"Si su hija hubiese vivido en los años setenta, claramente hubiese desaparecido" son los dichos de las autoridades del colegio Liceo 1 ubicado en el barrio porteño de recoleta. Así se refieren a una estudiante secundaria que es activista de su centro de estudiantes.
Sábado 16 de julio de 2016
La persecución política no es novedad para los estudiantes secundarios. En muchísimos colegios las autoridades recurren a este método para poder tirar abajo la organización independiente de los estudiantes que tienen como demandas la defensa de la educación publica.
No solo se reciben persecuciones por la manera de vestirse, como se ve con los códigos de vestimenta donde no permiten usar polleras "porque están provocando", sino que también a diario somos perseguidos por las autoridades y el gobierno cuando nos organizamos para defender la educación publica, las condiciones dignas para el estudio, el boleto educativo gratuito o contra los tarifazos.
Hoy le tocó a Tatiana, que es secretaria general del Liceo 1. Mientras pasaba por cursos la obligaron a permanecer en la secretaria sin poder hablar con sus compañeros hasta el recreo. Por este hecho, el Vicerrector del turno mañana del establecimiento, Alejandro González citó a la madre de la alumna y le dijo "Si su hija hubiese vivido en los 70’, claramente hubiese.... Sí, desaparecido".
Esta es una línea constante para las autoridades del Liceo. Ya el año pasado la rectora dijo en relación a la última dictadura que “hay que olvidar el pasado y mirar el futuro” cuando en esa misma escuela hubo estudiantes desaparecidos durante la última dictadura militar.
No es un caso aislado, es una política sistemática del macrismo
En 2015, el PRO sancionó el "0800-buchón". Una línea gratuita para denunciar la intromisión política dentro de las escuelas. Una persecución a los y las estudiantes y docentes que se organizan dia a dia en las escuelas, que nos recuerda las listas negras en la dictadura.
Los impulsores de este proyecto, hoy son los que gobiernan nuestro país. Y parece que envalentonado con sus ideas a las autoridades de unos cuantos colegios...
Asi es el caso de los y las estudiantes del Colegio Dr. Alberto Larroque, ubicado en el barrio de flores, que cuando un estudiante de la agrupación “Lápices Rojos” (PTS + Independientes) iba a leer un discurso referido a la Independencia el 9 de julio fue “acusado de comunista” por los profesores organizadores del acto impidiéndole la palabra frente a todos sus compañeros. Luego lo retiraron del turno con la excusa de no pertenecer al mismo.
O el caso del colegio Bernardino Rivadavia en Palomar, que cuando los y las estudiantes repartían notas que ellos mismos habían hecho para La Izquierda Diario, sus directivos les dijeron que no hagan política o sino que"averiguen como terminaron esos colegios, con muertos".
Estos son solo algunos ejemplos recientes de los tantos que existen. Por suerte, ni los gobiernos, ni las autoridades amedrentan a los y las estudiantes que se organizan en sus escuelas, para cambiar este mundo.