Con más de 500 detenciones arbitrarias y 90.000 policías Macron intenta evitar la manifestación de los "chalecos amarillos" en los Campos Elíseos. Aún así son decenas de miles los que marchan ahora mismo hacia el centro de París.
Sábado 8 de diciembre de 2018 08:06
Comienza una nueva jornada de lucha de los “chalecos amarillos” contra el gobierno Macron. El centro de París y de las principales ciudades del país han amanecido literalmente tomados por así 90.000 policías. Solo en la capital, y cuando aún quedaban más de 2 horas para el inicio de la manifestación, se han detenido a más de 500 personas cuando se dirigían al punto de arranque de la misma.
Son decenas de miles los que se han trasladado desde otras regiones de Francia para poder participar en esta manifestación. Nuestra corresponsal se encuentra siguiendo la jornada desde Saint-Lazare, el lugar de encuentro del bloque al que han llamado la intergare de los trabajadores ferroviarios y el Comité Adama (que lucha contra la represión policial que padecen los jóvenes de las banlieu). A estas horas ya son varios miles los que se han reunido allí para dirigirse a la movilización.
Unidades de antidistrubios y camiones hidrantes ya se han hecho presentes en este punto y se encuentran ya en disposición de iniciar la represión -equipados con los cascos y las máscaras para protegerse de sus gases lacrimógenos-. Una intimidación que se repite en decenas de puntos de la ciudad.
Todas medidas intimidatorias que empalman con la campaña de criminalización a estas masivas protestas de parte del gobierno y los medios de comunicación, a la que ayer mismo se sumaron las direcciones sindicales de la CGT desautorizando la manifestación y condenando a los “violentos”. Una estrategia que busca dividir el movimiento entre manifestantes “buenos” y “malos”.
Macron quiere evitar a toda costa que la manifestación transcurra de nuevo por Les Champs-Élysées , como el fin de semana anterior, algo que no había ocurrido ni si quiera durante el mayo del 68 del que este año se ha cumplido su 50 aniversario.
Sin embargo la determinación de marchar por la emblemática avenida es tan firme como la claridad de las reivindicaciones que ponen hoy el eje en exigir la renuncia de Macron y la reversión de las contrarreformas aprobadas por su gobierno.
