Trabajadores de Industrias Copacabana y Servicios Copabol S.A. denuncian la vulneración de sus derechos y hostigamiento laboral. A más de una semana de la huelga de brazos caídos conversamos con los trabajadores en lucha. Llamamos a la más amplia solidaridad con su lucha. Basta de abusos patronales.
Viernes 23 de diciembre de 2022
El jueves 15 de diciembre, trabajadores del “Sindicato de Trabajadores Mixto Industrias Copacabana S.A.” de La Paz, iniciaron una huelga de brazos caídos, medida que tomaron a raíz de una serie de vulneraciones a sus derechos laborales y hostigamiento laboral por parte de Iván Castillo, jefe de Recursos Humanos (exigen su renuncia), y Noemi Torrez Villa Gómez, Gerente de Talento Humano y RSE, los despidos forzados e injustificados entre otros. Se trata de abusos y vulneración a sus derechos que estos trabajadores vienen sufriendo y enfrentando por varios años pero que acrecentaron luego de la pandemia, según las declaraciones que recogimos de los propios trabajadores que decidieron exigir sus derechos ante esta insostenible situación.
Los trabajadores denuncian que la empresa se niega a la devolución de sus aportes sindicales que mensualmente les son descontados, dinero que debería pasar a manos del directorio del sindicato. Manifiestan también que son entre 3 a 4 años que no perciben sus vacaciones. Los patrones usan como excusa la pandemia, obligándolos a firmar a cuenta de los días de confinamiento por lo que piden el cese de acoso y hostigamiento laboral, que fueron peticiones y acuerdos convenidos por ambas partes y suscrito en fecha 16 de octubre del 2015. Acuerdo que, los hechos demuestran que están lejos de ser cumplidos por la patronal. A esto se suma que las horas extras realizadas por las y los trabajadores no estarían siendo pagadas.
Frente a esta situación, la patronal sacó un comunicado señalando que se trata de “rumores malintencionados” y que cumplirían a cabalidad con todas sus obligaciones laborales. Llama la atención que sean “rumores”, como los califican, cuando vemos que se materializan en más de 160 familias las que más allá de sentirse acongojadas en estas fechas viven en la incertidumbre diaria de verse con los bolsillos más vacíos cada día.
Nelson, uno de los trabajadores de la empresa, señalaba:
A raíz de estas medidas tomadas por los trabajadores la empresa sacó un comunicado desconociendo a los trabajadores del sindicato quienes ahora se encuentran tomando estas medidas, pero nosotros tenemos las boletas para demostrar que tenemos contratos fijos y respaldos de todos los descuentos realizados.
Roger, secretario de Actas y Propaganda del sindicato, decía:
Pedimos respeto al fuero sindical, basta de intromisión, no buscamos confrontamiento con la empresa, estamos prestos para seguir trabajando.
Los trabajadores aseguran que no levantarán las medidas de presión hasta que la empresa se comprometa a dar cumplimiento a sus peticiones para continuar trabajando. Así mismo piden que el dueño de la empresa, Oscar Hugo Camacho García, sea quien de una pronta solución a este conflicto.
Ya es más de una semana que los trabajadores vienen sosteniendo esta lucha. Al respecto Roger nos cuenta que poco a poco sus compañeros se van sumando a la lucha:
Los compañeros afiliados al sindicato y que estamos en los puntos de presión somos como 100, pero en total somos 160 que poco a poco se están sumando a los puntos de huelga de brazos caídos.
La empresa en su campaña antisindical está recurriendo a la terciarización y a una mayor explotación de los trabajadores. En sus palabras:
Hay sucursales de Calacoto e Irpavi que siguen en funcionamiento con personal que no pertenecen al sindicato, son los terciarios los que están en esas sucursales (…) incluso la empresa vulnera los derechos humanos tanto de los terciarios como de los trabajadores del sindicato, los hacen trabajar a los terciarios como si tuvieran contratos fijos.
¡Basta de abuso patronal!
Nelson también nos compartió su historia de trabajo en la emprea. Un caso que visibiliza cómo durante muchos años sus derechos han sido vulnerados.
Yo era chofer personal del dueño de la empresa, pero una vez que reclame mis derechos laborales me bajaron de cargo, como a todos los que reclaman sus derechos. Me bajaron de cargo a repartidor de café, seguí reclamando por toda la vulneración que estaban cometiendo y me llevaron al basurero.
Esta situación se agravó cuando durante la pandemia nos cuenta que “me encerraron en un cuarto donde no había ventilación, tenía que escoger cartones llegaban con comidas con huesos, todo tipo de basuras, me encerraron con candado, tengo pruebas para demostrar, yo he ayudado 10 años a los dueños”. Señala que no quiere que sus compañeros pasen por lo mismo.
“El día que abrí el libro de derechos laborales me di cuenta que mis derechos estaban siendo vulnerados”.
Recuerda que alrededor de tres meses lo encerraron. “Cuando venían los inspectores de Senasag, de la alcaldía me encerraban con candado y no me dejaban salir no inspeccionaban ese lugar. Hice la denuncia al ministerio de trabajo”.
La empresa miente al declarar que todo está en orden y que hacen los pagos correspondientes pero es mentira.
Desde La Izquierda Diario Bolivia llamamos a la más amplia solidaridad con las y los trabajadores de Café y Pollos Copacabana. Pero también exigimos a las organizaciones sindicales un apoyo efectivo y real a la lucha de estos trabajadores. No puede ser que lxs trabajadores enfrenten en soledad situaciones en las que cada vez sus derechos vienen siendo vulnerados y las condiciones de trabajo se precarizan cada vez más. Se hace urgente la convocatoria a un encuentro nacional de todas las y los trabajadores fabriles para discutir un verdadero plan de lucha que pueda detener los abusos patronales contra los derechos de las y los trabajadores. ¡Basta de precarización y explotación laboral!