El sistema de contratación basado en las adjudicaciones por contratas, es el cáncer de la clase obrera del siglo XXI y está aniquilando todos los derechos de los trabajadores.
Jueves 17 de marzo de 2016
Foto: Antonio Litov / ID
Este pasado martes, se celebró en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya el juicio por la demanda que los sindicatos AST, STC y SO tenían interpuesta contra la empresa Eulen por el despido de los trabajadores y trabajadoras que mantuvieron una huelga de 2 meses a finales del pasado año.
Eulen perdió el contrato mercantil que tenía con Endesa para gestionar el departamento de telemarketing, en favor de Atento. Por ello decidió despedir a 362 trabajadores de plantilla. Los trabajadores exigían la subrogación y pasar a Atento con las mismas condiciones que tenían en Eulen.
Pero Atento, después de un proceso de selección, ofreció a algunos de los trabajadores puestos de trabajo que en la mayoría de los casos no se ajustaban en lo más mínimo a las condiciones que estos tenían en Eulen: menor salario, jornadas partidas sin posibilidad de conciliar la vida laboral y familiar, pérdida de antigüedad... Por lo que muchos de ellos rechazaron las ofertas y decidieron demandar por la nulidad de los despidos.
En la vista estaban presentes los abogados de los sindicatos demandantes y por la parte demandada además de Eulen, los de Endesa y Atento. La abogada que representaba a Eulen negó que se hubiera producido una vulneración de los derechos de huelga, un derecho fundamental. Éste era el principal argumento en que se basaba la demanda. También alegó que el despido se producía por una causa productiva, como consecuencia de la pérdida del contrato con Endesa. Todo a pesar de ser una multinacional con multitud de contratas en numerosos centros de trabajo, unos 70.000 empleados en el territorio español y 150.000 en todo el mundo.
Los abogados de los demandantes por su parte hicieron mucho hincapié en que sí se vulneró el derecho de huelga. Lo demostraron sacando a la luz la existencia del llamado procedimiento de crisis, que permite a Eulen derivar las llamadas recibidas al SAT (Atención al cliente de nuevos suministros) y CAT (Centro de asistencia técnica), hacia otras plataformas de asistencia telefónica, incluso fuera del ámbito territorial donde se encuentra.. Quedó demostrado por testigos que durante la huelga se activó dicho procedimiento
También se denunció la existencia de un servicio contratado con Telefónica con una dirección de correo que se encarga de gestionar correos electrónicos entrantes, que quedaban fuera del control de los empleados de telemarketing que deberían hacer tal gestión.
Atento por su parte se defendió diciendo que ellos habían ofertado entrevistas a todo el personal y que los demandantes las habían rechazado. Ocultó que el convenio al que están adscritos obliga, cuando hay una subrogación, a que la nueva empresa absorba al 90% de los trabajadores respetando sus condiciones.
Otra cuestión abordada por los abogados demandantes fue porqué Eulen se hace cargo de las indemnizaciones, 20 días por año según la ley, más otros 7 que llegaron a negociar los sindicatos que aceptaron el acuerdo. Éstas fueron pagados justo el día antes del juicio. Algo difícil de explicar para Eulen, ya que era que Atento la responsable de la readmisión de ese 90% y al no hacerlo debería asumir el pago de las indemnizaciones.
Todo muy oscuro con muchas lagunas. Los demandados se negaron en todo momento a ofrecer cifras de coste de las contratas, tanto de Eulen como de Atento, a requerimiento de los abogados de los demandantes, alegando desconocimiento. El propio letrado representante de Endesa se pasó todo el juicio diciendo “desconozco ese dato”. Se le reprochó incluso la falta de respeto hacia el tribunal al presentarse a juicio como parte demandada sin aportar el más mínimo dato.
Por su parte el Fiscal de la sala, que ya durante la mañana y sin haber escuchado testigos ni conclusiones finales había sentenciado que no veía vulneración del derecho de huelga, ante la denuncia de los trabajadores que decían que habían sido coaccionados por parte del comité firmante del acuerdo y de la empresa por estar incurriendo en huelga ilegal, argumentó que Eulen no es una persona física y por lo tanto no puede realizar tales amenazas.
Como viene siendo habitual, los sindicatos mayoritarios -CCOO y UGT- optaron desde el primer momento por pactar con la empresa. Los dos delegados de AST aceptaron también el acuerdo, pero fueron desacreditados por su secretario general y finalmente se presento también en la causa como demandante. De CGT nada se sabe, parece ser que sus dos delegados no estaban dentro del ERE y no han secundado la huelga, ni siquiera en Atento donde son mayoría sindical.
Una vez más se pone de manifiesto que la justicia burguesa carga todo su peso contra los trabajadores y no deja otra alternativa que la movilización y la lucha en las calles. Tras 7 largas horas de juicio donde todos expusieron sus alegatos a favor y en contra, el juicio quedó visto para sentencia.