados” que asuman en el próximo gobierno puedan ver facilitado el camino hacia el ajuste sobre el pueblo trabajador.

Fuente: DyN


Lucía Ortega

Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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