Vicentin rechazó la línea Perotti: hasta la intervención más tibia les resulta inadmisible

Después que el juez Lorenzini rebajara a veedores a los interventores y que el gobierno diera marcha atrás con la expropiación, Alberto Fernández apeló a la salida perotista, que desde el primer momento se posicionó como un mediador entre el Ejecutivo y la empresa. Crónica de un retroceso anunciado, tituló este diario ante la definición de la Rosada. Aunque el gigante agroexportador tampoco acepta la oferta de su intimo aliado, el gobernador de Santa Fe.

Envalentonados por un “triunfo parcial” contra la intervención, y apoyados en sectores macristas que se movilizaron bajo la defensa de la propiedad privada en el norte santafesino y varias ciudades del país, los Vicentin pretenden más: “Creemos que a las empresas privadas hay que dejarlas trabajar y solucionar sus problemas en el ámbito privado".

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Las palabras de Héctor Vicentin están cargadas de cinismo. El diputado provincial Carlos del Frade cuenta detalladamente cómo la empresa hizo enormes ganancias de la mano de cada gobierno y dictadura del país. Desde la apropiación de tierras fiscales con Onganía, hasta el puerto de Ricardone que le cedió la dictadura genocida de Videla. Aunque no todos los dichos de Vicentin fueron abiertas mentiras. Al decir: “Hemos ganado plata con todos los gobiernos", claramente no faltó a la verdad.

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Las medidas del gobierno, por tibias que sean, no son bienvenidas por los pulpos empresariales como Vicentin, que acostumbran a desarrollar sus negocios de la mano del Estado para luego hacerlo cargo de sus pérdidas. Así lo hicieron con la deuda que estatizó Cavallo, que terminó pagando el conjunto del pueblo trabajador. E incluso recientemente percibiendo el ATP del gobierno para pagarle al personal jerárquico.

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Alberto Fernández sostiene que de no llegar al “Plan Perotti”, se avanzará con la expropiación. Aunque propios de su riñón, como Santiago Cafiero, rapdamente salieron a bancar la vía perotista y aclarar que "es una política de rescate, es un proyecto para rescatar una empresa líder".

Opuesto por el vértice, el proyecto de Nicolás del Caño y Romina del Pla del Frente de Izquierda contempla la expropiación total del grupo empresario, para que la resolución al interrogante que abre Vicentin no sea avalar la estafa ni una salida trazada por sus propios CEOs.