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Red Internacional
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Brutal. Vicepresidente de la DAIA dice que "no hay civiles inocentes en Gaza" y llama a "no tener piedad"

En línea con declaraciones de funcionarios del Gobierno de Benjamin Netanyahu en Israel que buscan deshumanizar a los palestinos de Gaza y los comparan con animales, el vicepresidente segundo de la DAIA en Argentina dijo que no hay civiles inocentes en Gaza. Otra forma de justificar el genocidio que está llevando adelante el Estado de Israel.

Viernes 5 de enero 14:35

El vicepresidente segundo de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Sergio Pikholtz, publicó este jueves en su cuenta de la red social X (ex Twitter) un posteo brutal hacia la población de la Fanja de Gaza que en los hechos justifica el genocidio que está llevando adelante el Estado de Israel sobre el pueblo palestino.

En la publicación, acompañada de un video de publicidad de Hamas, Pikholtz señala "Como repetimos incansablemente no hay civiles inocentes en Gaza, tal vez sólo los niños de menos de cuatro años. Sin piedad con los asesinos de judíos. Venceremos."

Se trata de la misma política que vienen llevando adelante funcionarios y diputados de la coalición de Gobierno de Benjamin Netanyahu en Israel que buscan permanentenemten deshumanizar al pueblo palestino para justificar el genocidio que están llevando adelante. Así, durante los primeros días de los ataques el Ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, comparó a los palestinos con “animales humanos”, y luego distintos funcionarios llamaron a dejar a Gaza como tierra arrasada, expulsar a toda la población palestina o hasta tirar una bomba atómica.

El posteo de Pikholtz, llega a la brutalidad de incentivar el asesinato de todos los mayores de 4 años, cuando la mayoría de los 22.600 gazatíes asesinados hasta el día de hoy no solo son civiles sino que 9.600 son niños, y otro tanto son mujeres y adultos mayores, y más de 57.000 han sido heridos. Además otras 7.000 personas se encuentran desaparecidas, presumiblemente bajo los escombros producto de los bombardeos israelíes sobre infraestructura civil, edificios residenciales, escuelas u hospitales.

Estos ataques incluyen campos de refugiados donde ya vivian hacinados cientos de miles de palestinos, y que hoy están en ruinas, como el de Jabalia en el norte de la Franja y ahora el de Khan Younis en el sur. Más de dos tercios de la población de la Franja de Gaza se han convertido en desplazados internos. La mayoría de ellos y ellas siguió el últimatum dado por el Ejército israelí que los llamó a abandonar el norte para ir a "zonas seguras" en el sur, solo para llegar allí y darse cuenta que tampoco se encuentran a salvo y que los bombardeos los siguen adonde vayan, incuida la ciudad fronteriza de Rafah.

En particular la situación de los menores, con los que Pikholtz llama a no tener ninguna piedad, ha sido catalogada por la ONU como una "matanza sin precedentes" mientras que la Unicef señaló a Gaza como “en un cementerio para miles de niños” y “un infierno para todos los demás”.

Deshumanizar a un grupo de personas sea por su etnia, su raza, su religión o su cultura es el primer paso para sentar las bases para un genocidio. Resultaría irónico si no fuera trágico, porque es exactamente lo que hizo el antisemitismo hacia el pueblo judío para justificar la barbarie del holocausto.

Las declaraciones brutales de vicepresidente de la DAIA no se dan en el vacío sino que tienen lugar en el marco de un Gobierno como el de Javier Milei, abiertamente sionista, y que declaró en repetidas ocaciones que mantendrá relaciones privilegiadas con Estados Unidos e Israel, y que también prometió mudar la embajada argentina en Israel a Jerusalén. Se trata en primer lugar de una medida que reviste una provocación absoluta hacia la población palestina y árabe en todo el mundo. El este de Jerusalén, que es reclamado por los palestinos como capital de un Estado propio, fue ocupado por Israel desde la Guerra de los Seis Días, en 1967, y fue anexionada en 1980 en una decisión unilateral israelí que fue rechazada por ilegal en las Naciones Unidas. Es por esto que ningún país reconoce a Jerusalén como capital de Israel, lo que pretende hacer Milei (siguiendo los pasos de Trump y Bolsonaro en su momento).

A pesar de que organizaciones como la DAIA y el propio Gobierno israelí, el más de derecha de toda su historia, pretenden arrogarse la representación del pueblo judío en todo el mundo y quieren asimilar antisionismo con antisemitismo para evitar cualquier cuestionamiento al genocidio y la limpieza étnica que está llevando adelante, son miles los judíos en todo el mundo que se movilizan y realizan acciones por un cese al fuego inmediato y para frenar la masacre en curso del Estado de Israel hacia el pueblo palestino.