Denuncian que el gobierno de la Ciudad lo vende como una solución al problema de las inundaciones, pero que en realidad es una obra paisajística relacionada a la política de especulación inmobiliaria que impulsa Larreta. Dialogamos con algunos de ellos.
Miércoles 9 de febrero de 2022 19:25
Los vecinos y vecinas del barrio porteño de Saavedra están en pie de guerra contra el “arroyo artificial” que pretende realizar el gobierno de la Ciudad en el Parque homónimo. La obra consiste en la construcción de un arroyo artificial de 500 metros atravesando el parque. La propuesta de Larreta se enmarca dentro del Plan Hidráulico de la Ciudad de Buenos Aires.
El 25 de agosto el Gobierno porteño había lanzado un llamado a expresiones de interés para la elaboración del informe de impacto ambiental y social para el Proyecto Ejecutivo para la regeneración del Arroyo Medrano en el Parque Saavedra. Esto generó un profundo rechazo entre los vecinos que enseguida comenzaron a organizarse.
“Hasta ese momento no sabíamos absolutamente nada y como es costumbre del gobierno de la Ciudad en lugar de informar a los vecinos a través del Consejo Consultivo nos enteramos a través de la publicación de una licitación. Algunos de los comuneros del oficialismo dicen que quieren volver a las fuentes cuando el arroyo estaba abierto. Cuando en realidad esto no va a ser el arroyo abierto, va a ser una zanja que va a correr en forma paralela al arroyo natural entubado que corre debajo del parque”, dijo José Olivo a La Izquierda Diario.
Y agregó: “Estamos convencidos que lo único que va a favorecer es a los desarrollos inmobiliarios que se van a realizar alrededor del parque cuando el nuevo código urbanístico autorizó a construir torres entre 7 y 8 pisos que hoy no están. Eso nos va a sacar aire, luz, el parque que nosotros queremos y esta línea de agua en el medio del parque les va a incrementar el mt2”.
El arroyo Medrano atravesó al aire libre el parque en el siglo pasado. En 1942 fue soterrado, por lo cual su curso corre por debajo del espacio verde porteño, que cuenta con 1,6 kilómetro de perímetro y está circundado por las calles Pinto, Vilela y las avenidas Melián y García del Río, en el barrio de Saavedra.
Otro vecino, Hugo Campos, integrante de Vecinos por la ecología, explicó que “el gobierno está tomando un trabajo realizado por la Facultad de Arquitectura. Este trabajo que se hizo en el 2019 era un trabajo práctico que hablaba de una solución integral de las inundaciones. Se comenzaba a hacer reservorios en Tecnopolis, el parque sarmiento y también el parque Saavedra. El problema es que el gobierno de la Ciudad lo toma y lo vende como la gran panacea de la solución a las inundaciones en la zona cuando en realidad lo que debe haber es una solución estructural en toda la cuenca. No se puede seguir fomentando la construcción de edificios en altura y la destrucción del paisaje urbano en una fuente inundable y así obstaculizar la napa de forma subterránea”.
A esto se suma que la cantidad de espacio verde que se perdería con la construcción de este arroyo artificial es de 5000 metros cuadrados.
Desde la administración del PRO esto es presentado como una forma de “usar la naturaleza como parte de la solución” de las inundaciones en la zona. “Queremos recuperar ese cauce natural del Arroyo para que haya más naturaleza”, dijo un funcionario ante algunos vecinos en diciembre pasado, según publicó el sitio Saavedra online. Aunque enfatizaron que "esto no va a impedir por completo que no haya nuevas inundaciones".
El parque Saavedra tuvo importantes grandes inundaciones. El arroyo Medrano desbordó varias veces, una de las más recordadas fue en abril de 2013 cuando cayeron más de 150 milímetros de agua en una hora, lo que generó una inundación que dejó seis muertos y 350.000 vecinos afectados.
“En la biblioteca el agua le entró por la ventana. Querer decir que porque van a hacer una zanja que va a replicar los meandros de los típicos arroyos que es cierto que permitan cierta lentificaron del agua van a tener una efecto de reducción de las inundaciones es una locura”, comentó Hugo
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Esta obra no es más que un nuevo capítulo de avanzada sobre el espacio verde para favorecer los negocios inmobiliarios, denominado extractivismo urbano, impulsado por Rodríguez Larreta y no puede ser analizado por separado a la reciente oleada de convenios de modificación del código urbanístico para construir torres en zona de casas bajas. Un proyecto de ciudad de negocios millonarios con constructoras vendiendo espacios púbicos y verdes. Iniciativas con un alto impacto socio-ambiental que han recolectado un amplio rechazo popular y de organizaciones políticas, sociales y ambientales.
En Saavedra, a metros del parque, hay dos nuevos convenios dando vueltas, es decir la modificación del código urbanístico, para posibilitar la construcción de torres, comentan los vecinos.
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“En marzo van a aparecer estas famosas audiencias públicas que como todos sabemos no son vinculantes. En la página del gobierno de la Ciudad dice que las obras empezarían en marzo por tal motivo nosotros necesitamos de la mayor difusión posible. Estamos unificando con vecinos de Nuñez, de Villa Urquiza que también se están oponiendo a estos convenios de cambio del código urbanístico. Tiro Federal, CeNARD, Media 3, modificación del código urbanística, la cuestión paisajística del arroyo, todo está unificado”, explicó Pablo.
“Si se hubiera votado la ley de humedales en tiempo y forma como el gobierno dijo que iba a hacer. Dos veces se presentó y las dos veces perdió estado parlamentarios la entrega de la Ciudad Deportiva de Boca. No hubiera podido avanzar porque Costanera Sur hubiera caído dentro del marco de la ley”, enfatizó Hugo, en referencia a la responsabilidad del gobierno del Frente de Todos en la política de destrucción del medio ambiente del PRO en la Ciudad.
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“En las reuniones que hemos tenido con los técnicos nosotros propusimos realizar el canal aliviador desde Tecnopolis hasta el rio porque es la única forma de resolver el problema de las inundaciones. Vamos a insistir con el rechazo a la obra y seguir reclamando soluciones estructurales para poder resolver el problema de las inundaciones que es el gran flagelo que tenemos en la zona”, explicó José.
Hasta el momento, llevan realizados festivales, "semaforazos", charlas informativas y marchas. Diversas organizaciones políticas, sociales, culturales, barriales, bibliotecas que apoyan la lucha de los vecinos y vecinas están adhiriendo a una nota que elevaron a todas las comuneras y comuneros, legisladoras y legisladores. Algunos ya son firmantes como Alejandrina Barry del FITU – PTS, Gabriel Solano y Amanda Martin del FITU – PO. Incluso la diputada nacional Myriam Bregman también del FITU – PTS.