Distintas empresas contratistas del gobierno depositaron millones en cuentas de Martha Sahagún, esposa de Fox, y de su hijo Fernando Bribiesca, actual funcionario del gobierno de Peña Nieto.
Martes 19 de septiembre de 2017
Un nuevo hito de la corrupción de altos funcionarios del PAN se revela en la investigación que dio origen a Fox / Negocios a la sombra del poder, de Raúl Olmos y Valeria Durán, un libro de reciente aparición.
Fox, quien fue presidente de México entre 2000 y 2006, es investigado por la Procuraduría General de la República (PGR) por acusaciones de enriquecimiento ilícito.
Según el libro de Olmos y Durán, la PGR agregó a su investigación un expediente enviado por la Secretaría de la Función Pública (SFP) en el que se reporta el hallazgo de depósitos por más de 27 millones de pesos en distintas cuentas bancarias que no fueron informadas por Vicente Fox en sus declaraciones patrimoniales.
En cinco cuentas administradas por Martha Sahagún fueron depositados al menos 25 millones de pesos, de los cuales 9.91 millones de pesos provenían del grupo Estrella Blanca, contratista del gobierno de la cual Fernando Bribiesca Sahagún era accionista.
A su vez, de una cuenta manejada por Sahagún y Bribiesca se transfirió dinero para financiar a la empresa Construcciones Prácticas SA de CV, que resultó beneficiada con la adquisición de bienes inmuebles rematados muy por debajo de su valor durante el gobierno de Fox.
Esta empresa, dirigida por un socio de Manuel Bribiesca, otro hijo de Sahagún, adquirió en 2004 cuatro paquetes de viviendas y predios valuados en 1,318 millones de pesos en menos de 35 millones. En ese momento se suscitó un gran escándalo, pues se sospechaba que el objetivo era beneficiar a los hijos de la entonces primera dama.
Fox -quien recientemente volvió a tener presencia mediática por su disputa con López Obrador y por su apoyo explícito a la derecha venezolana- es un ejemplo más de la podredumbre de los partidos al servicio de los empresarios. Se enriqueció exponencialmente durante el ejercicio de la función pública, en un alarde de acumulación de salarios y prestaciones millonarios a los que se suman las “generosas” compensaciones por administrar el país según los intereses de las trasnacionales y magnates, así como por adjudicar jugosos contratos de obra pública.
Una demostración de que nada bueno puede provenir del PAN ni del Frente Ciudadano por México que creó este partido junto al PRD y al Movimiento Ciudadano para los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Con información de El Universal y Aristegui Noticias