Dos décadas atrás debutaba Juan Román Riquelme en la primera de Boca Juniors. Ovacionado del primer al último partido.
Jueves 10 de noviembre de 2016 19:57
Fue un 10 de noviembre de 1996, en la mítica Bombonera contra Unión de Santa Fe por el torneo Apertura de ese año. Carlos Bilardo, DT de Boca en ese entonces, pone un once inicial conformado por: Navarro Montoya, Cáceres, Vivas, Cagna, Toresani, Fabbri, Rambert, Riquelme, Guerra, Latorre y Pompei. Con un Boca que ya no peleaba el campeonato, la atención de todos estaba puesta en el debut del pibe Riquelme. Un flaco alto que nunca había jugado en primera siquiera y que venía de jugar en la reserva de Argentinos Juniors como mediocampista central.
Se había incorporado a Boca hace poco y cuenta Román, años después, que dos días antes del partido Bilardo le preguntó si quería jugar, y ante la positiva respuesta del jugador, el técnico le dijo “vamos a jugar con dos enganches, vos y Latorre. Vos andá para el otro lado y quédate ahí, total todos van a marcar a Latorre. Quédate ahí solo y que los muchachos te den la pelota a vos". Así fue: Román, esa tarde, se hizo del balón centenares de veces durante los 90 minutos y, con pases exactos y un buen control de la mitad de la cancha, jugó un partidazo. Fue la figura de aquella victoria 2-0 y se fue lleno de aplausos que bajaban desde lo más alto de la Bombonera, diciendo en la entrevista que le hicieron al finalizar el encuentro: “esto es impresionante”.
"Bien pibe", "que pase metió este pibe", "que bien juega el pibe" eran las palabras que repetía el relator del partido Walter Nelson.
Suena el pitido final, y con la pelota debajo de la suela del debutante, finaliza el partido con triunfo de los xeneizes por 2 a 0. Román no pudo marcar su gol -aunque tuvo una chance clara que detuvo el arquero- pero sí metió una asistencia exquisita para que el ’Negro’ Cáceres marque su gol. Y así como su debut no se hizo esperar, su gol tampoco. Trece días después frente a Huracán, en una goleada 6 a 0, marcó su primer gol con la azul y oro en la Bombonera. Hoy, 20 años después de su debut y más de un año y medio después de su retirada del fútbol profesional, Román es el jugador que más veces jugó en esa cancha. En "el patio de su casa" como dice él.
Aquel 10 de noviembre de 1996 el pibe Riquelme, con la 8 en la espalda, se fue ovacionado por los hinchas, después a haber jugado un más que satisfactorio partido. 17 años y unos meses más tarde, el 11 de mayo de 2014 frente a Lanús, Riquelme jugó su último partido con la camiseta de Boca en la Bombonera. Como en su glorioso debut también fue triunfo de Boca, también ’el 10’ fue figura del partido y también se fue ovacionado. Enérgicamente ovacionado desde el primer al último partido.
En el medio de su debut y su partida del club –se fue a Argentinos Juniors, equipo en el cual jugó en reserva y se encontraba descendido y gracias a él y al equipo ascendió, y luego se retiró- tuvo una carrera llena de glorias y rosas. Su primer título en Boca en 1.998 -de la mano de Carlos Bianchi, a quien Román definiría como su ‘segundo papá’-; el histórico récord de 40 partidos sin perder; la Libertadores del 2.000 -donde Boca deja afuera a River y el caño de Román a Yepes pasa a la historia como uno de los mejores-; la Intercontinental que Boca le ganó al Real Madrid con dos pases sensacionales de Román a Palermo; Libertadores de 2.001 y la pérdida de la Intercontinental con el Bayern Munich; su paso por el Barcelona de Van Gaal; su muy buen paso por el Villarreal, haciendo historia en la Liga de Campeones; su vuelta a Boca para ganar la Libertadores del 2.007; la Copa Argentina 2.011-12; su alejamiento de Boca y su vuelta. Además de su paso por la Selección, con sus buenas y malas. Todo esto decorado con más títulos, con hermosos e importantes goles, asistencias y caños, con conflictos con dirigentes, directores técnicos y periodistas. La realidad es que este excelentísimo jugador se ganó el amor de cientos de miles y el odio de unos cuantos también. Y el recuerdo de todos.
Más allá del enorme amor que le tienen cientos de miles de hinchas de Boca a Riquelme -que comenzó hace 20 años y que aún hoy perdura- es un jugador admirado y reivindicado por decenas de estrellas del fútbol mundial y por miles de amantes de ese deporte, porque nadie puede negar que es de los mejores jugadores que dio el país. La huella que dejó en Boca y al fútbol no se va a olvidar jamás.
Hoy recordamos, a sus 38 años de edad y a 20 años de su debut, al ‘ultimo 10’ del fútbol argentino, a Juan Román Riquelme.